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Ana Guerri, diseñadora de moda: constante evolución
La zaragozana es una de las jóvenes promesas de la moda aragonesa con un pie en la belleza clásica y el alma en el feminismo.
A sus 24 años, la zaragozana Ana Guerri cristaliza en su estilo nuevas maneras de entender la feminidad. En la forma, sus diseños beben de los patrones más clásicos, de la tradición más favorecedora, la que históricamente se identifica con la belleza aspiracional, con esos vestidos-espectáculo que hacen soñar. En el fondo hay muchísimo más. Reflexiones que conectan con los valores del feminismo, de la sororidad, de la verdadera visibilidad de la mujer en el mundo de la moda y del papel que ha tenido, tiene y, sobre todo, tendrá. A la vez, la modista tiene querencia por los toques masculinos, a la hora de crear pero también de vestir ella misma, le encantan "la sastrería, los chalecos, jugar con esa dicotomía entre el estilo de hombre y el de mujer". Guerri forma parte de ese nuevo rol que ellas quieren tener en la industria de la moda y en el diseño. Protagonista e independiente.
La pasión de Ana por la moda es vocacional. Y le nace desde niña, al calor de las revistas de moda que leía en la peluquería que sus padres aún regentan en la calle de Pedro María Ric de Zaragoza (Ramón Guerri).
Formada en la Escuela Superior de Diseño de La Rioja, sus estudios la han situado en un plano que atiende tanto a la creatividad como a la investigación. Para ella es importante sustentar sus creaciones en una reflexión previa que a su vez se alimenta de innumerables lecturas y referencias tanto de la alta cultura como de lo popular. Una y muy importante es, por ejemplo, ‘Casa de muñecas’, la obra de Ibsen que para ella representa "la evolución", que es un concepto troncal a estas alturas de su desarrollo como diseñadora. "Me gusta ese proceso por el que una mujer que estaba alienada despierta y cambia, se da cuenta de ciertas cosas por ella misma y se hace dueña de su destino". Esa misma idea es la que alentó la colección con la que deslumbró en el Certamen de Jóvenes Diseñadores que se celebró el pasado marzo en el marco de la Aragón Fashion Week. De título ‘Penélope’, exploraba la obra del mismo nombre de Margaret Atwood.
Batallón de lecturas
Más lecturas que animan el universo de Ana Guerri: ‘Batallón de modistillas’, de Leticia García, con el que aprendió la importancia las mujeres en la moda, en contraposición con su habitual condición de secundarias. "La moda la consumen principalmente mujeres y la hacen las mujeres, pero los diseñadores más conocidos son hombres, eso tiene que cambiar", se propone.
Guerri entiende que la perspectiva de género es importante en la moda. En el sentido de que "las mujeres somos las que llevamos la ropa y sabemos lo que nos es más cómodo o llevadero". Ella misma ha experimentado su propia evolución, todavía en proceso, reconoce, por su juventud. "Mis primeros diseños eran más pesados, con tafetanes y telas más espesas, pero en ‘Penélope’ opté por materiales más vaporosos, son prendas muy femeninas, pero que quieren ser cómodas, que la mujer sea libre al llevarlas".
Guerri se siente conectada con las que le precedieron –habla con pasión de Coco Chanel o de Vionnet– y a la vez quiere establecer hilos con otras creadoras. En su colección para la AFW lo hizo trabajando con las artesanas Susana Martín, que realizó unos apliques de cristal para uno de los seis vestidos, y con Marian Natalías, que creó las gafas.
En esa visión empática de la moda, Ana Guerri quiere subrayar el valor que para ella tiene su actual trabajo como dependienta en una tienda de moda, que compatibiliza con su labor como diseñadora. "Creo que todo el mundo que se dedica a la moda, incluso los empresarios, deberían pasar por una tienda, porque aprendes lo que quieren las clientas, a familiarizarte con los tejidos, con los patrones, a entender el sector desde el otro lado...".
