Las familias aragonesas de origen marroquí siguen sin poder dormir tranquilas desde que el viernes se produjo el devastador terremoto que ha dejado tras de sí más de 2.000 muertos. Marruecos ha solicitado este domingo oficialmente ayuda internacional y a partir de ahí los países han podido activar sus planes de cooperación en estos casos. Desde el aeropuerto de Zaragoza ha acudido un equipo de la Unión Militar de Emergencias (UME) para buscar supervivientes y se espera que les sigan los Bomberos del Ayuntamiento. La comunidad marroquí en la capital aragonesa también ha empezado a movilizarse en busca de solidaridad. 

Soraya Manar nació hace 21 años en Zaragoza, pero su familia procede Marrakech, donde sigue parte de ella. El viernes a medianoche dormía cuando sonó el teléfono y se enteró de lo sucedido. "Nos llamaron por el móvil llorando. Lo pasamos muy mal, no pudimos dormirnos hasta las 5 de la mañana, pendientes de ellos porque pasaron la noche en la calle como tantas personas", cuenta.

En Zaragoza vive con su madre, su hermano y una abuela, pero en la ciudad marroquí afectada por el seísmo reside su padre, además de sus tíos, primos y sus otros abuelos. "Nos asustamos bastante. No pudimos dormir para estar al tanto por si les pasaba algo", cuenta. 

Al terremoto de 7,2 grados siguieron réplicas menores, pero que han seguido asustando a los vecinos. "Siguen con el miedo de entrar a sus casas, por lo que se pasan gran tiempo fuera, incluso comen fuera", relata. Sus familiares están bien, aunque han perdido "una casa que tenemos por parte de mi abuelo y que se derrumbó en la Medina". Sin embargo, "algunos de nuestros vecinos sí que han fallecido", lamenta.

H. A.

Desde la mañana siguiente ya se puso manos a la obra para pensar cómo ayudar a las personas afectadas. Soraya pertenece a la ONG Islamic Relief, una organización no gubernamental fundada en Reino Unido a finales de los años ochenta, que lleva solo dos en Zaragoza. Una primera idea ha sido repartir huchas por establecimientos marroquíes de la ciudad, que forró ella con un grupo de jóvenes con el lema en inglés 'Reza por Marruecos' ('Pray for Morrocco') y la inscripción en árabe con la frase que explica que suele decirse en árabe cuando muere una persona "De Allah venimos y hacia Allah regresaremos". Además, han lanzado su llamamiento por las redes sociales.

"Dos compañeras de la ONG aterrizaron ayer (por el sábado) en Marrakech y sintieron un poco un temblor", comenta sobre las réplicas que han seguido al seísmo. De la información que recibe de allí explica que en Marruecos muchas personas "están comprando alimentos y están viajando a los pueblos para poder repartir". A ello se une que entre los afectados en las zonas de montaña de difícil acceso "hay pueblos que no tienen cobertura y se pasan kilómetros andando para llegar al pueblo de al lado para poder llamar y que les llegue la ayuda".

Las organizaciones no gubernamentales trabajan para organizar envíos de ayuda humanitaria como Cruz Roja, que ha comenzado a recaudar en toda España fondos para apoyar en las tareas de rescate y recuperación tras la catástrofe.

Cáritas Española también ha activado una campaña de emergencia para canalizar las muestras de solidaridad de los donantes españoles. El equipo de Cooperación Internacional de Cáritas Española ha contactado con Cáritas Rabat para ofrecer acompañamiento y apoyo en la gestión de esta emergencia humanitaria.