cultura

'Antifémina', la mirada tierna y subversiva de Colita hacia la mujer, llega a Madrid

La exposición de la fotógrafa barcelonesa, fallecida en diciembre, se puede ver en el Círculo de Bellas Artes hasta el 5 de mayo.

Un hombre visita la exposición 'Antifemina', de Colita, la primera muestra que se celebra de la fotógrafa catalana desde su muerte.
Un hombre visita la exposición 'Antifemina', de Colita, la primera muestra que se celebra de la fotógrafa catalana desde su muerte.
Javier Lizon

La mirada tierna y subversiva de la fotógrafa barcelonesa Colita, fallecida en diciembre pasado, se desplegará hasta el 5 de mayo en el Círculo de Bellas Artes, en una exposición que recoge una selección de 94 fotografías incluidas en su fotolibro 'Antifémina', publicado originalmente en 1977 y censurado meses después.

Isabel Steva, conocida como Colita (Barcelona 1940-2023), participó directamente en la organización de la muestra, junto al comisario Francesc Palop, heredero de su archivo personal, que aseguró este jueves durante la presentación que "le hacía muchísima ilusión". Lo que inicialmente iba a ser, posiblemente, su último gran proyecto se ha convertido en un homenaje póstumo, tras el fallecimiento repentino de la conocida como fotógrafa de la "gauche divine" barcelonesa el pasado 31 de diciembre.

'Antifémina' es un proyecto concebido hace 46 años por Colita y la escritora y activista Maria Aurela Capmany, cuyos textos acompañan sus fotos. Ambas se unieron en 1976 con la idea de analizar y criticar el sometimiento de la mujer en la sociedad tardofranquista. "No hay nada más estimulante, más corrosivo, más revolucionario que la realidad", dice la frase de Capmany que da la bienvenida al visitante, junto a una fotografía de una mujer entrando al mar en una playa de Sitges en 1966.

A partir de ahí, la exposición se divide en capítulos que corresponden a la estructura del libro: mujeres que envejecen solas detrás de ventanas enjauladas, que hacen carrera casándose para tener la vida resuelta, que no trabajan pero faenan -que es lo mismo pero sin el reconocimiento, explica Palop- o que padecen los piropos "acorraladas" y "sin otra arma que el silencio y el rubor".

"Fueron dos mujeres que no tuvieron miedo, que se lanzaron al ruedo de la vida cuando no era fácil hacerlo", dijo el comisario, "se lanzaron a trabajar, a vivir y a ser libres en un momento en que cualquiera puede imaginar cómo se trataba a las feministas".

Las reflexiones que se desprenden de las fotografías -que pueden verse por primera vez en gran formato-, y los textos de Capmany -autora de libros como 'Carta abierta al macho ibérico (1973) o 'El comportamiento amoroso de la mujer' (1974)- aún resuenan en la actualidad con intensidad.

"Hay mucho conseguido pero hay que seguir en la lucha porque la violencia patriarcal sigue presente", señaló Palop. "Quién nos iba a decir que tantos años después íbamos a seguir luchando por reivindicar el feminismo y la libertad artística", agregó Valerio Rocco, director del CBA, ante "antes los inaceptables casos de censura recientes".

Para la elaboración del libro, Colita revisó todo su archivo fotográfico de mujeres desde 1960 hasta 1976 y recuperó imágenes de las gitanas del Somorrostro y Montjuïc, de las mujeres trabajadoras en las fábricas, de la prostitución o del mundo de la moda y la publicidad que cosifica y fragmenta sus cuerpos. El libro fue publicado originalmente en 1977 por Editora Nacional, entonces dirigida por Ángel Sánchez-Gijón -padre de la actriz Aitana Sánchez-Gijón-, con una tirada de 3.000 ejemplares. Pero solo unos meses después, tras un cambio de director, la editorial decide retirarlo de la venta por su carácter subversivo.

Cuarenta y cuatro años tardó en volver a reeditarse a través de la editorial Terranova y gracias al apoyo del ayuntamiento de Barcelona entonces liderado por Ada Colau. Colita y Palop localizaron y restauraron los archivos originales y a raíz de esa reedición surgió la idea de esta exposición, organizada conjuntamente por el Círculo de Bellas Artes y La Fábrica, promotores de PhotoEspaña.

Palop afirmó que la muestra "tenía que haberse hecho en Barcelona" y se declaró "agradecido" por haberla podido organizar en Madrid, aunque confió en que tras este arranque pueda viajar a la capital catalana y a otras ciudades españolas.

El comisario es el responsable del archivo personal de Colita, que supone un 30% del total, según explicó, seleccionadas personalmente por ella, "las que más le gustaban". El resto lo fue vendiendo en vida a distintas instituciones como el Archivo Nacional de Cataluña, el municipal de Barcelona, el Reina Sofía, la Filmoteca o el Instituto de Teatro de Barcelona. "Colita decía que los archivos están muy bien para preservar pero no han de ser mausoleos, también hay que difundir", señaló.

Su legado, en el Instituto Cervantes

Por otro lado, el Instituto Cervantes recibió este jueves un legado sorpresa, porque la fotógrafa Colita indicó que de no cederlo en vida, este no se abriera hasta después de su muerte, así que se ha desvelado el contenido de este legado "lleno de vida y de narices de payaso". Así lo expresó la escritora y amiga, Maruja Torres, en la sede madrileña del Instituto Cervantes, donde se abrió una pequeña caja de madera con su nombre en rojo en grandes letras de metacrilato y con la figura de un perro.

Legado in memoriam de la fotógrafa Colita, depositado este jueves en La Caja de las Letras del Instituto Cervantes en Madrid.
Legado in memoriam de la fotógrafa Colita, depositado este jueves en La Caja de las Letras del Instituto Cervantes en Madrid.
Sergio Pérez/Efe

Un pequeño cofre que en la parte interior de la tapa tiene una foto de Isabel Steva, Colita, vestida de payaso, y en cuyo interior hay una pequeña figura de una cámara de fotos, una pajarita blanca, unas gafas de gruesos cristales que distorsionan la realidad y una nariz de payaso. "Este acto para ella significaba mucho por lo que tiene de serio y de culto, pero contiene una parte muy importante de Colita, porque le hacía mucha ilusión este juego de guardar en esta caja algo visto y algo que no se vé, algo que se abrirá algún día y nos contará una cosa", ha explicado Francesc Polop, director del archivo de Colita.

Además de esta caja, el legado in memoriam de la fotógrafa, introducido en la caja 1262, contiene la edición de 1975 de su libro 'Luces y sombras del flamenco', realizado junto a su amigo José Manuel Caballero Bonald, y la última edicion de 2021 de su libro 'Antiféminas', hecho con María Aurelia Capmany.

"A Colita se le cruzó la muerte y ahora le hacemos este acto de memoria viva, fue una persona que nos enseñó a mirar, que forma parte de nuestra educación (...) nos identificó con una manera de ser, con una ciudad, Barcelona, con un país, España, que quiso reconocerse en la llamada 'gauche divine'", ha contado el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero. Según resaltó, la obra de Colita fue "fundamental" desde que en 1965 preparó su primera exposición 'Evocación del modernismo', que fue un "punto de referencia para la ciudad de Barcelona y la transformación cultural de España".

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