La pelea con una prótesis entre dos presos en Zuera se salda con multas para ambos

Carlos Peña, el interno que salió peor parado de la reyerta, es también el más conocido. Cumple una condena de 25 años por quemar viva a su pareja.

Vista exterior de la cárcel de Zuera
Vista exterior de la cárcel de Zuera
Guillermo Mestre

El peor parado fue Carlos Peña. Tuvo que ser atendido por dos heridas de unos dos centímetros cada una en la cabeza que le han dejado cicatriz y por erosiones en los brazos y contusiones en los codos. También, sufrió daños en la nariz y en la espalda. Por su parte, Sergio Segura tuvo lesiones en el pecho y en la región lumbar. Una pelea entre compañeros de celda en el Centro Penitenciario de Zuera ha sido finalmente resuelta en el Juzgado de los Penal número 7 de Zaragoza. Ambos han sido condenados en función de los daños que infringieron al otro.

El castigo para Segura por un delito de lesiones es una multa de 840 euros a la que debe sumar otros 1.120 euros como indemnización. Mientras, para Peña la sanción es de 120 euros como autor de un delito leve de lesiones. La Fiscalía solicitaba inicialmente para el primero un año y medio de prisión y para el segundo, una multa de 480 euros. Contra la resolución cabe interponer recurso de apelación.

Los hechos se remontan al 29 de junio de 2021 y tienen como escenario la celda número 12 del módulo cuatro. La versión de los que eran compañeros, no obstante, difiere. Segura afirmó en su declaración que había pedido el traslado en varias ocasiones porque el otro interno le molestaba; dijo que le tiraba agua y, entre otras cosas, colillas. Sin embargo, su solicitud no había sido atendida. Según manifestó, quien inició la agresión física fue Peña, que intentó darle con el palo de la escoba y que le golpeó con el pie en el pecho. En ese momento, Segura, exmilitar con conocimientos en artes marciales, lo agarró y lo empujó. Peña se dio con la ventana y al caer se golpeó la cabeza contra el inodoro.

Peña negó haber pegado a Segura y defiende que primero le solicitó a su compañero un cigarrillo y luego un papel de liar. A éste las peticiones le enfadaron y acabó por golpearle con la prótesis que lleva en la rodilla a raíz de un accidente. Lo arrinconó en la ducha y allí le siguió atacando.

Fuera como fuese, la realidad es que ambos sufrieron lesiones. Además, según se registró en el parte de incidencias del Centro Penitenciario de Zuera, cuando los funcionarios acudieron a la celda tuvieron que separarlos.

Ninguno de los dos internos se encuentran ya en el centro de Zuera. Peña, defendido en este caso por la abogada María Luisa García Peñafiel, es el más conocido. En 2019 fue condenado a 25 años y ocho meses de prisión por asesinato, incendio con peligro para la vida de las personas y lesiones en el ámbito familiar después de que tres años antes quemase viva a la que era su pareja y con la que tenía un hijo en común de 22 meses.

Tras una discusión Peña marchó del domicilio en el que vivían en la localidad mallorquina de Alcudia para regresar a la mañana siguiente con un litro de gasolina. Fue directo al dormitorio principal donde se encontraban su pareja y el pequeño. La roció con la gasolina y le prendió fuego.

Ella aún pudo coger al niño, saltar por una ventana y marchar en coche hasta una vivienda de su familia. Sufrió quemaduras de segundo grado en el 80% de su cuerpo y a pesar de ser evacuada al hospital de la Vall d’Hebron en Barcelona, acabo falleciendo poco más de un mes después. Su hijo también tuvo quemaduras, en su caso de primer grado en la mejilla y la pierna izquierda.

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