María Uriol: "Zaragoza tiene que volver al circuito de los grandes conciertos internacionales"

La gerente de Zaragoza Cultural defiende que la plaza del Pilar "tiene que acoger tres o cuatro grandes acontecimientos culturales al año" 

María Uriol es gerente de Zaragoza Cultural desde el mes pasado.
María Uriol es gerente de Zaragoza Cultural desde el mes pasado.
Francisco Jiménez

Nacida en Zaragoza en 1979, María Uriol Martínez iba para periodista pero en COU una profesora le despertó la pasión por la historia del arte. Tras licenciarse en la universidad de su ciudad natal, empezó a trabajar en el ámbito de gestión de proyectos culturales, primero en el Gobierno de Aragón, pero sobre todo como 'freelance' y en la empresa Trazacultura. Trabajó en la Fundación Zaragoza 2008. “Llevé la coordinación de las exposiciones y fueron tres años fantásticos; quizá, desde el punto de vista profesional, la mejor época de mi vida -recuerda-. Jesús Ángel González Isla me enseñó gran parte de lo que sé”.

Entre 2012 y 2015 fue gerente del Museo Diocesano de Zaragoza. “Fue un periodo efímero porque así lo decidí yo. Llegué para darlo a conocer y elevar el número de visitantes, pero no tuve la confianza de la dirección científica y finalmente dimití. Es una pena, porque creo sinceramente que es el mejor museo de Zaragoza y que tiene unas posibilidades tremendas, pero lo cierto es que hoy está fuera de las agendas culturales de la ciudad”. Tras un periodo de trabajo en el ámbito privado, Jorge Azcón, cuando era alcalde de Zaragoza, la llamó para encargarle la gerencia del Patronato de Educación y Bibliotecas. Desde el mes pasado es gerente de Zaragoza Cultural.

Llega a Zaragoza desde las bibliotecas municipales. ¿Qué ha aprendido en su etapa como gerente del Patronato de Educación y Bibliotecas?Mucho. El Patronato es más difícil de gestionar de lo que parece porque es enorme: incluye 40 centros abiertos, entre bibliotecas y escuelas infantiles, 300 trabajadores, una universidad popular con 5.000 alumnos y un presupuesto de 16 millones anuales. Cuando llegué, el principal problema que tenía es que no se comunicaba, ni interior ni exteriormente: una biblioteca no sabía lo que hacía o programaba la otra, y muchos zaragozanos desconocían a todas. Conseguimos salir más allá de los propios muros de las bibliotecas, entrar en los festivales... Lanzamos propuestas como el Kiosco de las Letras, Más que Lectura o La Biblioteca Humana. Personalmente, me enseñó además dos cosas, que la única manera de funcionar es en equipo, y esto no es una frase hecha, sino la realidad; y que si trabajas feliz das lo mejor de ti. Y eso en un servicio público se nota mucho. Hay que tratar bien a los demás, tu equipo tiene que estar feliz, motivado. Todo va mucho mejor.

¿Qué cifras son las que maneja ahora en Zaragoza Cultural?Un equipo de 43 personas y un presupuesto de 13 millones de euros anuales.

Tiene experiencia en la gestión privada. Usted sabe lo que vale un libro, un disco o un concierto.Y esa experiencia ha sido muy importante. Ser autónomo te enseña a buscarte la vida, a llamar puertas, ingeniártelas y ahorrar dinero.

En Educación y Bibliotecas se la veía muy cómoda. ¿Por qué aceptó Zaragoza Cultural?Tenía mucho trabajo pero lo llevaba bien. Me van los retos y en la vida hay que salir de la zona de confort de cuando en cuando. En cierta medida, Zaragoza Cultural me ofrecía la posibilidad de volver a mi mundo, de intentar aportar algo a la cultura de la ciudad. 

Hay quien dice que es usted la mujer de confianza de la alcaldesa en el área de Cultura.Natalia Chueca es una gran gestora y yo estoy alineada con su modelo de gestión, de eso no cabe duda. Pero no he venido a hacerle la sombra a nadie ni a competir, sino a sumar con el equipo que ya estaba trabajando aquí. Al Ayuntamiento no me trajo Natalia Chueca sino Jorge Azcón, y quiero pensar que en los tres años que he estado en Educación y Bibliotecas he gestionado el patronato bien y eso ha hecho que la alcaldesa confíe en mi, lo cual es una suerte.

María Uriol, a las puertas del Torreón Fortea.
María Uriol, a las puertas del Torreón Fortea.
Francisco Jiménez

Lleva ya casi un mes en el cargo. ¿Qué diagnóstico hace de Zaragoza Cultural?En Zaragoza Cultural se trabaja mucho y salen proyectos a diario. En estas semanas estoy reuniéndome con todo el equipo, primero individualmente y luego por grupos. Estoy viendo aún las cifras, los balances, los proyectos externos, las subvenciones, las ayudas directas... Todavía no tengo una radiografía completa, en el primer semestre no se pueden cambiar muchas cosas.

Alguna idea tendrá de lo que hay que reordenar o cambiar.Pienso que es muy importante mantener el apoyo a la industria cultural local, pero que Zaragoza debe retomar los grandes proyectos porque son los que te ponen en el mapa. Zaragoza tiene que volver a los grandes circuitos internacionales de conciertos. De hecho, en cierto modo ya ha vuelto, y ahí está el ejemplo del Vive Latino, que creo que ha marcado un antes y un después, que ha demostrado que la explanada del Recinto Expo puede ser el escenario de grandes conciertos. Pero hace falta más.

Esos grandes conciertos requieren un presupuesto.Y lo tendrán, porque un gran concierto deja mucho dinero en una ciudad. Pero, sinceramente, necesitamos algo más: una nueva Romareda. Las grandes figuras, pongo por ejemplo a Taylor Swift, no actúan en recintos de menos de 40.000 localidades. Necesitamos un escenario de ese tipo. No puedes programar un concierto de Quevedo, por decir otro nombre, si no sabes dónde.

¿Qué novedades puede anunciar?La plaza del Pilar tiene que ser la plaza más viva, un lugar donde sucedan más cosas, donde haya teatro de gran formato, eventos musicales, intervenciones artísticas...

'La plaza más viva suena' ya a eslógan a nombre de un programa. ¿Le parece que suceden pocas cosas en la plaza del Pilar?Es cierto que allí pasan muchas cosas , pero echo en falta que sucedan en ella 3 o 4 grandes acontecimientos al año. Hay que hablar antes con el Cabildo. La plaza es compartida y es básico que nos llevemos bien y nos entendamos. El propio Cabildo ha anunciado que algunas noches va a abrir las catedrales a las visitas. Eso demuestra que apuesta también por la cultura en la plaza.

El modelo de fiestas del Pilar parece consolidado, pero hay quien pide cambios en la programación. ¿Los habrá?El modelo de las fiestas del Pilar se tiene que construir entre todos y para plantear cualquier alternativa hay que justificarla antes. Ahora bien, sí puedo anticipar cuál es una de nuestras preocupaciones. A las fiestas vienen cada vez más visitantes y nos parece fundamental pensar en la seguridad ciudadana. Algunos espacios, como la propia plaza del Pilar, están sobresaturados de público en algunos momentos.

Además de la programación del Pilar, se ocupan de otras fiestas populares. El 5 de marzo está a la vuelta de la esquina.Creo que hay que renovar todas las celebraciones populares. Este cinco de marzo celebraremos el cumpleaños de la comparsa de gigantes y cabezudos y hemos invitado a otras comparsas. A nuestros gigantes y cabezudos hay que darles más importancia porque la merecen, como ocurre en otras ciudades de nuestro entorno, donde se organizan festivales y distintas actividades en torno a los suyos. También habrá cambios en la Cabalgata de Reyes. La próxima será ya una cabalgata de producción propia, con un hilo argumental, vestuario y escenografía propios... Cuando esté totalmente perfilada contrataremos a las compañías que la pondrán en escena.

Zaragoza Cultural tiene una infraestructura emblemática, el Auditorio. El concurso para nombrar a un nuevo director quedó desierto. El Auditorio va a cumplir 30 años y habrá que celebrarlo como merece. No existe otro Miguel Ángel Tapia, no hay nadie con su bagaje y a me encantaría que no se jubilará aún, pero la decisión depende de él. Me gustaría que no se fuera y él lo sabe. Sería importante también que antes de retirarse forjara a alguien a su imagen y semejanza. Me gustaría que el Auditorio, que es la única fuente de ingresos de Zaragoza Cultural, hiciera más producciones propias, y reforzara aún más ese carácter internacional que ya tiene. He invitado al director de la Ópera de Avignon a que nos visite y nos cuente cómo programan allí y qué tipo de financiación tienen. Nuestro auditorio cuenta ya con 14 patronos privados, lo cual es bastante, dado el nivel del mecenazgo en España, pero no hay que renunciar a ser 'europeos' también en eso y conseguir más patronos. El deporte tiene más mecenazgo que la cultura, y hay que intentar cambiarlo.

Parece muy preocupada por la rentabilidad. Pero la actividad cultural no siempre es rentable en términos económicos.Cierto, pero hay que buscar cierto equilibrio. Un gran concierto deja mucho dinero en una ciudad, en hoteles, en hostelería, en comercio... y no podemos dar la espalda a esa realidad. Por otro lado, la pandemia nos ha enseñado lo importante que es el tejido cultural en una ciudad, en una comunidad, y tampoco podemos obviarlo.

¿Qué proyectos apoyará? Hay algunos de los últimos años que son cuestionados, como el Saraqusta Film Festival o las Fiestas Goyescas Todo en la vida tiene fecha de caducidad, y todos los proyectos no se pueden sostener para siempre porque hay que dejar paso a otros nuevos y a nuevas personas. Respecto a las Fiestas Goyescas, quizá sí haya cosas que se deban modificar, pero cambiar algo no quiere decir siempre que esté mal, a veces simplemente significa que se puede mejorar. En cuanto a los festivales de cine, el ayuntamiento apoya económicamente ahora a seis, y algunos de ellos reciben financiación de otras instituciones. Hay un dato que debería hacernos reflexionar: hace casi 30 años, cuando Málaga estudiaba crear un festival de cine, vinieron a la capital aragonesa para ver cómo se organizaba Cinefrancia. Hay que ver ahora dónde está cada proyecto. ¿Es complicado que Zaragoza tenga un festival a la altura de San Sebastián, Málaga o Valladolid? Quizá habría que repensar nuestros festivales.

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