El interesante pueblo de Aragón por el que pasó don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes tuvo muy presente Aragón cuando escribió su novela 'Don Quijote de la Mancha', tanto que este pueblo de la provincia de Zaragoza fue lugar de estancia del hidalgo y su fiel escudero, Sancho Panza.
En Aragón, la cantidad de pueblos encantadores y con anécdotas de lo más curiosas es enorme. Desde los incluidos en la lista de 'Los pueblos más bonitos de España hasta algunos con divertidos nombres, el número de pueblos llamativos en la comunidad parece no tener final y merece mucho la pena visitarlos. Es el caso de un pueblo de la provincia de Zaragoza, que aparece como escenario de escenas de una de las novelas más importantes de la historia de España: 'Don Quijote de la Mancha', de Miguel de Cervantes.
Qué ver en Pedrola, muy cerca de Zaragoza
Este pueblo de la Comarca Ribera Alta del Ebro, a tan sólo 35 kilómetros de Zaragoza, está marcado por su pasado histórico, reflejado incluso por Miguel de Cervantes en la segunda parte de El Quijote, donde recuerda la estancia del hidalgo en el Palacio Ducal de Villahermosa de la singular villa en algunos de los episodios más divertidos de la obra. Esto se debe a que el autor también se alojó en dicha casa nobiliaria, una de las más importantes de España.
El impresionante casco histórico de la localidad es un barrio lleno de historia marcado por la influencia de la nobleza de Aragón. Los monumentos de mayor atractivo turístico de Pedrola están declarados Conjunto Histórico-Artístico: el Palacio Ducal de Villahermosa y la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. El primero es un edificio del siglo XVI con carácter renacentista italiano y detalles barrocos y neoclásico que fue levantado en el emplazamiento de la antigua fortificación de los Luna y tiene acceso directo a la iglesia a modo de paso en alto. Además, en su interior alberga obras pictóricas de Roland de Mois, Goya, Sorolla o José Antolinez y esculturas en bronce de Carderera. También se pueden ver muebles de época, porcelanas de Sèvres, tapices de Gobelinos y destacados artesonados renacentistas.
La Iglesia renacentista de Nuestra Señora de los Ángeles se levantó en el siglo XIV sobre una antigua edificación románica del siglo XIII. Cuenta con numerosas obras de gran importancia artística, como el retablo mayor y la capilla del Sagrado Corazón, pintados por Francisco Bayeu, o un cuadro de Anton Van Dyck.
Pero la Ermita de San Sebastián, cuyo origen se remonta al siglo XVI, y el antiguo hospital, que en las últimas décadas ha sido utilizado como escuela, biblioteca y residencia de ancianos, también merecen una visita. Al igual que la Fuente de San Roque, una figura del patrón de Pedrola que tiene ocho caños con forma de cabeza de león desde donde surge el agua de manantial que prolifera en el subsuelo de toda la localidad.
Además, es curiosa la Fuente de Pardinas, un manantial natural dedicado durante décadas a las labores de lavado de ropas y enseres por las mujeres, sobre todo del barrio de El Cabezo.
Cómo llegar a Pedrola
Para llegar a Pedrola desde Zaragoza hay que tomar la A-68 en un corto trayecto de media hora en coche.
