Stellantis y otras empresas paralizan producción por el bloqueo de las carreteras de los agricultores
La fábrica de automóviles de Figueruelas y las de proveedores que trabajan en su entorno paran sus cadenas de montaje por falta de trabajadores.
Una nueva jornada de protestas de agricultores no convocadas con antelación ha bloqueado este miércoles carreteras en puntos de toda la comunidad autónoma, causando afecciones de todo tipo, entre las que ha destacado la imposibilidad de acceder a polígonos en el entorno de Zaragoza, donde decenas de empresas han tenido que paralizar su producción durante unas horas por falta de personal, no han recibido a tiempo el material que necesitaban o han retrasado envíos previstos.
La fábrica de Stellantis en Figueruelas ha sido una de las más afectadas. Después de producir con normalidad durante el turno de mañana, la compañía retrasó el inicio de la actividad fabril por la tarde ante la imposibilidad de que cientos de trabajadores pudieran acceder a la planta por el bloqueo de las vías. Lo mismo ocurrió a empresas de la industria auxiliar ubicadas en los polígonos del entorno, en Figueruelas y Pedrola, según confirmaron fuentes sindicales.
Ya el mismo martes la planta de Stellantis tuvo que retrasar varias horas el inicio de la producción del turno de tarde, que comienza a las 14.00, ya que los autobuses que transportan a la mayor parte de los operarios no pudieron entrar a las instalaciones donde se ensamblan los vehículos. Los bloqueos protagonizados por concentraciones no anunciadas impidieron llegar a empleados que iniciaban su turno y, también, retrasaron la salida de los del turno de mañana, cuya actividad comienza a las 6.00.
En el turno de tarde del fabricante de modelos de Opel, Citroën y Peugeot trabajan unas 1.500 personas, que son las que se han visto afectadas por los parones del martes y de este miércoles, un número de afectados al que hay que sumar otros tantos de empresas que fabrican componentes, tanto para Stellantis como para otras marcas, ubicadas en los polígonos de Figueruelas y de Pedrola.
Empresas ubicadas en otras áreas del entorno de Zaragoza también se han visto afectadas por los bloqueos de las vías por agricultores y ganaderos que han convocado movilizaciones de modo espontáneo. Tal es el caso de las localizadas en la carretera a Castellón, en polígonos de El Burgo y Fuentes de Ebro, entre otros. En Saica, la afección no ha sido especialmente significativa, según fuentes de la empresa. Esta avisó a los trabajadores que tomaran su tiempo para llegar a las instalaciones ante la posibilidad de ver bloqueadas las carreteras. La fabricación de papel para cartón ondulado en las plantas de El Burgo se llevó a cabo con relativa normalidad, han asegurado, aunque algunos trabajadores llegaron tarde, al igual que algún camión con suministros.
En Pina de Ebro, el fabricante de piezas de aluminio Itesal también se ha visto afectado por las concentraciones de tractores en el cruce de las carreteras aragonesas con las nacionales. "No hemos parado producción, pero hay gente que ha entrado a la empresa tarde y algún camión de aluminio no ha llegado", ha reconocido a este periódico Armando Mateos, director general.
El sindicato UGT ha mostrado su rechazo a las movilizaciones que no han sido convocadas por las organizaciones agrarias. "Como organización, UGT sabe de los problemas por los que atraviesa el sector agrario, derivado fundamentalmente de los desequilibrios de la cadena de producción, pero no respaldamos cualquier movilización de quien la convoca por su cuenta", ha indicado José Juan Arceiz, secretario general de la central en Aragón. "Defendemos las reivindicaciones legítimas de las organizaciones agrarias", ha añadido antes de recalcar su apoyo a concentraciones como la convocada para este jueves en Huesca por UAGA-COAG y UPA y de la que se han desvinculado finalmente Asaja y Araga.
Este miércoles, la jornada de protesta no ha llegado, como el martes, al centro de Zaragoza y al de Huesca. La Guardia Civil y la Policía Nacional han blindado los accesos a estas ciudades desde primeras horas de la mañana, así como las entradas a infraestructuras “críticas” como las zonas de entradas y salidas de hidrocarburos o alimentos, plataformas logísticas y polígonos industriales.
Es la respuesta a una orden trasladada desde el Ministerio de Política Territorial y del Ministerio de Interior detallando las instrucciones para evitar que las protestas “espontáneas” del campo que se suceden estos días por numerosas carreteras de toda España, lleguen hasta el corazón de las ciudades.
“Todo ello se está haciendo por la vía del diálogo y la comunicación, informando a los agricultores de que se está impidiendo el acceso a las ciudades. No estamos hablando de medidas coercitivas ni del uso de la fuerza”, ha explicado el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán.
Las protestas, por tanto, se han sucedido fundamentalmente en los alrededores de Zaragoza, Huesca y Teruel y en pueblos de toda la comunidad autónoma.
En la comarca de Valdejalón, las principales acciones se centraban en las protestas en torno a la A-2 desde La Almunia de Doña Godina y desde Épila, en forma, primero, de marchas lentas. Con cerca de 200 participantes, de la comarca, de Valdejalón y de Calatayud, las principales afecciones llegaban, ya a pie, realizando cortes alternativos de 45 minutos por sentido a la altura de la rotonda del Mesón de la Ribera. En ese punto se han generado retenciones de un kilómetro en sentido Zaragoza y de unos tres en dirección a Madrid. " Estamos otra vez en la calle para ver si nos escuchan", insistía Víctor un joven de 23 años a bordo de su tractor, parado en la glorieta y que ayudaba a bloquear el paso hacia las siempre transitadas carreteras autonómicas A-220, a Cariñena, y A-122, a Ricla.
En la comarca de Calatayud, el punto candente volvía a ser la A-2 y también en Cetina. Allí, lo que se iniciaba como marcha lenta se transformó en una parada que implicó en el corte de los dos sentidos de manera alternativa, dando paso por el carril izquierdo cada media hora. "La nueva PAC nos ha hundido. No queremos vivir de ayudas", señalaba Melisa Catalán, agricultora de Calmarza. En esta zona las retenciones han llegado hasta los cuatro kilómetros en algunos momentos del día.
Por lo que respecta al Campo de Daroca, cerca de medio centenar de productores de la zona, llegados de varios pueblos, volvían a conseguir el corte de la A-23 a la altura de Villadoz. Como en Cetina y en La Almunia, la paralización del tráfico se realizaba de manera alternativa. "Hay medidas agroambientales que son un sinsentido", se lamentaba Tomás Yagüe, llegado desde Cubel, a unos 50 kilómetros del punto de reunión.
Protestas en carreteras secundarias en la provincia de Huesca
En la provincia de Huesca, los agricultores han llevado sus protestas por caminos rurales, carreteras secundarias y campo a través. El programa marcaba llegar a la capital oscense hacia las 11.00 y dejar los tractores en la explanada del Palacio de Congresos para ir a pie hasta la plaza Cervantes y entregar al subdelegado del gobierno un escrito dirigido al ministro de Agricultrua, Luis Planas, con sus reivindicaciones, pero los agricultores se encontraron con las entradas bloqueadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Agentes de la Benemérita los esperaban en Angüés, en la N-240, para impedir su avance hasta Huesca. Los tractores también quedaron bloqueados en Siétamo. En la avenida Monegros, en el casco urbano oscense, La Policía Nacional cruzó un coche para impedir la entrada. “Desde Madrid han mandado cortar las entradas a todas las capitales; esto es vergonzoso", señaló un ganadero. "¿Dónde se ha visto que no podamos ir por la ciudad?", añadió.
Los participantes en la protesta mostraron su malestar por este contratiempo, que desbarató su cronograma. Según dijeron, "hay gente que se ha levantado a las 5.00 para venir desde la Litera o Ribagorza y ahora no nos dejan pasar".
Hasta Siétamo se acercó el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Isaac Claver, quien maifestó a los agricultores que sus reivindicaciones “son legítimas y pacíficas”. “Al final, su interés es el de la defensa del medio rural, que es la máxima de nuestra diputación”.
Los tractores frenados en la N-240 consiguieron llegar a la ciudad por carreteras comarcales y entrado por la A-131, la carretera de Grañén. Allí fueron recibidos con banderas y aplausos.
Tras conseguir estacionar en el Palacio de Congresos, los agricultores emprendieron a pie el camino hacia la sede de la Diputación Provincial. Claver salió de nuevo a la calle para respaldar sus demandas. Seguidamente, los participantes en la concentración fueron a la plaza Cervantes. En un principio, se les impidió acceder a la subdelegación, custodiada por agentes de la Policía Nacional. Poco antes de las 15.30 se permitió la entrada a cuatro representantes. Pero no fueron recibidos por el subdelegado, Carlos Campo, quien al parecer estaba ausente. Los agricultores presentaron en el registro “una queja por su descortesía” y el manifiesto que mandan al ministro. Después, pidieron que la vuelta a casa se produjera de “de forma pacífica”.
Los agricultores de localidades como Alberuela, Sodeto, San Lorenzo, Sariñena... cortaron por la tarde la A-131 (Sariñena-Huesca), a la altura del cruce de Venta Ballerías, impidiendo el paso de vehículos. En el sur de Los Monegros también estaban activas las movilizaciones, con cortes alternativos en la N-II y la AP-2.
Tractores en Teruel capital y Alcañiz
En Teruel, las principales concentraciones de tractores se registraron en la capital y en Alcañiz, donde confluyeron columnas procedentes de las comarcas cercanas. En la capital turolense, más de un centenar de tractores recorrieron las principales arterias a marcha lenta en torno a las 15.00, lo que produjo retenciones de vehículos. En la capital bajoaragonesa, también unos cien vehículos participaron en la tractorada. Además, hubo concentraciones en Monreal del Campo, Muniesa, La Puebla de Híjar y Montalbán, entre otros puntos.
Uno de los agricultores participantes en la protesta de Teruel planteaba como su principal queja la excesiva burocracia y la disparidad entre la bajada de los precios de las cosechas mientras suben los de los costes de producción. “Somos agricultores no funcionarios. Nosotros nos tenemos que dedicar a producir alimentos no ha hacer papeles”, afirmó. Un compañero de Teruel capital afirmaba que la asfixia burocrática y las exigencias ambientales de la Unión Europea “se han cargado al medio rural”.
