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Más de una docena de ideas para regalar a un amante de la gastronomía
Cada vez queda menos tiempo para la llegada de los Reyes Magos y en las cartas de los apasionados de la cocina no faltan los alimentos y el menaje más exclusivo.
Los Reyes Magos ultiman los preparativos para la que llaman la noche más mágica del año. Tras miles de kilómetros, Sus Majestades de Oriente dejarán bajo los árboles de Navidad o en la ventana, los presentes más deseados. Mientras que unos han colmado su carta con videojuegos, ropa o libros, los amantes de la gastronomía se han decantado por los alimentos más exclusivos o menaje para deleitar al paladar durante todo el año.
Muchos de los que ahora peinan canas, cuando fueron niños, se encontraron la mañana del 6 de enero una anguila de mazapán. "Estas las traemos del Toledo, del convento antiguo de Santo Domingo", cuenta José Carlos Sanz, en la Mantequería Sanz. La recreación del animal está adornada de coloridas frutas escarchadas. En la actualidad, no es un regalo muy usual en las casas, pero se compran para recordar los tiempos pasados, tal y como apuntan desde este colmado de la calle de Santa Joaquina de Vedruna de Zaragoza.
Los alimentos como regalo eran más comunes antaño, por ejemplo, un par de naranjas, pero esa tendencia todavía hay quien la mantiene. "Dadas la fechas, una de las opciones que más nos piden son los roscones artesanos que traemos de Siétamo, de nata con yema quemada, de Alcubierre y Graus", reconoce la tercera generación de la familia Sanz. Otra opción dulce pueden ser las Moscovitas ambientadas en los tres magos o los panettones sicilianos.
"Otra de las cosas que se llevan son cestas de productos delicatesen, en las que no se ponen turrones y contienen aceite, queso, foie gras o cervezas artesanas de Bélgica", enumera Sanz. De aceites resalta cualquiera de empeltre de Aragón o uno de Jerez, más denso y sin filtrar, "más especial en definitiva". En el apartado de los quesos muestra los trufados, ya sea de Radiquero o de Tronchón. "Y el jamón, que siempre triunfa", aseguran en esta tienda con siete décadas de historia.
Si además de disfrutar con el paladar, gustan cocinar, tal vez puedan pedir algún utensilio para la cocina. "Los sopletes se vende muy bien", indican en la tienda Genevieve Lethu, en la calle de Mariano de la Gasca de la capital aragonesa, tanto que ya los majes de sus majestades han hecho varias visitas.
"También están muy bien las fuentes para el horno o las ensaladeras", añaden en la tienda de menaje. A la lista de lo más deseado se suman los platos giratorios, ideales para que todos de la mesa puedan acceder a una tabla de quesos, por ejemplo. Quien en su lista tiene este detalle, seguramente no le disguste una serie de cuchillos de quesos. Aquellos amantes de la cocina, tampoco declinarán utensilios para comer marisco, como el abreostras.
"Para los más pequeños se están llevando mucho este juego de galletas", dicen, mientras señalan una especie de cuento con recetas y los moldes de animales. Y para aquellos que no se hayan portado del todo bien también hay carbón. Pero no solo el de azúcar –tan visto debajo de algunos árboles-, sino que existe de chocolate de tres sabores: negro, con leche y blanco.
Y en cualquier cocina que se precie, no falta un calendario. Una opción pueden ser el de la asociación Up&Down, que este año tiene como protagonistas a los cocineros más renombrados de Aragón. Gamberro, Gente Rara, La Prensa, Casa Lac, Cas pedro, Novodabo, Pájaros en la Cabeza, Nola Gras, Maite, Meseguer, El Chalet y el Batán son los restaurantes que han participado en esta iniciativa solidaria y dan vida a cada mes.
