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Instituciones Penitenciarias recorta el servicio de autobuses de los funcionarios de la cárcel de Zuera
Afecta a buena parte de los 500 trabajadores que se trasladan al centro penitenciario desde Zaragoza y Huesca.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha decidido suprimir dos autobuses de los cuatro que tenían contratados para trasladar a la prisión de Zuera a los funcionarios que trabajan en el centro, que proceden mayoritariamente de Zaragoza y Huesca y suelen utilizarlos para su traslado diario. Por tanto, esta medida afecta a buena parte de los 500 funcionarios que desempeñan labores en la cárcel de Zuera.
Esta decisión obliga a los 63 trabajadores que residen en la capital oscense, donde se elimina la única línea que había, tengan que ir en sus propios vehículos y todos los sindicatos han convocado una concentración en la Subdelegado del Gobierno de Huesca el viernes a las 8.00.
Acaip-UGT denuncia el grave perjuicio que va a ocasionar a la plantilla con la finalización del servicio del autobús de transporte de personal desde la ciudad de Huesca así como el gran recorte que va a sufrir en las condiciones desde Zaragoza (pasará de tres a dos servicios) que van a realizar a partir del viernes 1 de marzo.
Fuentes sindicales señalaron que dicho servicio se ha mantenido activo desde la apertura de la prisión en 2001 y presta cobertura a toda la plantilla. Este cambio “va a suponer una merma irreparable en sus condiciones laborales y económicas”, precisa Acaip-UGT.
Coste de ir en taxi
De hecho, una funcionaria comenta que “hay gente que no dispone de permiso de conducir” y quienes tienen que trasladarse en taxi tendrán que pagar 50 euros por el recorrido entre Huesca y la cárcel de Zuera. Si ese recorrido se hace por la noche, ese precio puede alcanzar a 65 euros.
Para los funcionarios, coger un coche particular para ir desde Huesca o Zaragoza a la cárcel situada entre las dos ciudades les supone “más tiempo de trabajo”, además del servicio en la prisión, según los funcionarios, y “poner el vehículo a disposición del servicio público”.
“Aunque en Zaragoza se ha mantenido la empresa adjudicataria Avanza, también se ha recortado el servicio de tres a dos autobuses, y en los fines de semana la gente va a tener que madrugar mucho para llegar al único que habrá", señalan. "Pero en Huesca, aunque se ha negociado, ninguna empresa ha aceptado las condiciones porque sale a pérdidas y ha quedado desierta”, relata una funcionaria. “Al parecer, el contrato (de Instituciones Penitenciarias) ha salido por 207.000 euros por todo el año y las empresas comentaron que para ser rentables necesitan recibir 280.000 euros. Pero Madrid no está dispuesto por este contrato y, como pasó con los médicos, no son rentables en el servicio y desaparecen”.
La gestión y negociación de las condiciones contractuales para la concesión de dicha prestación de servicio corresponde de modo centralizado a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio de Interior a través de la Subdirección General de Planificación y Gestión económica.
Los funcionarios denuncian que desconocen a qué obedece este ahorro del presupuesto del transporte que les afecta o bien más bien “por la falta de voluntad”. De hecho, apuntan que hay otros proyectos como el uso de los perros y los guías caninos se inyecta dinero en este tipo de gastos.
“Además, Instituciones Penitenciarias ha avisado que bajo ningún concepto va a pagar otro transporte ni indemnizar por ningún lado”, agrega la funcionaria. “A veces si te vas a hacer un curso de servicio por tu trabajo te pagan ese viaje, pero ahora no van a atender ningún pago”.
Las dos rutas desde Zaragoza
Respecto a la línea de Zaragoza se han decidido suprimir una de las tres líneas y ahora se limitarán con dos rutas: una va desde Valdefierro, Delicias, Plaza Europa, Actur y salida por la avenida Academia General Militar; y la segunda hace desde Valdespartera, paseo Cuéllar, barrio de San José, Camino de Las Torres, avenida Cataluña y salida por el barrio de Santa Isabel.
“No han mantenido todos los barrios como antes con las tres rutas y cruzan Zaragoza con diez paradas”, señala una funcionaria. “Además, ahora van a venir unos meses unos prácticos y eso supondrá que gente se va a quedar en tierra”.
Los trabajadores de la prisión procedentes de la capital aragonesa comentan que durante los fines de semana la única solución para alguien que reside en Valdespartera, por ejemplo, le obliga a coger el tranvía hasta la MAZ (a la salida de Zaragoza), que supone casi 25 minutos, para coger allí el único autobús que pasan hacia Zuera.
En este sentido, el sindicato Acaip-UGT denuncia que esta coyuntura del transporte de los funcionarios es una nueva falta de empeño por los poderes públicos en todo lo que supone dar valor al servicio público, que supone el ahorro energético si vienen en autobús que todos en sus coches. “Así día tras día en el ámbito de Instituciones Penitenciarias sufrimos los ejemplos de dejadez institucional en el progresivo cese de prestaciones a los empleados públicos penitenciarios”, denuncian los sindicalistas.
Crisis sanitaria cronificada
En este sentido, agregan la necesidad de resolver el deficiente suministro de prendas de uniformidad, así como dar una solución definitiva a la gestión de la “crisis cronificada de la sanidad penitenciaria” respecto a la reducción de los médicos de la cárcel de Zuera que ahora tienen dos para los 1.200 internos.
De hecho, este miércoles se utilizó la telemedicina todo el día y los funcionarios han tenido que aclimatarse a esta nueva coyuntura que provoca la salida de varias ambulancias con presos que deben ser atendidos en el hospital Miguel Servet en lugar que en la cárcel. Se han quedado con dos médicos de los cuales uno hace el horario de lunes a viernes con alguna guardia médica, mientras el otro suele acudir los sábados.
