El dron con sello aragonés que ayuda a combatir la plaga de langosta en África
La empresa aragonesa Paintec ha diseñado un dron de largo alcance con el que da soporte a los técnicos de un proyecto de la FAO para prevenir la aparición de este insecto que arrasa los cultivos.
La empresa aragonesa Paintec comenzó su actividad y servicios haciendo volar sus drones sobre las explotaciones agrarias, principalmente aragonesas, para recoger datos con los que elaborar detallados informes que ayudaban a los agricultores a ahorrar costes y mejorar la productividad.
Ahora vuela más alto y no solo ha ampliado sus servicios a otros sectores sino que además su actividad ha traspasado fronteras y ha despertado el interés de las más destacadas instituciones internacionales.
Prueba de ello es su colaboración en un proyecto de la FAO (organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) puesto en marcha en 2022 para luchar contra las devastadoras plagas de langosta que arrasan los cultivos en África.
Para ello, Paintec ha desarrollado un dron de alcance que puede desplazarse hasta 80 kilómetros de distancia con el que se da soporte a los técnicos de proyecto para detectar las zonas en las que hay hábitat más propicios para la aparición de este tipo de plagas.
"Nosotros no detectamos la plaga, sino aquellos territorios idóneos para que puedan nacer. De esta forma es mucho más sencillo erradicarlas", explica José Manuel Ruiz, uno de sus fundadores.
Su dron, que se fabrica íntegramente en Paintec, se está utilizando actualmente en Senegal, Etiopía y en Somalia. Sus expectativas "son muy amplias" y esperan llegar "a muchos más países", señala el joven empresario, que destaca que aunque es una solución que está en constante desarrollo, ya tienes implantadas nuevas versiones y mejoras tecnológicas a su aeronave no tripulada.
Esta innovadora empresa que nació en la localidad zaragozana de Ejea de los Caballeros también ha llevado su tecnología al otro lado del Atlántico. Actualmente trabaja en dos proyectos, en Bolivia y México, para la monitorización de gases de efecto invernadero y el control de la deforestación en áreas naturales. Lo hacen de la mano de una fundación española y, en este caso, detalla Ruiz, no son los drones su herramienta principal sino que utilizan tecnología satelital.
"Usamos el satélite Sentinel de Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea, y aplicando algoritmos y procesos propios ayudamos a controlar la deforestación y calcular los gases de efecto invernadero", matiza.
