Esta es la mejor receta para aprovechar las hojas de las alcachofas

Se trata de una pieza de verdura muy famosa en España, que se puede exprimir al máximo con multitud de recetas muy económicas: del corazón a las hojas. 

El origen de la alcachofa se sitúa en el antiguo Egipto.
El origen de la alcachofa se sitúa en el antiguo Egipto.
Semakokal, vía: canva.es

La alcachofa, cuyo nombre científico es cynara scolymus, es una planta herbácea del género Cynara en la familia Asteraceae, cultiva como alimento en climas templados. La alcachofa es una joya gastronómica por su sabor único y porque se le puede sacar mucho partido. Tanto, que se ha convertido en un elemento esencial en la dieta de España. No es de extrañar que existan tantas recetas para aprovechar desde su carne hasta su corazón, pasando por sus hojas. 

La alcachofa se ha ganado un lugar destacado en la cocina española, sirviendo como ingrediente estrella en una amplia variedad de recetas. Desde aperitivos hasta platos principales, su presencia es inconfundible. No obstante, a la hora de limpiar las alcachofas y prepararlas para la cocina podemos incurrir en un error. Y es que, también podemos aprovechar los desperdicios sobrantes, es decir, las hojas de las alcachofas que se retiran, ya que a partir de estas se pueden elaborar deliciosos platos de cuchara como sopas y cremas e, incluso, arroces.

Una de estas recetas con las hojas de las alcachofas es perfecta para las temporadas de frío. Se trata de un caldo vegetal de alcachofas que se puede usar por sí mismo o añadir a otras recetas como carne, arroces, judías verdes... Porque aporta mucho sabor. 

Cómo hacer caldo de alcachofas

Ingredientes para 4 personas: 

Las hojas resultantes de limpiar 5 alcachofas. 

1 cebolla. 

1 puerro.

1 apio

1 trozo de jenjibre.

2 litros de agua para el caldo.

Sal al gusto

2 zanahorias o 1 calabacín (al gusto). 

Se recogen las hojas de las alcachofas. Se limpia y lava el puerro (conservando la parte verde y blanca)y el apio. A continuación, se pela la cebolla y el jengibre y se trocean. Hay que recordar con un poco de jengibre es suficiente. 

Después, se colocan estas verduras en una olla con 2 litros de agua y una cucharadita de sal. Y, se cuece el caldo durante 10 minutos. Pasado este tiempo, se retira la olla del fuego y cuando se haya ido todo el vapor se tritura con una batidora. 

Una vez trituradas las verduras, se pasa el caldo por un colador para que adquiera una textura lo más fina posible.

Pero la influencia de la alcachofa va más allá de las recetas tradicionales o de las de aprovechamiento, como este caldo. Y es que, los chefs modernos han elevado esta verdura a nuevas alturas, incorporándola en platos creativos como ensaladas contemporáneas, pizzas 'gourmets' y tapas innovadoras. La capacidad de la alcachofa para adaptarse a nuevas tendencias culinarias la convierte en un componente esencial en la cocina española contemporánea.

Propiedades y beneficios de la alcachofa 

Según la Federación Española de la Nutrición (FEN), la alcachofa tiene mucha fibra. Y, es una fuente de "proteínas, fósforo, potasio, esteroles y cinarina". Además, la FEN explica que tras el agua, el componente mayoritario de las alcachofas son los hidratos de carbono, entre los que destaca la insulina y la fibra. 

Por otro lado, los minerales mayoritarios de las alcachofas son el potasio y el fósforo. El potasio contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos. En el caso del fósforo, este contribuye al mantenimiento de los huesos y dientes en condiciones normales. Además, es un alimento con muy pocas calorías (44 kilocalorías por cada 100 gramos de alcachofas). 

Por último, una ración de alcachofas cubre el 20% de las ingestas recomendadas de fósforo, tal y como apunta la FEN. 

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