Zurracapote renace de la mano del queso
Tras la reforma, se ha convertido en un bar muy acogedor donde tienen cabida distintas disciplinas artísticas.
El bar Zurracapote empezó a escribir una nueva página de su historia poco antes de la pandemia. Después de estar varios años cerrado, Dina Defrança y Juan Ginés se animaron a darle un nuevo aire. Lo reformaron para crear un espacio acogedor en el que la pintura, la música y la literatura tienen cabida. Además de la gastronomía, por supuesto.
Entre las aperturas y cierres de estos dos últimos años, Zurracapote todavía no había terminado de desarrollar todo su potencial, pero desde hace unos meses está mucho más claro. Dina es una apasionada de los quesos y ahí ha puesto el foco, en unas tablas que miran a muchas partes del mundo.
En estos momentos tiene 32 quesos para elegir. Por ahora no están visibles en el local, pero a medida que se acerque el frío irán apareciendo en la generosa barra para que resulte mucho más evidente su especialidad.
Juan y Dina sienten una gran predilección por los de la sierra de Albarracín, pero lo que más les gusta es ir descubriendo pequeñas queserías que casi nadie conoce. Eso sí, no dudan en abrir el foco al resto de España con dos cremas exquisitas de Cabrales y Manchego, o apostar por el colorista gouda con pesto y el atrevido gouda con chile.
En Zurracapote no hay tablas estándar ni existe una carta. Cuentan, sobre todo, los gustos de la clientela y la elección del vino. Camino a Pardos, de Calatayud, es una de sus sugerentes propuestas. En algún caso, el maridaje no es una tarea fácil. Por ejemplo, para combinar el queso inglés Stilton, que afinan con Oporto en una operación de ensamblaje que dura 50 días.
Pero en Zurracapote hay vida más allá del queso. También se ofrecen tablas de embutidos, con una cecina curada por un carnicero de Cetina, y alguna ensalada, como la de tomate, ventresca y gulas. A la hora del vermú hay que probar la salmuera con unas gotas de vodka, que se presenta sobre hielo picado, y las croquetas caseras.
En cualquier caso, lo más interesante de este bar es la sensación de lugar agradable y rocero donde apetece estar. A ello también contribuyen un rincón con cómodas butacas y la buena sonoridad del local.
Zurracapote
- Dirección: calle de ManuelLasala, 6. Zaragoza
- Horario: de 9.00 a 15.00y de 17.00 a cierre
- Descanso: abierto todos los días
