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Uno de los presos más peligrosos de España alarga su condena por atrincherarse en una celda de Zuera

El recluso tiene amplio historial violento por delitos de atentados y lesiones contra funcionarios de prisiones, policías nacionales y guardias civiles. 

Portada del libro escrito por Sebastián Santiago Heredia, en la que posa para la foto, publicado por la editorial Aliar Ediciones.
Portada del libro escrito por Sebastián Santiago Heredia, en la que posa para la foto, publicado por la editorial Aliar Ediciones.
Heraldo

Sebastián Santiago Heredia, malagueño de 38 años, es uno de los presos más peligrosos de España. Es muy difícil conocer qué posición del ranquin ocupa para situarlo en lo más alto, pero su historial de más de 100 sanciones en prisión por su conducta  y cerca de 200 incidencias en los centros penitenciarios acreditan ese calificativo. 

Sebastián Santiago entró la primera vez a la cárcel para cumplir una condena de robo con fuerza que le impuso un juzgado de lo Penal de Elche (Alicante) en 2007 y, seguidamente, recibió otra por el mismo juzgado por un delito idéntico. 

Y se podría decir que ya no ha vuelto a delinquir más en la calle porque casi todas las condenas que ha sumado después ha sido por atacar y lesionar a funcionarios, bien de prisiones, bien de la Policía Nacional o de la Guardia Civil, resistirse a las detenciones o causar daños materiales, como ha hecho ya dos veces en Zaragoza.   

Este miércoles añadió un año más a su estancia encerrado. Podrían haber sido tres años y medio pero, reconocer que preparó un cubo con lejía para tirárselo a dos funcionarios de Zuera, que colocó un colchón para que no pudieran entrar y que llenó el suelo de jabón, ha permitido que la condena se le quedara en un año.

Este incidente ocurrió el 20 de marzo de 2023 en la cárcel de Zaragoza. Como es habitual, Sebastián Santiago, que mide 1,85 metros y pesa 100 kilos, estaba en aislamiento debido a su comportamiento y peligrosidad. Sobre las 9.00, dos funcionarios que estaban repartiendo el desayuno le preguntaron si deseaba salir al patio (tienen derecho a hacerlo una hora al día y nunca pueden coincidir más de dos internos), a lo que él contestó gritando: "Yo salgo de 12.30 a 13.30 a la sala".

Los empleados públicos le respondieron que la sala estaba ocupada por otros internos, lo que desató sus iras y empezó a increparles: "¿Qué me vais a quitar la sala? Vosotros sois unos hijos de puta, a mí me sacáis a la sala a la hora que os digo porque si no os voy a matar; voy a mandar a mi familia a buscaros en la calle para que os mate, abrid la puerta, perras, abrid que os mato yo ahora mismo aquí".  Acto seguido amenazó con quemar la celda y animó a otros compañeros a que también lo hicieran. 

Los funcionarios le ordenaron que depusiera su actitud y que se calmase, pero su reacción fue 'in crescendo': "¿Que me relaje yo, que me relaje? Me relajaré cuando os haya matado, hijos de puta", momento en que intentó tirarles un cubo de agua con lejía que ellos esquivaron cerrando la puerta a tiempo. 

Tal y como recoge el escrito de la Fiscalía, ante la posibilidad de que los otros internos del módulo se contagiaran de la agresividad del acusado, los trasladaron a otras celdas. Aparentemente el recluso se calmó, pero a las 11.30, cuando los funcionarios procedieron al reparto de economato observaron que Santiago Sebastián había puesto un colchón en la puerta de su habitáculo impidiendo de esta forma ver el interior. Aún así, entraron, lo retiraron y entonces comprobaron que el suelo estaba lleno de agua con jabón. 

"Venga, hijos de puta, ya estoy preparado, entrad a por mí a ver si os enteráis ya de quien soy, os vais a cagar a la mínima oportunidad que tenga de secuestraros. Ya podéis venir 20 funcionarios a por mí". La retahíla de insultos y amenazas continuó a pesar de las reiteradas órdenes. Ante su agresividad, se recomendó que a partir de entonces en cualquier salida se evitara el contacto con él y usaran sujeción mecánica en los traslados.

El recluso fue juzgado este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 4 de Zaragoza. Dada su peligrosidad y para evitar trasladaos, se acordó que estuviera presente por videoconferencia desde el centro penitenciario.

La Fiscalía y la acusación particular ejercida en nombre de los cuatro funcionarios amenazados por los abogados Marco Navarro y Paula Pelet, solicitaban para él 18 meses de cárcel por un delito de atentado y otros 18 por amenazas. Pero, finalmente, tras conversar con su abogado defensor, José Ignacio Martínez Val, se conformó con dos penas de seis meses. 

Atacó a dos policías con un gotero en el Miguel Servet

Este incidente ocurrió el 20 de marzo y nueve días después Sebastián Santiago Heredia montaba otra trifulca de entidad en el hospital Miguel Servet, donde había sido trasladado para curarlo de las lesiones que él mismo se había causado dando puñetazos contra la pared de su celda porque no le sentó bien que la inspeccionaran.  

Según publicó en su día The Objective, cuando estaba en la habitación se lanzó contra los dos policías nacionales que lo custodiaban y la emprendía a golpes con ellos. La violencia desatada obligó a llamar a agentes de la Unidad de Prevención de Reacción (UPR), que él recibió 'armado' con un gotero que tenía cerca y dos funcionarios resultaron heridos leves. En cuanto lo curaron, los médicos le dieron el alta, aunque al día siguiente tuvieron que llevarlo de nuevo porque se había tragado cristales que había en el suelo de su celda. 

 

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