Zaragoza se suma a la moda de los cruasanes gigantes en su día mundial
Le Petit Croissant empezó a elaborar la versión XXL hace tiempo y este año presenta uno de chocolate.
En París, en las boutiques de Philippe Conticini, los cruasanes de grandes proporciones se pusieron de moda hace algo más de un año. En cualquier caso, no es el único formato que últimamente marca tendencias alrededor de este delicioso bollo hojaldrado. También están el cruapán, el ´smash croissant` o el cruasán helado.
Sin embargo, la versión XXL da mucho juego, sobre todo a la hora de mostrarla en redes sociales, de ahí que se haya convertido en un producto muy solicitado por los 'tiktokers'. Desde París, los cruasanes gigantes han encontrado acomodo en otras grandes urbes como Londres, y de ahí, al resto del mundo.
Por supuesto, a España también ha llegado la moda y, en Zaragoza, casi podría hablarse de un establecimiento pionero a la hora de visibilizar este bollo tan espectacular. Se trata de Le Petit Croissant, que tiene tres tiendas en la capital aragonesa.
El 30 de enero es el Día Mundial del Cruasán y en este establecimiento lo quieren celebrar elaborando y vendiendo varios de grandes dimensiones. No solo los tienen a disposición de la clientela en esta fecha, sino que estarán a la venta esta semana hasta agotar existencias. Además, se pueden encargar todo el año reservándolos con dos días de antelación.
Sin ánimo de apuntarse un tanto sobre quienes fueron los primeros en desarrollar esta idea, la propietaria, Anne-Laure Romeuf, recuerda que “hace unos años un cliente nos dijo si le podíamos preparar un cruasán grande y nos pusimos a ello; no es fácil que con este tamaño fermente bien por dentro y que no se baje, pero lo conseguimos y desde entonces lo ofrecemos puntualmente a la clientela”.
Realmente impresiona a primera vista. Mide alrededor de medio metro y pesa un kilo. Su autor es el maestro pastelero de Le Petit Croissant, Daniel Castillo. Para su elaboración, pone el mismo mimo que para la versión clásica, además de emplear ingredientes similares. “Utilizamos una mantequilla especial que no se vende en España, la traemos de Francia junto a algunas harinas”, explica. Esta es la gran diferencia al degustar este producto, que no se elabora con margarinas u otras grasas. Y se nota, vaya si se nota.
Anne-Laure comenta que el formato XXL “se lo llevan para un desayuno de muchas personas o para regalar en cumpleaños”. Hay que tener en cuenta que es adecuado para que degustarlo entre ocho y diez comensales de una sentada.
“Aunque pueda parecer que se queda más seco que los cruasanes normales, la verdad es que no es así; está muy jugoso y apetecible”, explica el maestro pastelero. A su juicio, es mejor comerlo el mismo día de la elaboración, “pero dos días aguanta bien y, si sobra algo, se pueden hacer rebanadas y tostar como si fuera pan y untarlo con alguna mermelada”.
Este año, coincidiendo con el Día Mundial del Croissant, y como novedad, en este establecimiento se han animado con una segunda versión XXL, aunque de un tamaño un poco más pequeño. Es de chocolate y Daniel Castillo explica que “lo hacemos con una técnica que se llama cruasán bicolor que consiste en incorporar cacao a una parte de la masa”. Por fuera, la cobertura de chocolate muestra de qué está elaborado. Realmente, de esta versión laminera se han hecho dos formatos grandes.
Lo dicho, sin hacer mucho ruido, Zaragoza se sitúa en el mapa de una de las tendencias que triunfa en el mundo. El cruasán más grande, de un kilo, que se vende en Le Petit Croissant cuesta 20 euros, y los de chocolate, 20 y 30 euros.
