El Colegio de Médicos de Teruel cumplirá el próximo mes de junio 125 años de funcionamiento con una premisa fundamental: fijar profesionales en la provincia para aumentar la calidad asistencial hacia los ciudadanos y contribuir al desarrollo del territorio.

El actual presidente colegial, Jesús Martínez Burgui, explica que la institución, que dio sus primeros pasos en 1899, se ha marcado como uno de sus principales objetivos lograr que el nuevo hospital de Teruel, en la recta final de su construcción y cuya puesta en marcha está prevista para finales de 2025, tenga carácter universitario, lo que permitiría crear cantera de médicos para la ciudad.

Además, de acuerdo a esta función académica, reclama que el futuro centro sanitario disponga de la más avanzada tecnología –incluyendo radioterapia y cirugía robótica– como aliciente para que los médicos decidan quedarse a trabajar en Teruel, poniendo freno a los constantes traslados de especialistas.

Plantillas pequeñas

Entre un 10% y un 15% de los médicos de los hospitales de Teruel y Alcañiz cambian de destino con cada concurso de traslados. Martínez Burgui destaca que, si bien el porcentaje es considerable, el problema más grave se presenta cuando, debido al pequeño tamaño de las plantillas, los desplazamientos se concentran en una sola unidad. Así ocurre, por ejemplo, en el Servicio de Otorrinolaringología del Obispo Polanco de Teruel, donde los tres especialistas han pedido el traslado.

El presidente del Colegio de Médicos destaca que la entidad realiza un esfuerzo para que todos los colegiados puedan acceder a cursos de actualización de conocimientos, favoreciendo así su desarrollo profesional y haciendo que la provincia resulte, en su conjunto, un lugar más atractivo para al colectivo de facultativos. "El alma de la institución es, en realidad, la población turolense; trabajamos para mejorar entre todos su atención sanitaria y conseguir el crecimiento del territorio, y para ello es fundamental fidelizar al personal sanitario", subraya.

Menos déficit de personal hace 30 años

Problemas distintos ocupaban al Colegio de Médicos en décadas pasadas. El endocrinólogo Luis Ciprés, al frente del mismo desde mediados de 1991 hasta finales de 2006, recuerda que el déficit de profesionales no era entonces tan acusado como en la actualidad. "Llegamos a Teruel una generación de especialistas jóvenes que hicimos del hospital Obispo Polanco un lugar de trabajo muy agradable y en el que intentamos que el paciente sintiera el trato humano de los médicos", explica.

A cambio, en aquellos facultativos estuvo siempre latente la idea de un nuevo hospital e iniciaron la batalla por este fin. "Una vez que falló el intento de levantar un hospital en lo que hoy es Dinópolis, se optó por remodelar el existente y se añadió un bloque para Consultas Externas, pero aún así resultaba justo de espacio y no había posibilidad de expansión; siempre demandamos un edificio nuevo", señala Ciprés.

La actual sede del Colegio de Médicos de Teruel aún lleva el sello de Luis Ciprés. Durante su mandato se modernizó por completo y se amplió el espacio, lo que permitió habilitar el salón de actos que existe ahora y que se encuentra todavía en perfecto estado. "Fueron años muy interesantes", resalta Ciprés, quien señala que intentó traer a Teruel a médicos de prestigio para dar conferencias y así lo hizo con Joaquín Sanz Gadea, Premio Príncipe de Asturias; Santiago Grisolía, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica;y Pedro Laín Entralgo, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Herederos de una cofradía del siglo XVII

Las primeras referencias sobre la colegiación médica en Teruel aparecen en documentos del siglo XVII guardados en el Archivo de la Catedral de la capital y hablan de una cofradía bajo la advocación de San Cosme y San Damián en cuyo reglamento ya se prohíbe el intrusismo de "ernistas, sacamuelas, alquimistas y ensalmadores". En el claustro del Obispado se conservan unas lápidas que aluden a aquella primera asociación que siguió vigente en el siglo XVIII. Tras una laguna histórica, se sabe que en 1898, cuando se crea la figura del Colegio de Médicos tal y como la conocemos, el médico de Santa Eulalia, Francisco Alemany, anima a todos los compañeros, también los del Bajo Aragón, a formar la organización, quedando constituida en 1899, hace 125 años.