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La enfermería de la prisión de Zuera se complica para las presas: "Son atendidas como en un centro de salud"

Una interna que acaba de dar a luz en el Hospital de Barbastro reclamó su ingreso por problemas sanitarios, pero no fue aceptado.  

Taller de confección en la cárcel de Zuera
Taller de confección en la cárcel de Zuera
Estelar

La prisión de Zuera está viviendo una temporada de carencias desde que en junio se jubilaron los dos últimos de médicos titulares, y fueron sustituidos por un facultativo privado, además de poner en marcha la telemedicina para tratar a los presos. En esa coyuntura, varios funcionarios de la cárcel consultados han denunciado que la enfermería no ha podido atender a una interna que dio a luz el pasado domingo en el Hospital de Barbastro, al considerar "que no lo necesitaba".

La decisión de estos ingresos "se hacen por criterios médicos" aunque "las enfermerías de los centros penitenciarios no son hospitales, sino un módulo con características especiales", ha señalado un sindicalista del CSIF. Pero en esta decisión parece que también ha influido "la convivencia entre los presos y las presas", como detalla una funcionaria, porque es "complicada" y pretenden que ese lugar "no sea mixto".  

Fuentes penitenciarias han negado que se tienda a excluir a las mujeres de la sección de enfermería y "si es necesario se les ingresa". Además, han defendido de que se las trata como a los hombres, como cuando se decide su trasladado al hospital Miguel Servet, donde les atienden por motivos de salud más graves.

La realidad es que el Centro Penitenciario de Zuera tiene una mayor población masculina (1.120 hombres) que femenina (80), que solo ocupan el módulo 13. La trabajadora ha añadido que "en esta sección no suele haber enfermas". “Solo hay presos y hoy son 43. Eso supone que ellas reciben un tratamiento, como un centro de salud al ser recibidas en la consulta del médico, pero no se quedan ingresadas”, ha criticado.

Recién nacido

Esta polémica situación se ha desvelado esta semana cuando una presa solicitó que fuera atendida en la enfermería porque no se encontraba bien. De hecho, dio a luz el pasado domingo 27 de septiembre en el Hospital de Barbastro, donde le atendieron ya que su familia reside en la zona y se quedó con el recién nacido tras el parto.

Tres días después de tener el hijo, la interna regresó a Zuera y se pidio asistencia en la enfermería. Al parecer contaba de un informe médico que especificaba que "sufría un shock, insomnio y depresión postparto", según su abogada María Carmen García. Pero en la prisión no aceptaron trasladarla a la enfermería ni llevarla al Miguel Servet. “La dejaron como solución que la sacaran al patio y otra compañera le abanicara”, ha denunciado la letrada.

El centro penitenciario cuenta con una zona preparada para instalar la unidad de madres (un módulo específico en el interior de los centros y separados arquitectónicamente del resto), pero no se ha puesto en marcha desde su inauguración en 2001. De hecho, Instituciones Penitenciarias solo tiene operativos cuatro instalaciones (Madrid, Ávila, Valencia y Sevilla) para que las presas puedan atender a sus hijos, desde recién nacidos hasta los tres años.

En Zuera solo puede llegar una mujer presa con un hijo suyo de manera excepcional si es trasladada a un juzgado para una declaración o un juicio y, al acabar, es trasladada de nuevo a la cárcel con esta unidad de madres donde viven las presas.

La funcionaria de la prisión de Zuera consultada ha señalado que si ocurre ese traslado, la zona de enfermería “no es apta en absoluto para la presencia de bebés o niños”. “Además, las mujeres embarazadas deben elegir entre desarraigarse o renunciar a convivir con su hijo menor de tres años, encontrándose así en una situación más restrictiva que la de otras internas de otras áreas”, ha completado.

Además de que esta mujer ha dado a luz a su hijo y su abogada pretende pedir su paso a tercer grado para que puede cuidar al recién nacido, hay otras tres presas embarazadas en la cárcel aragonesa y tendrán que ser llevadas a otras prisiones que dispongan de unidad de madres si quieren convivir con los hijos.

Dos médicos interinos 

A esta problemática se le suma que la prisión zufariense solo cuenta con un médico temporal desde el pasado mes de junio cuando se jubilaron los dos últimos facultativos titulares, que culminaron sus carreras profesionales iniciada en 1985.

Fuentes penitenciarias señalaron que en los próximos días se conocerá si se han presentado candidatos a las plazas de dos médicos interinos que ha convocado la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Esperan que finalmente sean contratados para superar la situación que ha vivido la prisión de Zuera en los últimos tres meses, cuyos internos son atendidos muchas veces por telemedicina, como solución al contrato del médico privado por cinco horas diarias de lunes a viernes.

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