Comienza la toma de ADN de 95 cuerpos exhumados de fosas de fusilados de Belchite
La Asociación Manuel Castillo por la Recuperación de la Memoria Histórica de Belchite
Dos años después de que bajo los cimientos del cementerio de Belchite (Zaragoza) aparecieran las fosas con decenas de represaliados en los primeros días de la Guerra Civil española, la Asociación Manuel Castillo por la Recuperación de la Memoria Histórica de Belchite inicia los análisis de ADN de los 95 cuerpos exhumados hasta la fecha.
Cuando aparecieron los primeros cuerpos, la asociación inició un llamamiento para la toma de ADN a familiares y descendientes de las alrededor de 325 personas que constan como desaparecidas en los primeros días del alzamiento, la mayoría fusiladas en Belchite, pero también en el municipio de Mediana, y en el cementerio de Torrero en Zaragoza, de las que han respondido 45, como ha explicado a EFE José Vidal, presidente de la asociación e impulsor de la exhumación de esas fosas.
De Belchite eran originarios también la familia del cantante Joan Manuel Serrat, sus abuelos maternos Manuel Teresa Ordovás y Juana Gorgas Teresa, y hasta una treintena de personas más que fueron asesinadas entre mediados de agosto y principios de septiembre de 1936 y cuyos restos también se buscan entre los cadáveres aparecidos en esta primera fase de las exhumaciones.
La de esta familia, reconoce Vidal, es una historia "compleja" que ha ido saliendo a la luz conforme avanzan las investigaciones para conocer a quiénes pertenecían esos cuerpos y por qué fueron asesinados.
En un principio se pensaba que Manuel Teresa Ordovás era secretario del Ayuntamiento pero los documentos, como el proceso sobre responsabilidades políticas, han revelado que fue elegido concejal en las elecciones del 14 de febrero de 1936 junto a otros diez ediles, todos ellos "desaparecidos", salvo dos, al igual que el alcalde Manuel Castillo, y que podrían estas sepultados en Belchite, pero también en Mediana o Torrero.
Estas exhumaciones han permitido además poner en contacto a descendientes de la familia del alcalde Manuel Castillo que no se conocían, ya que junto al primer edil también fueron asesinados su mujer y un hermano y los descendientes de la hermana que quedó viva nunca supieron de la existencia de otros parientes hasta la llamada para las pruebas de ADN, apunta Vidal.
Hechos que demuestran, a juicio del presidente de la asociación memorialista, que "las mentiras prevalecen sobre la realidad", pero también por temor o vergüenza de los supervivientes a ser señalados, agrega.
Entre otros datos curiosos del proceso, José Vidal destaca la llamada desde Argentina de una familia para comunicar que el pariente que se daba por desaparecido había logrado huir y emigrar al nuevo continente, donde se afincó. En cambio también reconoce que a otras familias no les ha interesado averiguar si entre esos esqueletos figuran los de algún ancestro que un día tuvo un nombre pero no una sepultura.
Los datos extraídos de las muestras de ADN de los vivos se cotejarán ahora con los de los represaliados aparecidos en el camposanto de Belchite, cuyos cuerpos custodia el Gobierno de Aragón, para una vez identificados entregarlos a las familias que los reclamen, mientras aquellos que permanezcan sin nombre volverán a las fosas originales sobre las que la asociación quiere hacer un memorial.
El objetivo, explica el presidente de la Asociación Manuel Castillo, es "recolocar la historia en su sitio", la de un pueblo "que se destruyó con la eliminación de sus familias" en el alzamiento del 18 de julio de 1936.
Pero para ello la asociación todavía necesita los permisos del ayuntamiento para continuar con las excavaciones en el cementerio, ya que se cree que la fosa mayor se prolonga por debajo del andador actual, y todavía hay otros dos puntos en los que se estima que también puede haber fusilados de ese periodo.
También necesita fondos, que hasta la fecha ha recibido del Estado a través del Gobierno autonómico, institución regida ahora por PP-Vox que el próximo lunes 20 de noviembre, el día en que se cumplen 48 años de la muerte del dictador Francisco Franco, iniciará los trámites para derogar la Ley de Memoria Democrática de Aragón.
