Estragos de la sequía: el Huerva no pasa por Muel desde hace meses

El alcalde de la localidad zaragozana descarta problemas de abastecimiento de agua para el consumo, pero advierte de la necesidad de más lluvias para evitar “una situación dramática para la agricultura, la ecología y el turismo”.

El cauce del río Huerva seco a su paso por Muel.
El cauce del río Huerva seco a su paso por Muel.
Ayuntamiento de Muel

Son alrededor de 3,5 kilómetros que van desde Muel hacia la presa de Mezalocha aguas arriba por los que se puede decir que no corre ni una gota. El cauce del río Huerva a su paso por la localidad de Campo de Cariñena acumula varios meses seco. “Desde la mitad del verano pasado”, concreta su alcalde, Israel Remón. Solo ya a las afueras del municipio, a partir de la fuente de su manantial, comienza a brotar la corriente con dirección a Mozota. La imagen actual, la de un lecho convertido en un sendero empedrado, describe la situación general en la que se encuentra la cuenca del Huerva. 

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) la situó en su balance de febrero -el último publicado hasta la fecha a falta de conocer el correspondiente a marzo- en nivel de emergencia por cuarto mes consecutivo. Ninguna de las otras unidades territoriales que gestiona este organismo registraba unos índices de escasez hídrica tan bajos. Dentro de Aragón, también preocupaba el Guadalope, puesto en alerta.

“El invierno ha ido bien en lo que a la lluvia se refiere, pero no ha sido suficiente. La tierra no está todo lo saturada que debiera, el nivel freático está bajo”, comenta Remón. Desde la presa de Mezalocha parte caudal. Sin embargo éste es escaso, de unos 17 litros por segundo, y se acaba infiltrando, se explica desde la CHE.

“Confiamos en que entre este mes y mayo se produzca algún episodio de gota fría que nos alivie, sino la situación en verano podría ser dramática en cuanto a los daños que la falta de agua ocasionaría para la agricultura, la ecología y el turismo”, avisa el primer edil de Muel. Remón, no obstante, considera que no habrá problemas de abastecimiento para el consumo. Los datos que maneja hablan de que en 2022 la precipitaciones fueron de 290 litros por metro cuadrado y el año pasado, de 270. “Siempre por debajo de lo necesario”, subraya.

Aunque la mayoría de los cerca de 1.500 habitantes con los que cuenta Muel ya no vive de la agricultura, esta actividad sigue teniendo un peso específico en la localidad. El alcalde señala que “de las cien hectáreas de regadío que hay, la mitad no se pueden regar y en el resto se hace de forma insuficiente”. “La cosecha de cereal del año pasado ya fue la peor en treinta años”, apunta Remón, quien advierte que “hay explotaciones agrícolas al borde de la ruina”. “También están en peligro muchos animales, desde los peces, hasta los anfibios, los pequeños mamíferos y la avifauna, aunque no lo parezca en la zona hay muchos ejemplares y necesitan del río”, comenta.

Otro aspecto es el de los visitantes que recibe Muel. “Hay mucha gente que viene en primavera y en verano a nuestras cascadas; por ellas ahora mismo no corre el agua”, expone. Por lo pronto, los excursionistas y turistas que desde el verano pasado se han acercado a la localidad han quedado sorprendidos de ver el Huerva sin agua.

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