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La magia del color y del dibujo de Jesús Cisneros se ofrece en la galería Antonia Puyó

El artista zaragozano, tras haber vivido un largo lustro en México, realiza una exaltación de la luz y el cuerpo en 'Ofrenda', con ecos de Shakespeare

'Plato con pez': el mundo de Jesús Cisneros en la galería de Patricia Rodrigo.
'Plato con pez': el mundo de Jesús Cisneros en la galería Antonia Puyó, que dirige Patricia Rodrigo.
Jesús Cisneros/Antonia Puyó.

ZARAGOZA. Jesús Cisneros (Zaragoza, 1969) es esencialmente artista: ilustrador y pintor. Y desde el pasado martes expone ‘Ofrenda’ en la galería Antonia Puyó, que dirige Patricia Rodrigo. Se trata de una colección de dibujos sobre papel, en carboncillo y óleo, que parten de un proyecto sobre ‘La tempestad’ de William Shakespeare y que se ha convertido ahora en una propuesta muy especial de 20 piezas de diverso formato, que operan como “un aquí y un allá: la memoria, los sentimientos, las emociones, las observaciones, que serían el aquí, y el allá, lo desconocido, lo que se descubre en el momento de dibujar”, dice el artista.

Jesús Cisneros es el autor de un fascinante álbum: ‘Ramón’, que publicó hace tres lustres Libros del Zorro Rojo. Recibió elogios por doquier, aún así tal vez no lograse redondear todas las expectativas que se plantearon en la editorial y no logró saltar fronteras. Quien sí saltaría fronteras sería el propio Jesús: ha vivido en Ciudad de México durante casi seis años, donde dio clases de diseño y donde publicó ‘Adivinanza’, con el poeta y narrador José Emilio Pacheco, premio Cervantes.

"En 'Ofrenda' trabajo algo que me gusta mucho: la manufactura, la artesanía del dibujo, con una apuesta concreta por el color, algo que me interesa mucho, y con el paso del tiempo más”, explica Jesús Cisneros

“Lo conocí; firmamos juntos el libro y fue una experiencia fascinante. Era un hombre tímido, más bien callado, pero cuando se ponía a hablar de su obra, cautivaba. Pacheco era como un torrente de ingenio, de sabiduría y de sensibilidad”, dice Jesús Cisneros. Hacia 2017 regresó a Zaragoza con su nueva compañera Mariana Mendia, que es editora y colaboradora y cómplice en talleres y en muchas iniciativas que Jesús desarrolla en distintos lugares del mundo. Es ella la que explica diversos detalles del proyecto en la hoja de sala.

La pieza 'Ofrenda con tortuga y flores'.
La pieza 'Ofrenda con tortuga y flores'.
Jesús Cisneros/Antonia Puyó.

Antes de explayarse a propósito de su nueva muestra (el verano de 2022 expuso en la Aljafería su trabajo ‘Paisaje y personaje’, donde resumía diez años de ilustración), Jesús recuerda que “México es un país fascinante. Me sentía muy cómodo en Ciudad de México: estuve en la Casa de Luis Buñuel, vivía muy cerca de donde había residido el poeta Luis Cernuda, estuve en el bar de la nieta de los poetas Manuel Altolaguirre y Concha Méndez. Y he disfrutado con la arquitectura de la capital, tan variada. Conocí a muchos artistas: Alejandro Magallanes, que es un trabajador incansable, me hace pensar en Isidro Ferrer; a Vicente Rojo, a Martín Ramírez, un pintor increíble, para mí uno es de los mejores dibujantes de todo el siglo XX; lo que ocurre es que, dada su marginalidad, es un perfecto ‘outsider’, es menos conocido de lo que merece”, apunta Cisneros, que confiesa que le atraen muchos las vanguardias plásticas y musicales como se ve en su libro ‘Orfeo lunar’.

“Si tuviese que definirme diría que trabajo en tres planos: los talleres, que imparto sobre todo fuera de España, Estambul, Estrasburgo, aunque también los he hecho en Madrid, Barcelona y en Zaragoza, con Teresa de la Cal. Suelo estar alrededor de medio año viviendo aquí y allá. Una segunda faceta, que son los encargos: ilustraciones de libros, portadas, he hecho las etiquetas de agua de Lunares, algo que han realizado antes Jorge Gay e Isidro Ferrer; y luego está mi obra personal que cristaliza en exposiciones y luego en diversos libros”, señala, y muestra uno de sus últimos proyectos: ‘Orfeo lunar’, editado en Francia por Éditions Fotokino, donde comenzó también el proyecto de ‘La tempestad’, que ahora, “centrándome en la parte ritual del teatro”, cristaliza en la muestra ‘Ofrenda’ de Antonia Puyó. El artista confiesa que le atraen muchos las vanguardias plásticas y musicales como se ve en ‘Orfeo lunar’, que se basa en una cabaret musical que escenificó en Berlín en 1932.

'Cuenco de frutos e insectos', otra pieza del ilustrador y pintor zaragozano.
'Cuenco de frutos e insectos', otra pieza del ilustrador y pintor zaragozano.
Jesús Cisneros/Antonia Puyó.

“La ofrenda, como principio ancestral, conlleva entregar algo preciado, a veces, a veces una parte esencial de uno mismo, de igual modo que en el sacrificio se ofrece algo fundamental, valioso, como la sangre por la que fluye la vida o como un trozo de piel”, escribe Mariana Mendia, e incide en algo que Cisneros tiene muy claro: la exposición tiene mucho de “agradecimiento personal al dibujo, al acto de dibujar”.

"En ‘La tempestad’ William Shakespeare va más allá de ‘Sueño de una noche de verano’, y a mí me interesa mucho eso: aborda el colonialismo, el poder, otros matices con ese protagonista central que es Calibán. Casi todo sucede en islas, por eso cada dibujo en el fondo es como una isla, pero una isla de color”

“Junto a las obras, dibujos a carboncillo y óleo sobre papel, incorporo también una ‘ofrenda’: no es exactamente una instalación, pero tiene algunas semejanzas, claro, y ahí trabajo algo que me gusta mucho: la manufactura, la artesanía del dibujo, con una apuesta concreta por el color, algo que me interesa mucho, y con el paso del tiempo más”, explica.

Cuenta algo que parece conmoverle: dibujar entraña en sí mismo una cierta ritualidad porque el cuerpo del dibujante, del ilustrador o del pintor se conecta con el cuerpo que crece sobre el papel. “Mariana dice algo que creo me define muy bien: ‘Se dibuja con el cuerpo y en el proceso de creación se deja el rastro del propio cuerpo en lo creado. De ahí que un dibujo sea siempre más que un dibujo; es el resultado de un proceso en el que está puesta la corporalidad’. En ‘La tempestad’ William Shakespeare va más allá de ‘Sueño de una noche de verano’, y a mí me interesa mucho eso: aborda el colonialismo, el poder, otros matices con ese protagonista central que es Calibán. Casi todo sucede en islas, por eso cada dibujo en el fondo es como una isla, pero una isla de color”. Un anticipo de esta obra la expuso en Marsella. ‘Ofrenda’ permanecerá en Antonia Puyó hasta el 17 de febrero.

Jesús Cisneros, zaragozano de 1969, imparte muchos talleres de diseño e ilustración en universidades y en centros de diversos países.
Jesús Cisneros, zaragozano de 1969, imparte muchos talleres de diseño e ilustración en universidades y en centros de diversos países.
A. C./Heraldo.
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