Sánchez saca pecho como presidente de la UE para remontar las encuestas
El candidato del PSOE confía en su tirón internacional para remontar ante un Feijóo inexperto en política internacional.
Pedro Sánchez busca tirar una vez más de manual de resistencia, el mismo que le resucitó como líder del PSOE en 2018 dos años después de ser obligado a dimitir como secretario general socialista por las conspiraciones internas.
En 2023 y a la víspera de las generales del 23-J, el hasta ahora superviviente Sánchez se enfrenta a un nuevo reto mayúsculo de cara a mantenerse en la Moncloa. Para lograrlo se aferra a dos cabos frente al "verano azul del PP", que pregona un Feijóo que trata de transmitir ante el electorado conservador y socialista moderado que no habrá otro más que él como próximo inquilino de la Moncloa, pactos o coaliciones al margen.
Tras viajar el sábado a Kiev para reunirse con el presidente ucraniano Voldímir Zelenski a modo de gesto del compromiso comunitario ante la invasión rusa, Sánchez recibió este domingo en Madrid al presidente del Consejo Europeo, el liberal Charles Michel. Un dirigente al que habrá que reemplazar tras las elecciones europeas de mayo de 2024 y para el que se atisban sustitutos tanto en el partido liberal al que pertenece como dentro de los socialistas europeos.
Sánchez ejerció de perfecto anfitrión de Michel, cena de gala incluida, y aprovechó de paso para reivindicar su compromiso comunitario. "Vamos a trabajar con agradecimiento y sobretodo con un profundo sentimiento europeísta, que es el sentimiento que tiene la mayoría social de nuestro país para que esta presidencia sea un éxito", dijo. La cuestión radica en que, de no dar los números a los socialistas, será el popular Núñez Feijóo quien se llevará a la postre y para mayor gloria personal una presidencia europea que supone un espaldarazo electoral y político, el mismo que trata de acaparar Sánchez y al que desde luego tampoco renunciará el candidato del PP de tener esta oportunidad en sus manos.
