El secesionismo de Cataluña vela armas electorales

Las generales no solo dirimen la batalla entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. En Cataluña, tendrán consecuencias sobre el inestable tablero político.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
Alejandro García

La contienda de las generales puede precipitar el adelanto electoral en Cataluña -si ERC vuelve a sufrir un castigo como en las municipales-, puede provocar una radicalización del independentismo y recomponer el panorama político, que no acaba de encontrar la estabilidad. Estas son las claves del 23-J en Cataluña.

Las encuestas. El PSC va al alza y Junts puede atrapar a ERC

Los sondeos apuntan a que el PSC volverá a ser la primera fuerza, después de que en las anteriores elecciones lo fueran los comunes (2015-16) y ERC (las dos de 2019). Fuentes socialistas hablan de superar los 15 escaños (la lista que encabezó Carme Chacón obtuvo 25). Junts podría alcanzar a ERC en la pugna soberanista. Los republicanos tienen ahora 13 asientos (15 en abril de 2019), su mejor marca histórica. En las cuatro provincias catalanas, se ponen en liza 48 escaños, 32 en Barcelona.

Frankenstein más caro. Referéndum a cambio de investidura

ERC ha sido una fuerza clave esta legislatura. Con su abstención, facilitó la investidura de Pedro Sánchez. También le aprobó, entre otros, los Presupuestos. Esquerra está dispuesta a reeditar la mayoría de la investidura, pero asegura que ahora su apoyo será más caro. Apunta al referéndum, aunque no es condición 'sine qua non' como para la CUP. Junts se presenta como la única opción que no investirá a Sánchez.

Gobierno PP-Vox. Llamadas a la unidad secesionista

El independentismo agita la bandera del 'procés' ante una eventual victoria de la derecha. Los Gobiernos del PP han sido 'fábricas' de secesionistas, advierte el soberanismo. De momento, el presidente de la Generalitat llama a la unidad secesionista para defender las instituciones catalanas ante la posible llegada de los conservadores a la Moncloa. ERC y Junts llevan semanas tanteando un incipiente deshielo y se ponen en alerta, de entrada, por los primeros anuncios de Baleares y la Comunidad Valenciana en materia lingüística. La cuestión del catalán en la escuela se antoja como la gran batalla de la próxima legislatura si el PP, liderado aún en Cataluña por Alejandro Fernández, depende de Vox.

Abstención. Asoma la cuarta lista nacionalista

De cara al 23-J, el independentismo tiene el enemigo en casa. «Un disparo a la cabeza», según lo definió un dirigente de Junts días atrás. El nacionalismo más radical ha llamado a la abstención. Busca un castigo contra ERC, Junts y la CUP. Algunas de las entidades que promueven quedarse en casa justifican su abstención como una «venganza» contra los tres partidos nacionalistas (ERC, Junts y la CUP) por no cumplir su promesa de consumar la secesión tras el referéndum del 1-O. 

Entre los abstencionistas hay sectores muy minoritarios, grupúsculos radicales, pero también está detrás la otrora poderosa ANC, motor movilizador del 'procés'. La eurodiputada Clara Ponsatí, de Junts, también promueve la abstención. Hay dirigentes y sectores mediáticos de la órbita del partido de Puigdemont que se han distanciado de los junteros por su intento de regreso hacia la antigua Convergència. El secesionismo radical que promueve la abstención quiere usar el 23-J como campo de pruebas para ver si es viable una cuarta lista nacionalista, como la que impulsa la ANC. Hay miedo a una alta abstención (en las municipales creció hasta el 44%) en los cuarteles generales de ERC, Junts y la CUP, que sus primeros mensajes de campaña han ido dirigidos a los abstencionistas

¿Adelanto electoral? Un Govern débil en minoría

El expresidente de la Generalitat ha situado a sus fieles en los puestos clave de las listas electorales de Junts. No ha querido sorpresas como la candidatura de Trias en las municipales. El caso judicial del dirigente nacionalista marcará la campaña del 23-J. El próximo 5 de julio, en vísperas de la pegada de carteles, el Tribunal General de la UE se pronunciará sobre la inmunidad de los líderes independentistas huidos en Waterloo, una sentencia que en el entorno del expresidente llevan meses advirtiendo de que se será clave para su posible regreso a España. Si recupera la inmunidad y vuelve, el nuevo presidente del Gobierno tendrá una patata muy caliente que gestionar. Igual que si no recupera la inmunidad y el juez Llarena reactiva las euroórdenes. La carpeta Puigdemont es el asunto más delicado de los que aún colean del 'procés'.

Pere Aragonès ha cumplido ya medio mandato. Pero su gobierno es muy débil, ya que solo cuenta con el apoyo de 33 diputados de ERC (sobre 135). Esquerra se la juega en las elecciones del 23-J. En las municipales, perdió 300.000 votos. En Barcelona, pasó de 10 concejales a cinco. Por primera vez, hay críticas internas contra Oriol Junqueras y su estrategia de mano tendida al Gobierno. Si Junts atrapa a ERC (ahora están 13 a 4), Aragonès podría verse obligado a adelantar las elecciones a 2024. ERC no consigue consolidarse como fuerza de referencia del soberanismo, como pretendía Junqueras. Y el PSC, ganador de las últimas elecciones catalanas, va a más.

Efecto Barcelona. Alcalde socialista en la capital catalana

Puede tener tres consecuencias. La primera: que Junts abandone la idea de regresar a posiciones moderadas ('operación Trias') porque al final no le ha servido de nada y la Alcaldía ha ido a manos del socialista Collboni. Dos: repliegue del independentismo, desconfianza hacia el PSC y vuelta a los bloques del 'procés'. Y tres. Si hay adelanto de las autonómicas, Illa puede volver a ganarlas. Y ya sabe cuál es la fórmula para salir investido: PSC, comunes y PP. A día de hoy, no salen las sumas, pero tanto socialistas como populares van al alza. Y ambos tienen armado el argumentario: para cerrar paso al independentismo.

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