Cientos de motos llegadas de medio mundo hacen de Zaragoza su capital
El FIM Rally es la concentración motociclista anual más relevante que promueve la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) en todo el mundo.
Las motos han inundado este domingo Zaragoza, con la presencia de más de 1.400 participantes -venidos desde 24 países diferentes-, en lo que ha supuesto el acontecimiento central del FIM Rally de 2023. Ha sido otra jornada apasionante para los aficionados al motor, con la celebración del Desfile de las Naciones; una concentración que ha comenzado en el Recinto Ferial de Valdespartera, a las 11.15, y que se ha trasladado después a la Plaza del Pilar, donde los protagonistas han sido recibidos por la alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca. "Es un honor y un privilegio teneros aquí. Espero que este acontecimiento se pueda repetir en un futuro en Zaragoza”, deseó la primera edil.
Antes, Chueca había formado formado parte de la caravana, al encabezar la delegación de Moto Club Aragón a lomos de una moto eléctrica. Los datos han sido muy significativos, con más de un millar de motos surcando las calles de la ciudad. Cifras que han puesto en valor la magnitud de la cita, su fuerte impacto mediático y económico. El evento se ha enmarcado dentro de los actos para conmemorar el centenario de la fundación de la Real Federación Motociclista Española, que se produjo el 2 de febrero de 1923 y que, precisamente, tuvo lugar en Zaragoza.
Uno de los participantes más carismáticos es Santiago García, de 78 años, que reside en Marbella y que ha cumplido su trigésimo primera presencia en un FIM Rally. “En moto, ya habré superado con creces el millón de kilómetros recorridos”, ha confesado, antes de recordar su asistencia “a seis campeonatos del mundo”.
Su pasión por las motos no tiene límites. “Hay días en los que sumo 1.500 kilómetros. Cuando viajas con cuatro o cinco personas, es una cifra prácticamente imposible de alcanzar; pero yo suelo ir solo, y por eso me cunde tanto. Disfruto muchísimo”, ha explicado Santiago.
“Un evento de estas características requiere de mucho tiempo. De hecho, este año apenas he podido ver a mi familia, porque no he parado. Empecé en México y acabaré en Túnez. Quitando el mes de agosto, en el que sí tendremos un pequeño respiro, hasta finales de octubre apenas habré tenido días libres”, ha advertido Santiago, quien considera “muy positiva”, “una gran experiencia”, esta concentración celebrada en la capital aragonesa.
“Soy un enamorado de Zaragoza. Y estoy ahora especialmente feliz, porque en esta edición hemos vuelto a lo que es el alma del FIM Rally. Hemos recuperado toda su esencia, y hemos doblado la cifra de años anteriores”, ha explicado. “Además -ha añadido-, me gustaría subrayar el gran trabajo de la organización. Es para darles un diez, porque ha estado fenomenal en todos los aspectos”.
También Joan Oliván, a sus 70 años, presenta una trayectoria admirable en el mundo del motor: acumula quince participaciones en los FIM Rally, además de diferentes moto tours y motocamp, con los que ha conocido numerosas rutas del panorama continental. Ahora ha acudido como componente de un equipo nacional de Italia. “En moto suelo recorrer de 35.000 a 40.000 kilómetros al año. Para mí es un terapia”, ha sostenido Joan, quien ha hecho especial hincapié en la importancia de “conducir siempre con prudencia, con mucha atención, respetándolo todo”, para no sufrir sobresaltos y disfrutar al máximo “de experiencias únicas, maravillosas”.
“El FIM Rally es una excusa para impregnarse de la cultura europea”, ha afirmado Joan, quien ha elogiado esta edición de 2023: “Sólo por el sacrificio que realizan los organizadores, ya se merece una valoración muy alta. Ha estado todo muy bien”, ha insistido sobre la concentración anual más relevante que promueve la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) en todo el mundo. Lo es por prestigio, por el número de participantes y también por antigüedad: nació en 1936 y, desde entonces, únicamente se ha dejado de celebrar durante la Segunda Guerra Mundial y por la pandemia del coronavirus.
La carrera se aleja de la competitividad; su propósito es la promoción de viajar en moto haciendo turismo y premia, entre otros aspectos, a los participantes que más kilómetros acumulan a lo largo del año en pruebas homologadas. Se trata de una experiencia muy gratificante, que conlleva valores muy estimables como la pasión por la aventura y la superación personal, además de servir para anudar lazos con motociclistas de todo el mundo.
Joana, que procede de Valencia, viene asistiendo “a una gran cantidad de eventos” desde 2002, “tanto nacionales como internacionales”, que abarcan desde los FIM Rally hasta motocamps y moto tours. “Recorro más de 40.000 kilómetros cada año en moto”, ha precisado la levantina, quien considera que este tipo de reuniones “ofrecen la posibilidad de conocer gente, además de diferentes zonas, culturas, tradiciones y gastronomías” de todos los rincones. “Es una mezcla de pequeñas cosas que te permiten ampliar la visión y multiplicar tus vivencias”, ha reiterado.
Ella se ha referido también a la complicidad y a la hermandad existentes entre los moteros: “Somos una familia. Aunque no nos conozcamos, cuando nos cruzamos por las carreteras siempre estamos pendientes los unos de los otros, por si alguno necesitara ayuda”.
Además, la valenciana ha hablado del “esfuerzo y la dedicación” con la que se han empleado los organizadores del FIM Rally de 2023, que han hecho posible “una edición magnífica en todos los sentidos”.
Mientras, José Carlos García Rodríguez se ha desplazado desde Burgos para participar en la presente edición. “Tengo sólo 65 años -ha subrayado, con una amplia sonrisa-, y comencé en este tipo de eventos gracias a mis amigos”. Desde entonces ha asistido “a unos cuantos”, que espera que “sigan creciendo” en los próximos años. “He estado en Croacia, en Austria, varias veces en Italia… y ahora aquí, en Zaragoza, disfrutando de nuevo de una gran experiencia”, ha declarado.
“Mi primera presencia fue en 2007, en Italia, en la Costa Adriática. Soy un poco primerizo en esto, porque hay gente aquí que lleva muchísimas ediciones a sus espaldas”, ha admitido José Carlos, quien ha expuesto su filosofía: “Cuando decides participar en una reunión de este tipo, no te planteas hacerlo en línea recta, sino en cubrir una ruta. Te lo tomas como unas vacaciones. Sales con varios días de antelación, y vas realizando un trayecto, por ejemplo, por los Alpes franceses, suizos y austriacos, para luego incorporarse ya al FIM Rally. Así, se produce una magia insuperable”, ha desvelado.
“Han sido unos días muy grandes. He quedado con amigos de Zaragoza, que me han llevado a sitios maravillosos como El Tubo, una zona típica española de ambiente. He disfrutado muchísimo. Aquí me siento como en casa”, ha confesado.
“He venido con mi marido desde Milán”, ha señalado por su parte la italiana Eleonora, cuyo país ha sido el que más representantes ha llevado a la cita -hasta 250 inscritos-. “Con esta edición, he cumplido ya dos décadas en el FIM Rally. Mi marido tiene más experiencia, ya que suma 30 años en este evento”, ha manifestado. “Es la primera vez que venía a Zaragoza y me ha gustado mucho”, ha confesado la italiana, quien ha invitado “a todos los amantes del motor” al próximo encuentro, que se celebrará “en Italia, en la Toscana” en el año 2024. “Tendrá lugar en mi país y será todo un éxito seguro”, ha anunciado.
Antonio, su marido, también ha subrayado “la gran organización” y el “bellísimo resultado” de la presente edición del FIM Rally, que le ha permitido “conocer lugares fantásticos” a los que espera “volver con más tiempo”. “Zaragoza nos ha gustado mucho a mi mujer y a mí. Es hermosa, grande, acogedora. Durante estos días, hemos tenido la posibilidad de visitar distintos puntos de la ciudad y estamos encantados. Está siendo una gran vivencia”, ha descrito.
Un gran éxito
La celebración del FIM Rally ha supuesto un éxito considerable en todos los órdenes. Y no se ha reducido únicamente al final de semana. Al contrario, los motoristas ya fueron llegando de forma escalonada desde el pasado miércoles. Algunos de los inscritos recorrieron distintas rutas por Aragón que los llevaron al Monasterio de San Juan de la Peña, al Castillo de Loarre y al Monasterio de Piedra, entre otros encantadores destinos, antes del primer acto oficial, que se produjo el viernes con el recibimiento a los participantes en una reunión que comenzó en el Recinto Ferial de Valdespartera.
Los protagonistas se trasladaron después por las calles de Zaragoza hasta la plaza Eduardo Ibarra, junto al estadio de La Romareda. Posteriormente regresaron al camping, donde transcurrió el resto de la programación. Allí, como espacio principal, se instaló una carpa de grandes dimensiones que ha contado hasta este domingo con servicios de bar, música y de ‘catering’ para los participantes.
Asimismo, la organización preparó una visita al Monasterio de Veruela, el pasado sábado, para que los participantes conocieran otro de los grandes rincones de la provincia de Zaragoza. Tras la recepción oficial por parte de las autoridades de la DPZ, los motoristas visitaron el Monasterio para luego trasladarse a Borja y disfrutar allí de una comida popular en el pabellón deportivo municipal.
Pero el acto más vistoso del fin de semana se ha producido este domingo, con el Desfile de las Naciones. Los participantes se han concentrado nuevamente en el Recinto Ferial de Valdespartera para recorrer juntos diferentes calles de Zaragoza y aparcar después en la plaza del Pilar. Allí han sido recibidos por las autoridades del Ayuntamiento de Zaragoza para, posteriormente, tapear por los establecimientos de El Tubo y del centro de la capital aragonesa.
