gastronomía
Un sabor aragonés se cuela en el anuncio de la Lotería de Navidad 2023
Un pequeño detalle gastronómico aparece en el 'spot' de este año y ha sorprendido a sus propios productores.
Uno de los clásicos previos a la Navidad es la presentación del anuncio de la Lotería del 22 de diciembre. El relato cambia cada año y en esta ocasión se cuenta la historia de una hija que responde a las llamadas de sus padres y al final desea que todo el mundo se esfume. Su deseo se hace realidad y al final es la única protagonista de unas vacías calles de Madrid.
A pesar de que los escenarios se centran en famosos enclaves de la capital de España, como ya ha ocurrido en otras ocasiones un guiño aragonés hace un cameo en este tradicional 'spot'.
"Sí, son nuestras frutas de Aragón, pero no teníamos ni idea", confirma estupefacto Joaquín Galve, director comercial de Jaysso, al ver el fotograma del anuncio en el que aparecen sus dulces. En el anuncio de la Lotería de Navidad aparecen en primer término un ejemplar de pera y otro de naranja sobre la mesa de la cocina, junto al décimo. Sin embargo, en el bol que se encuentra sobre la encimera se aprecia más surtido, a juzgar por los coloridos celofanes.
Desde esta empresa de La Cartuja recuerdan otra campaña publicitaria, en esa ocasión de telefonía móvil, en la que se utilizaron una de sus cestas de frutas de Aragón como reclamo. "Entonces también alucinamos", ríen.
Así se hacen las frutas de Aragón del anuncio de la Lotería de Navidad
En este obrador del polígono industrial de La Cartuja el chocolate sale de un gran depósito y baña las frutas confitadas que cortan a mano las trabajadoras en unas mesas. Tan solo siete minutos separan un trocito de fruta confitada en este "bombón" de Jaysso.
A continuación se envuelven en brillantes papeles, cada uno de un color. El paso del envasado en Jaysso es automatizado en máquinas especializadas -aunque también hay una parte que es a mano-.
La historia de Jaysso y su mofletudo 'baturrico'
La palabra Jaysso tiene su origen en el nombre de su fundador: Jaime de Ossó. La creó en 1949 y en la actualidad la gestiona la tercera generación. "Comenzó en un pequeño obrador en las terrazas de Cuéllar, después pasaron a Puente Virrey y más tarde al barrio de las Fuentes. Por último, se establecieron en el polígono de San Valero", explicó Galve.
"Para mí las frutas de Aragón son la esencia de mi niñez, de cuando acompañaba a mi padre y volvía a casa con el aroma del chocolate", rememoró Rosa Girón, gerente y nieta del fundador a HERALDO. Una de las identidades más conocidas de esta empresa es su emblemático "baturrico". Un niño mofletudo con el pañuelo en la cabeza y una bota de vino colgada que, incluso, aparece en grafitis de Zaragoza.
