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El aceite de oliva virgen extra, por las nubes: "Ahora para freír utilizo otro de menos calidad y más barato"
La escalada del precio se debe a la falta de producto -algunos ya hablan de "desabastecimiento"- y a la previsión de que la próxima recolecta no será buena.
El aceite de oliva virgen extra es conocido como el 'oro líquido' y la realidad es que cada vez lo es más. Una botella se acerca a los 10 euros, lo que supone tres euros más que antes de verano. La escalada del precio se debe a la falta de producto -algunos ya hablan de "desabastecimiento"- y a la previsión de que la próxima recolecta no será buena.
"El año pasado hubo mala cosecha y este tampoco se espera que sea mejor. Es decir, el producto escasea y los precios no paran de subir, pero en algún momento se frenarán", explica Alfredo Caldú, presidente de la Denominación de Origen de Aceite del Bajo Aragón.
El presidente de UCA (Unión de Consumidores de Aragón), José Ángel Oliván, argumenta que "no llueve lo suficiente y ante un escenario que tiene mala pinta, los precios han subido". "Si llegan las precipitaciones de aquí a octubre o noviembre, el próximo año bajará el coste, pero si por el contrario no llegan, se seguirá encareciendo", concreta. Otra de las razones que justifica el precio actual es la exportación. "En otros países vale el doble o incluso el triple. A las empresas les sale más rentable vender en el extranjero y eso también empuja los precios", reconoce.
Lo cierto es que la producción ha descendido de manera generalizada en todo el país. "Empezamos a tener desabastecimiento. Hay en sitios que no tienen ya aceite", subraya Florentino Alfonso, propietario de Aceites Molino Alfonso, una de las almazaras de Belchite. Los consumidores, añade, "tienen miedo a que el coste siga subiendo y se están lanzando a comprar de más". "Eso también influye en el incremento del precio", apostilla.
Oliván indica que existe hasta un euro de diferencia entre los aceites del sur y, por ejemplo, el de la Denominación de Origen del Bajo Aragón. Además, indica, "ahora parece que solo se puede consumir virgen extra y hay otros aceites de oliva de menor calidad que se pueden usar para freír y son más baratos", aconseja el presidente de UCA.
Ante la subida de precios, "la probabilidad de fraude aumenta", advierte Oliván. "Hay que tener cuidado con las marcas desconocidas y con las ofertas extrañas que hay por internet", dice.
Como no podía ser de otra manera, los consumidores han percibido la escalada de precios del aceite y hay quienes ya han modificado sus hábitos de alimentación. "La garrafa de 5 litros ha subido entres 7 y 8 euros y la botella 1,5 por lo menos. Se nota mucho y yo ahora para freír utilizo un aceite de menor calidad y más barato al que usaba antes", reconoce Marina Cerrada tras hacer la compra en la calle Cinco de Marzo de Zaragoza.
Los jóvenes Mario Gregorio y Pilar Gómez no han adquirido aceite desde hace tiempo. "Compramos antes de la subida y ahora hay que esperar. A ver si llueve y bajan los precios, porque es una barbaridad", reconocen.
¿Cómo influye en la salud?
El aceite de oliva ya es casi un producto de lujo que no todos los consumidores se pueden permitir. Así, son muchos los que optan por otros más baratos y menos saludables. "Subir el precio de productos saludables afecta directamente a la salud de los consumidores y en especial, de los más vulnerables", defiende Alba Santaliestra, presidenta del Colegio Profesional de Nutricionistas de Aragón.
En los últimos años, explica Beatriz Lardiés, endocrina del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, "múltiples estudios han evidenciado que el aceite de oliva tiene un valor nutricional muy importante para la salud humana, y que puede actuar como un factor de prevención para muchas enfermedades relacionadas con la alimentación".
En la dieta mediterránea, añade, "el aceite de oliva está posicionado como la principal fuente de grasas, y de hecho es considerada la fuente de grasa de origen vegetal más saludable".
"Su rica composición en ácidos grasos monoinsaturados proporciona importantes beneficios en la salud cardiovascular, contribuyendo a reducir el colesterol LDL (el conocido popularmente como "colesterol malo"), así como otras enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial o la incidencia de infartos", argumenta.
En definitiva, este producto mejora la salud cardiovascular. "Además, se han demostrado otros beneficios en nuestro sistema inmunológico, contribuye en el retraso en la oxidación celular, puede mejorar algunos problemas digestivos, y además posee propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y antifúngicas", apostilla.
Por el contrario, subraya, "otros aceites, como el de palma, son ricos en ácidos saturados y su el consumo habitual está relacionado con el desarrollo de diversas enfermedades (en lugar de con su prevención), como algunos tipos de cáncer, diabetes tipo 2, obesidad y enfermedades cardiovasculares".
Por ello, Santaliestra recomienda utilizar aceite de oliva de menor calidad antes de cambiar a otro tipo de óleo.
Consejos sobre el consumo de aceite
La presidenta del Colegio de Nutricionistas de Aragón insiste en que es importante "comparar precios". "Ahora hay más relación entre productor y consumidor final y de esa manera se pueden conseguir precios más bajos", reconoce.
Para reducir el consumo en crudo del virgen extra en ensaladas, Santaliestra recomienda hacer vinagretas donde se puede incluir menos aceite y más vinagre, especias y hierbas -que son más baratas-. También añade que "hay que utilizar las técnicas de cocción que optimicen el aceite como, por ejemplo, las freidoras de aire".
