REAL ZARAGOZA

Albacete-Real Zaragoza: la resurrección no puede esperar

Julio Velázquez, el nuevo entrenador del Real Zaragoza, inicia este sábado su misión para salir de una crisis severa. Azón, lesionado, es baja de última hora y el técnico queda obligado a una metamorfosis en el ataque.

Velázquez observa algunos ejercicios físicos del equipo en un entrenamiento de esta semana, junto a dos flotadores.
Velázquez observa algunos ejercicios físicos del equipo en un entrenamiento de esta semana, junto a dos flotadores.
Oliver Duch

El Real Zaragoza inicia este sábado a las 18.30 en el estadio Carlos Belmonte de Albacete una nueva era, una etapa diferente con la temporada en marcha

Despedido Fran Escribá como entrenador del proyecto madre, este 25 de noviembre debuta en La Mancha Julio Velázquez. Atrás quedan las 16 primeras jornadas y una hiriente eliminatoria de Copa ante un rival de 5ª categoría. Espacio temporal de un cuatrimestre que ha derivado en un fracaso del plan de negocio inicial. El enésimo en los últimos once años en Segunda División.

Hay que empezar desde cero de nuevo. No es opinión ni presunción. Así, textualmente, lo dijo ‘in voce’ el pasado martes Juan Carlos Cordero, el director deportivo. O sea, el ejecutivo de primer rango en la SAD que tiene asidas las riendas de la diligencia desbocada en estos momentos delicados del cambio de rumbo, donde se preparan relevos en las caballerías después del ya abordado sobre el conductor del carruaje. Es necesario establecer –al menos, procurarlo– una ley de punto final respecto del tiempo de máculas, carencias, praxis defectuosas y solvencias escasas ya abolido.

Aunque, desde cero, el Real Zaragoza no va a poder partir. Eso solo sucede una vez, en agosto. Ahora, Velázquez meterá la primera velocidad de su motor zaragocista, iniciando así su periplo, con -10 puntos en relación al ras del ascenso directo; y con -5 con el nivel de la promoción de ascenso. Y para ubicar con exactitud las coordenadas de navegación en la tabla, marcando distancias con la otra orilla del canal, el técnico castellano parte también con +6 sobre la zona de peligro, la del descenso, que durante los cuatro primeros meses nunca ha sido contemplada por haberse quedado lejanísima, fuera de visibilidad, tras aquel espejismo que fue el principio del torneo, con las cinco victorias seguidas en las cinco primeras jornadas que, hoy en día, suenan a algo estrambótico, extemporáneo.

En lo relativo al asunto de manejo de la plantilla, Velázquez se encuentra con una herencia que debe atender en el diván. Todo muy psicológico, como poco. La portería la recoge desvencijada, con Cristian Álvarez, el titular, lesionado para días; Poussin, destarifado y con pie y tres cuartos fuera del equipo por su colección de marros grotescos imperdonable; y con el tercero en discordia, Rebollo, en el papel forzoso de protagonista bajo palos. No tiene al delantero centro estrella de la temporada, Bakis, también lesionado de cierta envergadura. Y la mitad más uno (es decir, la mayoría) de los demás miembros del plantel están dando un rendimiento lejano al aprobado en el cuaderno de notas.

Para que todo sea más épico, Iván Azón amaneció el viernes con una sobrecarga muscular y no se entrenó. La consecuencia es que no ha viajado a Albacete y deja la línea de puntas abocada a una metamorfosis inevitable.

Velázquez dijo el jueves en su primera previa oficial que viene a intervenir quirúrgicamente al enfermo con celeridad. No necesita, ni quiere, demasiados preoperatorios «Mi idea, en estos casos, no es dar continuidad a lo que se venía desarrollando e ir poquito a poco cambiando con el paso de las semanas. Voy a intentar remediar desde el primer momento lo que consideremos oportuno», respondió cuando se le preguntó si estamos ante una revolución notoria en este partido de Albacete, que tanta expectación despierta en el preocupado zaragocismo.

No adelantó ni alineación ni sistema táctico. Eso lo deja para cuando se levante el telón esta tarde en el Belmonte. Es una sorpresa para todos. Forma parte del valor añadido de esta cita clave para saber si el Real Zaragoza resucita tras verse muerto hace semanas o sigue sumido en su bucle nocivo un tiempo más.

En frente, aguarda un Albacete que lleva siete jornadas sin ganar. Otro gemelo de racha. Tal para cual a estas alturas de curso, solo que los manchegos con cuatro puntos menos. Es un partido de presión añadida para todos. Y de descubrimientos para el zaragocismo.

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