Parque Venecia, en Zaragoza, trata de recomponerse con tiendas y calles aún embarradas
Varias calles seguían acordonadas con cintas de la Policía Local, y las grúas de las aseguradoras trataban de llevarse los últimos vehículos, totalmente destrozados por la tormenta.
Los vecinos de Parque Venecia trataban de recuperar este sábado la normalidad con las calles aún embarradas y "el susto en el cuerpo". Operarios y máquinas trabajaron a destajo para sacar el agua del supermercado de Lidl, una tarea titánica en vista de la cantidad de barro acumulada. El establecimiento avisaba a sus clientes de que permanecía "cerrado por reformas tras la inundación", sin concretar cuándo volverá a estar operativo.
Varias calles seguían acordonadas con cintas de la Policía Local, y las grúas de las aseguradoras trataban de llevarse los últimos vehículos, totalmente destrozados por la tormenta. El de Mar Ballano, un Renault Koleos de color blanco, estaba aparcado cerca del supermercado y fue desplazado varios metros por la fuerza del agua. "Nos hemos quedado sin coche, solo teníamos este. Estamos muy descontentos con el seguro. Al menos a nosotros no nos ha pasado nada. Menos mal que no salí antes de casa", apuntó.
Para algunos, lo ocurrido es simple y llanamente que "el agua ha vuelto a su sitio". "No deberían de haber construido aquí. Ya cuando compramos el piso, en las escrituras ponía que lindaba con el barranco de la Muerte", recordaba Yolanda Tolosa, vecina de la calle de Medina Albaida.
Este sábado fueron muchos los que se acercaron al barrio para ver cómo estaba todo. Para José y Ricardo Hernández, hermanos y residentes en Torrero, era "lo nunca visto". "Y eso que somos mayores. Al menos, las calles están ya limpias", comentaron.
