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Zaragoza se vuelca con San Valero: "Hay muchos actos, hay que aprovechar este día"
Miles de personas han acudido a las actividades programadas. El tragachicos y los cabezudos, especialmente el Morico, han sido lo más demandado.
La niebla ha dado un respiro a Zaragoza, propiciando que, desde primera hora de la mañana, los zaragozanos se volcaran con su patrón: San Valero. Miles de personas han disfrutado de las diferentes actividades organizadas por el Ayuntamiento, en las que una vez más, el Tragachicos y los gigantes y cabezudos han sido los principales protagonistas.
"Hemos estado más de 25 minutos esperando, pero a los peques les gusta mucho. Estaban deseando montarse", ha apuntado Pilar Aragón, que acudía con su marido y sus hijos Lucas, de seis años; y Jaime, de tres. La fila para subir por esta figura, que fue recuperada en 1986, era inmensa. Incluso antes de que abriera al público ya había decenas de niños esperando su turno. "Entras por la boca y luego sales por el culo", explicaba un padre a su hija que acudía por primera vez a montarse.
Eso sí, poco antes de las 11.30, la salida de los gigantes y cabezudos, con el Morico como estrella principal por la despedida de Domingo Carrillo, quien ha dejado este lunes de meterse en la piel de este personaje tras 39 años, ha provocado que la entrada al Ayuntamiento se convirtiera en el centro neurálgico. "Estamos esperando a que salga. A los niños les gustan mucho, tienen todos", ha explicado Pili López, que acudía con sus hijos Álvaro y Pablo. "Después de esto, nos iremos a algún museo, al Caixaforum o al del origami, que son los que más les atraen. Hay que aprovechar este día", ha detallado.
Aunque este lunes se conmemoraba San Valero, también fue el día grande para otra persona. Domingo Carrillo se despedía, después de 39 años, del Morico. Y lo ha hecho disfrutando y recibiendo el cariño de niños y mayores, que se han aglutinado a las puertas del Ayuntamiento para seguir a la comparsa de Gigantes y Cabezudos. "A Leo –su hijo de tres años– le gustan mucho los cabezudos. Empezó con un año y ahora tiene todos los muñecos, se sabe los bailes y hay que ir a todas las salidas", ha relatado Pedro Millán. De hecho, a los Reyes Magos les pidió este año unas alpargatas para llevar las mismas y ayer seguía emocionado la comparsa con su propio cabezón, de goma eva, del Morico.
Ha sido precisamente este cabezudo el más aclamado. Tanto que hasta un agente lo ha tenido que acompañar para conseguir que, entre la muchedumbre, pudiera finalizar el recorrido, en la plaza del Pilar, donde ha protagonizado un baile con los gigantes y otro con los cabezudos. Varias horas después, Carrillo, aún con la voz entrecortada y muy emocionado, ha recordado: "Me estaba quitando la ropa y un policía me ha dicho que tenía que salir a saludar". Y se ha plantado en la plaza como si fuera una estrella de rock. "Ha sido muy bonito. Sientes el cariño por parte de todo el mundo. Es muy gratificante", ha confesado.
A escasos metros, continuaban las visitas al Consistorio, que este año comenzaron el domingo, con la guiada por la alcaldesa Natalia Chueca. "Ha sido muy bonita e interesante, pero corta", señaló Ana Sanz, quien ha acudido a una de ellas y se ha quedado con "ganas de saber más". Tanto ella como sus amigas Alicia Cantero y María José Gaztelu han destacado las techumbres que tiene el edificio: "Son preciosas". Entre las dos jornadas han participado un total de 77 grupos y 3.449 personas.
Para celebrar esta jornada también han abierto, y con entrada gratuita, todos los museos municipales. "Queremos ir a Caixaforum o al del Origami que son los que más les gustan a los niños. Hay que aprovechar este día", ha detallado Pili López. Según los datos del Ayuntamiento de Zaragoza, entre el domingo y el lunes, han recibido más de 18.800 visitas. La Lonja ha sido la más concurrida, con cerca de 5.000 visitantes; seguida del Pablo Gargallo (4.025), el Centro de Historias (3.287), el Teatro Caesaragusta (1.520) y el del Fuego y de los Bomberos (1.419).
La Asociación de vecinos Tío Jorge ha hecho una ruta turística por el Arrabal y en diferentes puntos de la ciudad se han organizado actuaciones y conciertos. El broche final lo ha puesto la procesión de la corporación municipal, la primera presidida por la alcaldesa Natalia Chueca, y la posterior misa en la Seo, donde se guardan las reliquias de San Valero, obispo de Zaragoza en el siglo IV.
Solo la concentración, a las puertas de la catedral, para pedir más laicismo, y otra en medio de la plaza del Pilar para visibilizar la huelga del transporte sanitario han cambiado, por unos instantes, el ambiente festivo por el reivindicativo en una jornada en la que miles de familias han disfrutado de su ciudad.
