El mejor retrato del glamur de la Costa Azul

Una exposición en el Centro de Historias revive los años en que artistas, actores y potentados la convirtieron en la Meca de Europa

En 1951 un artista español inauguró una exposición de cerámica en Vallauris, en el sur de Francia. En un momento dado se le acercó un hombre joven, espigado, con acento inglés. "Maestro, ¿me deja tomarle una fotografía?". El artista estaba de buen talante y aceptó. "¿Le importa si le retrato junto a sus hijos?". Y volvió a aceptar. El artista se llamaba Pablo Ruiz Picasso y posó junto a sus hijos Claude y Paloma. El fotógrafo era el irlandés Edward Quinn, y aquel encuentro fue el inicio de una relación de amistad que perduraría durante décadas. Quinn entró en la vida de Picasso en un momento en el que la Costa Azul empezaba a convertirse en la Meca del mundo occidental. Christina, el formidable yate de Onassis (en realidad, una fragata de guerra reconvertida, llena de extravagancias y grifos de oro macizo) era el imán de potentados y estrellas de cine, desde Churchill a Kennedy, pasando por Maria Callas o Marilyn Monroe. 

Todo ese universo sofisticado, lujoso y glamuroso se recoge ahora en la exposición 'Picasso íntimo y los años dorados de la Costa Azul. Fotografías de Edward Quinn'. La muestra, inaugurada en el Centro de Historias, está integrada por 132 imágenes y documentos audiovisuales del fotógrafo Edward Quinn.

"Cada una de estas fotografías nos cuenta una historia -aseguraba este miércoles Cristina Carrillo de Albornoz, comisaria de la exposición-. Es la obra de un fotógrafo excepcional, que vivió junto a un artista también excepcional, y que se dio cuenta de que aquel espacio se iba a convertir en algo excepcional. Al terminar la II Guerra Mundial muchos creadores quisieron irse a trabajar al 'sur soleado'. Y a ello hubo que añadir la llegada de Onassis y la consolidación de la Costa Azul como un lugar lleno de atractivos. Quinn tuvo la suerte de empezar a trabajar en la fotografía cuando a la vida social apenas habían llegado los 'paparazzi' y, por tanto, no había surgido tampoco la figura del agente o guardaespaldas que alejara a los fotógrafos de las estrellas. Por eso las fotografías de Quinn nos muestran la vida más privada e íntima no solo de Picasso, sino de personajes como Marc Chagall, Francis Bacon, Sophia Loren, Cary Grant, Ava Gardner...".

La exposición podrá visitarse hasta el 7 de enero de 2024 y se articula en cuatro grandes apartados. El primero está íntegramente dedicado a Picasso y supone el mejor retrato en imágenes del artista, tanto en el ámbito privado como en el público. Se le puede ver en su casa de La Californie, junto a su tercera mujer, Françoise Gilot, y sus hijos, junto a su perro Perro y su cabra Esmeralda, o simplemente trabajando.

"Picasso entendía que la fotografía era algo importante -señalaba Carrillo de Albornoz-, pero no posaba. Quinn supo retratarlo en la intimidad, pero de algún modo también quiso mantener cierta distancia. No quería que la amistad enturbiara su labor como fotógrafo porque sabía que, si tuviera que elegir entre la amistad y la fotografía, ganaría siempre la primera".  

La exposición puede visitarse hasta el 7 de enero.
La exposición puede visitarse hasta el 7 de enero.
Guillermo Mestre

El segundo gran espacio de la exposición está dedicado a los artistas y amigos del círculo de Picasso, como Colette, Joan Miró, Marc Chagall, Le Corbusier, Francis Bacon, Georg Baselitz, Giacometti, David Hockney, Henri Matisse o Jean Cocteau. No lo ha tenido fácil la comisaria para hacer la selección, ni de este apartado ni de ninguno. "Empezamos a trabajar en la exposición con unos 100.000 negativos y, tras sucesivas selecciones, los redujimos a 40.000, primero; a 1.000, después, y finalmente a los 132 que presentamos al público", señala.

La tercera sección de la muestra se ha consagrado al mundo del cine. El festival de Cannes, creado en 1946, buscaba convertir la Costa Azul en la gran capital europea del séptimo arte y finalmente lo consiguió. Se exponen retratos e imágenes que Quinn tomó a personajes como Sophia Loren, Marlon Brando, Audrey Hepburn, Luchino Visconti, Alfred Hitchcock, Alain Delon, Steve McQueen, Brigitte Bardot, Kim Novak, Gary Cooper... Ante tal despliegue de celebridades, una foto histórica puede pasar inadvertida. Es la de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco estrechándose la mano el día en que se conocieron durante una recepción en el palacio monegasco. 

Por último, la exposición se cierra con un capítulo dedicado a la jet set de los años 50, con personaliades como Onassis, Winston Churchill, Gianni Agnelli, Aga Khan, el duque de Windsor, la reina de Inglaterra, la princesa Soraya...

"Los actores y famosos de aquella época supieron mantener sus vidas envueltas en cierto halo de misterio, algo que no ocurre ahora, cuando todo el mundo está sobreexpuesto. Pero, a pesar de ello, Quinn supo captar el instante más adecuado de todos ellos. Por esto estas imágenes proyectan una fuerza casi magnética y aportan un contenido documental verosímil y auténtico", concluía Cristina Carrillo de Albornoz.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión