Zaragoza diseña un Parque de Atracciones más moderno y que sea referente en el noreste de España
El Ayuntamiento busca modelos en el ámbito internacional para modernizar la instalación, que cumple 50 años, a solo once meses del fin de la concesión.
Zaragoza quiere un Parque de Atracciones moderno, un reclamo capaz de convertirse en referente para el noreste de España. Analiza, para ello, espacios de ocio del ámbito nacional e internacional, mientras trabaja en los pliegos de condiciones para adjudicar la nueva concesión. El contrato actual, que incluía la construcción, conservación y explotación del parque en los Pinares de Venecia, dejará de estar en vigor el 8 de febrero de 2025.Así lo confirmó ayer la concejala de Hacienda, Blanca Solans, que anunció que una comisión organiza ya "el procedimiento de liquidación".
El Parque de Atracciones se adjudicó en 1972 y abrió sus puertas en 1974. Con 60.000 metros cuadrados de superficie y 37 atracciones, conmemora en la actual temporada su 50 aniversario. Siempre ha sido un complejo de ocio de referencia para los aragoneses, riojanos, navarros y vascos. Pero el objetivo que se marca el Ayuntamiento, con la nueva concesión, es hacer "más atractivo" el parque y reforzar su capacidad para captar visitas. "Será un parque con ambición, propio del siglo XXI", destaca Ángel Lorén, concejal de Presidencia del Ayuntamiento de Zaragoza.
En el diseño del nuevo Parque de Atracciones se trabaja de forma transversal. Colaboran las áreas de Servicios Públicos, Urbanismo y Presidencia, a través de la Oficina de Proyección Exterior. Entre los modelos que se analizan figura el de los Jardines del Tivoli en Copenhague (Dinamarca), uno de los más antiguos del mundo (1843), más bonitos y más visitados (por el pasan al año cuatro millones de personas).
En un informe del interventor sobre los nuevos pliegos de la concesión, se recomendaba la constitución de una "comisión técnica" que debe comprobar el estado de conservación del inventario de los bienes y equipamientos objeto de la reversión. Instaba, además, a que se controlaran las pólizas de responsabilidad civil y de incendios y las tarifas especiales que se aplicaban en el parque.
Proponía de cara a la nueva concesión que se descartara un canon fijo no revisable y se apostara, en su lugar, por un canon o participación con componentes variables en función de los ingresos de la concesionaria. En cuanto al plazo de la concesión, aconseja aplicar un plazo más breve en función de las condiciones de las inversiones a realizar, si las hubiera. Instaba, también, a estudiar las necesidades actuales de la ocio de la ciudad de la Zaragoza, que es lo que se está realizando ahora.
El pliego de condiciones actual data del 2 de octubre de 1971 y está firmado por un jefe de sección municipal, que según se deduce podría ser de "Propiedades". La concesión administrativa se adjudicó el 11 de octubre de 1972 por el pleno municipal y se produjo una transmisión a favor de la mercantil 'Parque de Atracciones de Zaragoza SA', que fue autorizada por el pleno el 11 de julio de 1974 y que sigue siendo la empresa que lo gestiona. Tras muchas dudas sobre la fecha del fin de la concesión, se ha fijado en el 8 de febrero del próximo año.
Durante las visitas de comprobación al parque que se han realizado en los últimos años para verificar el cumplimiento de las condiciones de la concesión, se ha verificado que los espacios cedidos "han sido destinados para las finalidades descritas". La tercera fase de desarrollo incluía, según el informe del interventor, la construcción de piscinas cubiertas y un teatro de intemperie que no se llevó a cabo, "si bien no constan requerimientos para su ejecución por parte del Ayuntamiento de Zaragoza". "El parque cuenta con diversos servicios e instalaciones que exceden los servicios mínimos y ha mejorado y ampliado la oferta de ocio durante la vigencia de la concesión", se advierte en el informe.
Con el nuevo pliego de concesión, "no se busca transformar la instalación en un macroparque porque se va trabajar en el mismo espacio", explica Lorén. Insiste en que se pretende que sirva como un punto de referencia y en que sea "atractivo" para mover el turismo, en la línea de los objetivos fijados por la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca. La cuestión es cuál es la superficie que se contempla. En el plan inicial, el parque ocupaba 10 hectáreas, de las que se ocupan en la actualidad algo más de seis.
El canon vigente
La concejala de ZEC, Elena Tomás, preguntó a Blanca Solans en la Comisión de Hacienda sobre el cobro del canon vigente, un aspecto que está judicializado. "Hubo una estimación de reequilibrio por parte del Ayuntamiento cifrada en 423.000 euros (por los ejercicios de 2016, 2017, 2018 y 2019). Se planteó un contencioso por parte del concesionario, los tribunales hicieron una estimación parcial que se rebajó a 233.456 euros, y esa sentencia ha sido recurrida por el interesado y está pendiente de fallo", detalló la edil de Hacienda. En el informe del interventor se instaba a liquidar correctamente los años 2020, 2021 y 2022.
La pregunta sobre el canon del Parque de Atracciones y la situación de la concesión fueron las únicas que obtuvieron respuesta. Elena Tomás buscaba más información sobre la situación actual y futura, pero se quedó sin ella. Eran, le indicaron, preguntas "muy concretas" sobre un expediente que presenta una "gran complejidad".
