Los expertos advierten que la llegada del año nuevo chino tensionará más la logística en el mar Rojo
La sobredemanda primero y el parón productivo después, del 10 al 17 de febrero en el gigante asiático, se traducirá previsiblemente en que puedan faltar contenedores y suban los precios.
Adaptarse a demoras en la recepción de mercancías de entre 10 y 20 días y al sobrecoste en los fletes marítimos, un 126% más en enero de este año con respecto al mismo mes de 2023 en el trayecto desde Shanghai al Mediterráneo (que costaba hace un año 6.286 dólares), según Eduard Moyà, director de la división de contenedores en el Port de Barcelona, es lo único que pueden hacer las empresas ante la nueva crisis logística generada desde hace casi tres meses en el mar Rojo derivados de la guerra entre Israel y Palestina.
Es lo que han dicho algunos de los expertos que han participado en la jornada 'Transporte marítimo internacional: ¿Qué nos espera en 2024?' organizada por Aragón Exterior (AREX), Port de Barcelona y Gobierno de Aragón, celebrado hoy en el Patio de la Infanta de Ibercaja con alta participación de responsables de Exportación e Importación de las empresas.
Ismael de Marcos, presidente de la Asociación de Transitarios de Aragón (Ateia), ha advertido que la crisis en las cadenas de suministro puede agudizarse con la llegada del año nuevo chino (del 10 al 17 de febrero) por la sobredemanda que se genera antes y el posterior parón de actividad productiva en el gigante asiático después, lo que previsiblemente se traduzca a finales de febrero y principios de marzo en un alza de precios de los fletes (al ser el periodo mas caro para importar desde China) y en que falten contenedores para trasladar toda la mercancía por el hecho de que las compañías europeas reserven más espacio del que ofrezcan las navieras.
Ángel Gil, director gerente del Cluster Logístico de Aragón, Alia, ha advertido que el impacto de esta crisis logística por el desvío de barcos de mercancías para evitar los ataques de los hutíes del Yemen (ha habido 31 desde el 19 de noviembre y más de 350 buques de 18 navieras que en lugar de pasar por el estrecho del Mar Rojo han incrementado el tiempo del trayecto en más de 6.000 kilómetros al tener que rodear el Cabo de Buena Esperanza) puede alargarse durante todo 2024.
Y ha indicado que serán sobre todo el sector de la automoción, de la industria en general y el de la alfalfa los que más sufrirán estas tensiones de la cadena logística.
Sin embargo, ha hecho un llamamiento a la calma porque "no va haber desabastecimiento" sino que "las mercancías llegarán pero en más tiempo y el precio del porte será más caro".
Asimismo, ha avisado de que las semanas posteriores al año nuevo chino pueden suponer mayores retrasos y precios más caros de las navieras al producirse una mayor demanda tras el parón productivo en China y debido al hecho de que se alarga el tiempo de viaje de los barcos al tener que desviarse y disponer de menos las navieras.
Moyà, del Port de Barcelona, ha recordado que es un conflicto político, entre Israel y Palestina, el que ha ocasionado esta nueva crisis de la cadena de suministro global, ya que han sido los ataques de los hutíes de Yemen en solidaridad con los palestinos los que han obligado a las navieras a asumir un trayecto mucho más largo para llevar la mercancía desde Asia a Europa.
"Ha habido un decrecimiento del 41% en el tonelaje y los ingresos de las navieras que atraviesan el Canal de Suez, lo que puede complicar la crisis económica en la que ya está sumida Egipto", ha advertido el responsable de la división de contenedores del Puerto de Barcelona, institución que manejó un volumen de 3,2 millones de TEUs (unidad de medida de transporte marítimo) en 2023 frente a los 3,5 millones de 2022.
"Los precios de los fletes, ya superiores en un 126% a los de enero de 2023, siguen aumentando cada semana", ha avisado este experto, apuntando a que "la cadena de suministro está ya muy tensionada" y que empresas como Tesla ya han anunciado que paraban su fábrica de Berlín y otras como Michelin, Ikea o Geely, se están viendo ya muy impactadas en su actividad por el retraso en la entrega de piezas y componentes para sus productos.
"El problema no va a ser tan corto como parecía", ha remarcado Eduard Moyá, advirtiendo de que las dos próximas semanas va a coincidir mucha operativa en el transporte marítimo y la situación puede complicarse.
Este profesional del Puerto de Barcelona ha mencionado también las inversiones de 60 millones que están realizando para ampliar los servicios que ofertan y ha detallado también las más importantes que está realizando Aragón en la Terminal Marítima de Zaragoza para duplicar la capacidad de sus intalaciones y que puedan operar trenes de 750 metros, así como la de la naviera MSC en Plaza, o la de Samca en la terminal de mercancías de Tamarite de Litera (Huesca).
La entrada en vigor de las ETS (Emission Trade System) a las navieras, un nuevo impuesto sobre las emisiones, puede agravar el problema, ha señalado por su parte Olga Salvador, del Port de Barcelona. A su juicio, los riesgos que entraña son que las navieras puedan dividir sus rutas y buscar puertos no europeos para librarse de esta fiscalidad y que se produzca un trasvase de mercancías del transporte marítimo al terrestre.
El presidente de la Asociación de Transitarios de Aragón (Ateia) se ha referido también a la necesidad de crear un área de servicios aduaneros en Zaragoza que pemitiera tener unas instalaciones adecuadas para realizar el cada vez mayor número de inspecciones que requieren los productos que exporta o importa Aragón.
Asimismo, ha alertado de nuevos riesgos logísticos que se sumarían a la crisis en el Mar Rojo. Pueden surgir otros puntos de tensión para la cadena logística global en el canal de Panamá por motivos climáticos, el canal del Bósforo en Turquía (conflicto Rusia-Ucrania); el estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico si se alarga mucho más el conflicto entre Israel y Palestina; y el estrecho de Formosa en el sudeste asiático en caso de que aumentase la tensión diplomática entre Estados Unidos y China, ha anticipado Ismael de Marcos.
