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Xavi Aguado: "Nieto será un jugador nuevo en cinco meses, yo me equivoqué al no operarme"

El gran capitán del Real Zaragoza sufrió la misma lesión que Nieto en 2002, decidió no pasar por el quirófano y esa elección fallida fue el motivo de su retirada del fútbol. 

Xavi Aguado, posa para HERALDO DE ARAGÓN.
Xavi Aguado, posa para HERALDO DE ARAGÓN.
José Miguel Marco

Fue leer la palabra "avulsión" en el parte médico de la lesión de Carlos Nieto en Cartagena y surgir el recuerdo de la dolencia que acabó retirando del fútbol a Xavi Aguado. Desde 2002 no se daba otra igual en el Real Zaragoza. 

Yo estaba viendo el partido en casa y se lo comenté a mi mujer, Nuria. Me dio enseguida la sensación de que se había arrancado el tendón conjunto, porque cuando Nieto estiró la pierna al caer al suelo del salto se le notó un gesto idéntico al que hice yo aquel día de 2002 en La Romareda. Fue una hiperextensión clarísima, un gesto extremo y poco común. Una desgracia.

De entrada, digamos que a partir de ese momento de la lesión de Nieto la película ya no se parece en nada a la que usted protagonizó y que acabó con su retirada forzosa. Lo de Carlos es opuestamente diferente. 

Así es. Carlos Nieto va a seguir un tratamiento muy distinto, justo el que yo decidí no llevar a cabo: operarme. Si yo hubiera elegido pasar por el quirófano en vez de seguir el proceso conservador de buscar la reinserción natural a base de fisioterapia y gimnasio, hubiera seguido jugando al fútbol, seguro. Pero no lo hice así y salió mal. A posteriori, fue evidente que adopté una elección equivocada.

¿Por qué esquivó usted la intervención quirúrgica?

Buscamos un tratamiento conservador porque conllevaba un tiempo de recuperación más rápido. Eso prevaleció en la disyuntiva con diferentes médicos. El equipo estaba mal clasificado, recordemos que ese año se bajó a Segunda División al final. Era febrero. Queríamos que llegase a jugar antes de acabar la liga en junio. No salió bien la elección.

Una avulsión difícilmente se cura bien sin cirugía.

En mi caso sucedió que sí, se juntó de nuevo el tendón con el hueso y el músculo, pero lo hizo más abajo del lugar adecuado. Y ya no fui el mismo jugador. Mi pierna ya no reaccionaba igual en los saltos, en las carreras. Yo tenía 34 años. Nieto tiene 27. Este es otro detalle que invita al optimismo en su caso. 

Nieto se desequilibró en un salto con un rival. ¿Su lesión, gemela en las consecuencias, también ocurrió de modo parecido?

En mi caso fue un resbalón fatal en la hierba. En plena carrera, yo solo, acabé haciendo el espagat sin poder evitarlo. Me abrí de piernas totalmente, se me fue el pie izquierdo y caí a peso sobre el suelo. En cierto modo, a Nieto le pasó un gesto igual de forzado cuando se le quedó la pierna elevada atascada en el hombro de Jansson, el jugador del Cartagena. 

Fue en la Romareda, una noche de invierno. 

El 6 de febrero de 2002. Empatamos 1-1 con el Tenerife. Apenas llevábamos 10 minutos. Enseguida vi que aquello era grave. Es una sensación muy fuerte. 

La rehabilitación es crucial para que todo salga bien. En su caso, sin operación. En la de Nieto, con un pos operatorio. 

Yo contraté un preparador físico particular, que estuviera conmigo todos los días durante meses. Cuando pasa esto, el músculo se acaba atrofiando aunque no quieras, por estar tanto tiempo parado. Yo no logré ser ya el mismo. Por eso, mi recomendación inmediata es que Carlos Nieto se opere. No concibo otra cosa. Seguro que todo va a salir bien. Con la tecnología que hay ahora, que no es la misma que hace 21 años, Nieto será un jugador nuevo en cinco meses. Hoy en día hay aparatos que activan el músculo aunque no tenga actividad, corrientes, electromagnetismo... Carlos jugará antes de lo que mucha gente piensa.

Nieto apenas se ha lesionado en su carrera. Xavi Aguado tampoco había sufrido dolencias serias pese a tener casi 34 años cuando le pasó esto. Curioso que esto suceda a dos jugadores 'de hierro'.

Yo no tuve ningún percance serio en mi carrera. Ojo, ni apenas roturas fibrilares. Solo paré alguna vez por esguinces, un par de rodilla y varios de tobillo. Pero nunca nada muscular. El médico me dijo que tenía el músculo tan fuerte, tan poderoso, que en vez de hacerse una rotura fibrilar con aquel gesto tan extremo, lo que sucedió es que se rompió lo mayor, el tendón en su inserción con el hueso. Seguro que a Nieto le ha pasado lo mismo, por su fortaleza muscular. A la mayoría de los futbolistas, esta acción les acaba provocando una rotura de fibras del músculo, grande, pero solo una rotura. Porque la pierna se rompe antes de que el impacto llegue al tendón y al hueso y acabe arrancándose. A Carlos le ha perjudicado su poderío muscular en este caso. Como me pasó a mí. 

¿Qué le dice a Nieto en estos días tan difíciles?

Que estoy convencido de que todo va a salir bien. En enero estará de nuevo entrenándose y podrá jugar sin ninguna merma cuando regrese. La medicina ha avanzado mucho en este tipo de dolencias. Ojalá me hubiera pasado esto a mí ahora y no entonces. Hablamos de la misma lesión, idéntica, pero de un contexto diferente. Mejorado, afortunadamente. 

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