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La situación de la cárcel de Zuera obliga a Instituciones Penitenciarias a contratar a un médico interino

Hasta ahora había un facultativo temporal cinco horas diarias de lunes a viernes.

Vista exterior de la cárcel de Zuera
Vista exterior de la cárcel de Zuera
Guillermo Mestre

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias acaba de contratar a un médico interino para la cárcel de Zuera tras haberse quedado sin los dos últimos facultativos que se jubilaron el pasado mes de junio tras cumplir sus carreras profesionales. 

En principio, la convocatoria incluía dos plazas en este centro penitenciario (de las 40 que se publicaron para todas las prisiones), pero fuentes penitenciarias señalaron que uno de los elegidos optó por no cubrirla tras haber seleccionado la plaza convocada.

En los tres meses que han trascurrido desde la salida de los dos últimos médicos, la prisión de la capital zufariense ha tenido que contratar uno de manera temporal para atender a los 1.073 internos (dato de esta semana) con un horario que se cubría de 9 a 14 horas, de lunes a viernes. Si bien Instituciones Penitenciarias facilitó la colaboración de otros facultativos de distintos centros penitenciarios a través de telemedicina o videoconferencia, con las dificultades que esto implica.

Los funcionarios ya denunciaron que a pesar de la entrega del nuevo médico, quien pasó dos semanas compartiendo las jornadas con los que ya se jubilaron, esta solución “es imposible” o “un parche muy malo” para prestar asistencia sanitaria a todos los reclusos. Ante esta coyuntura, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias optó por convocar dos plazas, aunque solo han podido cubrir una.

De hecho, el nuevo médico ha sido contratado para tres años con una posible prórroga de doce meses. Hubo otra persona que solicitó la segunda plaza, pero en el proceso no presentó su documentación para que le llamaran al centro penitenciario.

Otras convocatorias 

Asimismo, Instituciones Penitenciarias también ha convocado otras plazas para médicos de familia y especialistas en octubre, pero no se ha presentado ningún candidato cuyo destino pudiera ser la prisión de Zuera. La situación actual les lleva a esperar la convocatoria de otras plazas que se van a presentar en las próximas semanas para que puedan cubrir esa segunda plaza de médico titular en la cárcel aragonesa, y los funcionarios puedan estar menos presionados por la situación.

Ya no es lo mismo ahora hay un médico titular y otro comprometido que trabaja media jornada para afrontar la situación”, comenta un funcionario. De hecho, el nuevo se estrenó el pasado lunes 16 y lo que tuvo que emprender fue el desatasco del tapón de la lista de presos que demandaban atención médica (que solo hacía el médico temporal desde el mes de junio) y empezar a redactar los primeros informes médicos.

“La situación era tan mala que las diez enfermeras y ocho auxiliares estaban colapsadas, sobre todo por las tardes, enfrentándose a actuaciones que nos les corresponden”, señala una funcionaria. “Hacía falta un médico con responsabilidad porque el que vino en junio es temporal. Pueden tener que atender, como poco, 15 presos al día y el nuevo ya ha tenido que abordar una urgencia en los primeros días con un interno atragantado”.

Los trabajadores de la prisión de Zuera tienen muy claro que en la población penitenciaria que atienden suele haber muchos casos de enfermedades mentales, intoxicaciones, VIH, toxicomanías o politoxicomanía, con lo cual el tratamiento médico y facultativo es fundamental para garantizar la convivencia. Así que la llegada del nuevo médico se ha agradecido casi como si fuera un premio de lotería, reconoce un funcionario tras los tres meses de tensión que llevan viviendo.

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