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Después de la gula navideña, ¿mañana, qué comemos?

Las comidas copiosas, los dulces y el alcohol, entre otros, han estado presentes estos días de una forma acusada.

Ensalada de pasta.
Ensalada de pasta.
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Las dos últimas semanas han sido días de vermús, comidas, cenas, cafés, meriendas, copas y hasta recenas. Las gulas –sucedáneo de surimi– han estado presentes en las mesas de algunos hogares, pero la gula como pecado capital en casi todos. Después de los excesos, llega la culpa. Bueno, que todavía no ha llegado el final: es el turno del roscón. "Que sea de desayuno o merienda, nunca de postre", aconseja Marilourdes de Torres Aured, coordinadora de Nutrición del Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza. "Y con nata de verdad, nada de grasas saturadas", agrega.

Por "normalidad" apuesta Jesús Román Martínez, presidente del comité científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca). "Lo de comérselo todo ya ha pasado, ahora hay que volver a lo de siempre", apoya el también presidente de la Fundación Alimentación Saludable de España. "Además, no está de más que se le dé un descanso al aparato digestivo después de los excesos de Navidad", añade Martínez. "Ya no es el colesterol o la grasa que comemos, sino también hace falta una tregua", insiste. No obstante, "no se debe dejar de comer de forma drástica", recomienda de Torres.

"El tipo de cocinado tiene que ser más ligero"

En la mayoría de los casos las alifaras comenzaron el 24 de diciembre, con la cena de Nochebuena, pero otros ya habían empezado semanas atrás con las celebraciones de empresa, y concluirán pasado Reyes, que siempre quedan compromisos pendientes.

Entonces, ¿ahora qué? "Recomiendo hacer desayunos ligeros, con fruta, y comidas a base de verduras", pone sobre la mesa Martínez, profesor de la Universidad Complutense. El objetivo es regresar a la dieta mediterránea básica. Este experto enumera imprescindibles del día a día, como una chorradita de aceite de oliva virgen, un puñadito de frutos secos, verdura, fruta, legumbres y pescado dos o tres veces por semana, entre otros. "Se puede comer una legumbre sola o una verdurita y pescado a la plancha, que no se va a pasar hambre", añade.

En las semanas venideras no solo es necesario reducir la cantidad de alimento, sino que además hay que apostar por elaboraciones más sencillas. "El tipo de cocinado tiene que ser más ligero", cuenta el presidente del comité científico de la Sedca. Es decir, recetas a la plancha o hervidas.

"Todo lo que se come antes de las 14.00 engorda menos que si se hace a partir de las 15.00 y la cena debe ser entre las 20.30 y 21.15"

De Torres da una serie de trucos. "Los primeros y los segundos se deben comer en plato de postre, porque nos da la sensación de que nos estamos comiendo un platazo –dice la coordinadora de Nutrición–. Engañamos un poco al cerebro". Otra recomendación de la zaragozana es desayunar antes de empezar la jornada laboral. "Cuando empezamos a trabajar, el cerebro necesita aminoácidos y glucosa", apoya. Y, por último, pone el acento en la crononutrición. "Es la cronobiología aplicada a la nutrición y se ha demostrado con evidencia científica que todo lo que se come antes de las 14.00 engorda menos que si se hace a partir de las 15.00 y la cena debe ser entre las 20.30 y las 21.15", señala Marilourdes de Torres. "Y, además, tienen que pasar dos horas entre el fin de la cena e irnos a la cama", agrega.

Las carnes asadas han sido el plato principal en muchas casas aragonesas y estos días también se pueden sustituir. "Se puede cambiar por recetas de legumbres y de formas diferentes, como la pasta de lentejas con verdura, un plato muy completo y original –propone Martínez–, porque además de sano, tenemos que cocinar con un poco de imaginación". En definitiva, la meta que marca Jesús Román Martínez es que "se pueda volver a tener hambre, a notar la sensación de apetito".

Exceso de dulce y alcohol. Los brindis con bebidas alcohólicas son habituales en estas fechas y, como es sabido, también influyen en la salud. Ahora es tiempo de moderarlos: "Hay que beber agua mineral o con gas y, si es cerveza, que sea sin alcohol".

Los expertos aconsejan compaginar la alimentación saludable con ejercicio, pero con constancia. "Te matriculas en el gimnasio después de Reyes y a final del mes de enero ya te has olvidado. Es un hábito que tiene que gustar", señala Martínez. Una práctica sencilla que propone de Torres es subirse y bajarse del transporte una parada antes y después.

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