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Una complicada detención con gritos, golpes y mordiscos en Zaragoza

El vecino de Cadrete que colgó 50 vídeos acusando de corrupto a un concejal acabó detenido por la Guardia Civil por atentado a la autoridad y lesiones.

Un coche de la Guardia Civil, en una imagen de archivo.
Un coche de la Guardia Civil, en una imagen de archivo.
GUARDIA CIVIL/EUROPA PRESS

La desobediencia del vecino de Cadrete M. F. a la orden que le impedía acercarse al concejal al que hostigaba y le atribuía delitos de corrupción a través de 50 vídeos de Youtube tuvo otras consecuencias. El incumplimiento se tradujo en una comunicación a la Guardia Civil de Zaragoza para detenerlo por quebrantamiento. 

El 18 de abril de 2023 dos agentes fueron a Cadrete y, sobre las 16.25, lo vieron montarse en su coche. En sus diligencias recogieron que tras identificarse le pidieron que se bajara, a lo que hizo caso omiso al tiempo que les preguntaba el motivo. Al decirle que se trataba del quebrantamiento de una orden de alejamiento, negó tener alguna contra él y les dijo que no iba con ellos a ningún lado. 

Tras varios intentos de los guardias de que se apeara del vehículo con negativas tajantes de M. F., se sujetó al volante y empezó a gritar "¡socorro, socorro!" y "¡está aquí la Guardia Civil!" a la vez que "se movía hacia delante y hacia atrás golpeando a los agentes y a sí mismo". Los guardias acabaron sacándolo del vehículo, a pesar de su resistencia y sus gritos.

Según consta en el auto judicial, mientras inmovilizaban y ya lo tenían en posición de seguridad, los funcionarios se vieron sorprendidos por tres personas que se acercaban corriendo hacia ellos; la primera, una mujer, y detrás, un varón con una estaca de madera de grandes dimensiones y, cerca de él, otro hombre. 

Y aunque los agentes empezaron a gritar "¡Guardia Civil! ¡Guardia Civil! No se acerquen más", la mujer, sin atender a razones, saltó sobre la espalda de uno de ellos agarrándolo del cuello y golpeándolo. Su compañero tuvo que soltar a M. F. quien, aprovechando el lío, pateó hasta en dos ocasiones en el pecho al funcionario. Al ver que, excepto la mujer,  los otros dos habían retrocedido, el guardia estableció una zona de seguridad respecto de M. F., que, aún así, siguió vociferando, moviéndose y golpeándose la cabeza contra el asfalto y, cuando interpuso su mano para sujetarle la frente y evitar los golpes, le mordió en un meñique.

Luego él se quejó de que le habían dislocado un hombro, pero, cuando le preguntaban cuál, unas veces decía el derecho y otras, el izquierdo, según dejaron constancia en las diligencias. Ese día M. F. terminó detenido e ingresado en un hospital por orden médica. Ahora, tanto él como la mujer, que resultó ser su pareja, están pendientes de juicio por la denuncia por delitos de atentado y lesiones. 

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