Investigado un vecino de Cadrete por colgar 50 vídeos llamando corrupto a un exconcejal
Inició una campaña de acoso a raíz de recibir unas multas de tráfico que atribuía al edil de la localidad zaragozana.
Unas multas de tráfico que en 2022 recibió un vecino de Cadrete fueron el detonante para que iniciara una campaña de acoso y hostigamiento contra el entonces concejal no adscrito Alberto Martínez.
Aquellas acusaciones de prevaricación, tráfico de influencias y corrupción que vertió contra él ahora pueden sentarlo en el banquillo por presuntos delitos de coacciones (acoso) o calumnias e injurias. La titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza acaba de dictar un auto para que la Fiscalía y la acusación particular soliciten la apertura de juicio oral.
La denuncia se interpuso en diciembre de 2022, pero M. F. llevaba meses divulgando en su cuenta de Youtube lo que él denominaba "Los presuntos delitos de Alberto Martínez", en el que atribuía actividades delictivas al edil, pero también a toda la Corporación municipal e incluso dedicó unos capítulos a"La Guardia Civil y los corruptos".
Anteriormente había publicado en su perfil de Facebook que iba a iniciar una "guerra judicial" contra los integrantes del Ayuntamiento de Cadrete. En septiembre de 2022 anunció que había terminado una película documental de más de cuatro horas y media de duración que fragmentó en 19 partes de quince minutos aproximadamente.
En los vídeos explicaba cómo estaba estructurada la supuesta corrupción política en el seno del Ayuntamiento y que para él giraba en torno al concejal. Los vídeos los ilustraba con una fotografía de Alberto Martínez vistiendo un traje naranja de presidiario con una bola atada al tobillo.
La campaña incesante de injurias no cesó ni cuando fue denunciado ante la Guardia Civil y en los tribunales. De hecho, cuando fue citado a declarar no solo reconoció la autoría de todos y cada uno de los vídeos y comentarios vertidos, sino que manifestó que había colgado en Youtube 41 nuevos en la misma línea.
En ellos hacía referencia a la empresa del concejal, su facturación, sus hobbies y le atribuía la comisión de delitos tales como dictar resoluciones injustas utilizando su cargo público, la revelación de secretos o la violación de derechos fundamentales. Además de los vídeos, le enviaba mensajes a través de Whatsapp y Facebook en los que trataba de intimidarle. Pero el investigado no se limitaba a la vida ‘virtual’. En la ‘real’, cada vez que veía al concejal por el pueblo lo seguía a la vez que lo grababa con el móvil, tal y como consta en el auto judicial.
La magistrada entendió que la "contumacia" de M. F. era evidente y suponía un riesgo para el edil, pues no solo le achacaba delitos relacionados con su actividad política sino que entraba en la vida personal, familiar y laboral –localizando en las grabaciones su empresa– y hablando incluso de su esposa y del trabajo de esta. Por estas razones, atendiendo la petición de la víctima, la jueza impuso al investigado la prohibición de acercarse al domicilio o lugar de trabajo de Alberto Martínez, de comunicarse con él por cualquier medio y de que publicara vídeos, archivos, comentario o cualquier tipo de archivo sobre él.
Pero la orden de alejamiento no desanimó a M. F. Si la medida judicial se adoptó el 16 de marzo de 2023 y el 24 se le comunicó, el día 22 ya había publicado un nuevo vídeo en Youtube, lo que repitió el 11 de abril. Y, entre el 25 y el 26 de este mes, se acercó a menos de 50 metros del lugar de trabajo del denunciante. Los tres episodios fueron denunciados por el concejal ante la Guardia Civil y tuvieron otras consecuencias para M. F., que acabó detenido por atentado y lesiones y se están dirimiendo en otra causa.
