Aragón prevé licitar este año 7 depuradoras más para acabar con los vertidos a los ríos del Pirineo
La actuación se centra en los valles del Aragón y el Ara, donde todavía no hay ninguna en funcionamiento.
El año 2024 será el del inicio de la construcción de las depuradoras todavía pendientes en algunos valles del Pirineo que siguen vertiendo las aguas residuales de sus poblaciones directamente a los ríos, un problema que se acrecienta en las épocas de mayor presión turística. Los del Aragón y del Ara, donde van más retrasadas, han iniciado la cuenta atrás para acabar por fin con este foco de contaminación gracias a las plantas de Broto, Fiscal, Castiello, Astún y Canfranc-Pueblo. A estas se sumarán las de Bielsa y Piedrafita de Jaca, las últimas de municipios de más de 1.000 habitantes equivalentes (unidad que incluye residentes, visitantes o actividades industriales)
Su licitación está prevista para los próximos meses, lo que hace prever que no se pondrán en marcha antes de dos o tres años. Más avanzadas están las del valle de Tena o el de Benasque. Todas corren a cargo del Gobierno de Aragón mientras que las de pueblos de menos de 1.000 habitantes las promueven los ayuntamientos con subvenciones de la DGA que el presidente, Jorge Azcón, ha prometido duplicar.
"Son obras muy esperadas", afirma el alcalde de Fiscal, para acabar con los "indeseados" vertidos. "La población ha crecido, y también la afluencia turística, y nuestras aguas residuales van a parar al río Ara, tal cual, sin proceso previo. El río es nuestro principal recurso y resulta vergonzoso que en estos tiempos todavía esté sucediendo", señala Manuel Larrosa, en alusión al retraso del Plan Integral de Depuración del Pirineo. Hace más de 30 años que el Gobierno de España lo declaró de interés general otorgando ayudas millonarias, se atascó con la crisis del 2008 y solo se logró desbloquear en 2019 para afrontar una inversión de más de 100 millones. Lo financia el Instituto Aragonés del Agua, que prevé completarlo en 2027.
En el Pirineo más occidental, funciona la depuradora de Ansó y se paró la construcción de la de Hecho, donde se rescindió el contrato con el adjudicatario y habrá que sacarlo de nuevo a concurso. En el valle de Tena se ha ejecutado Sallent y se encuentra en obras Panticosa, que dará servicio además a El Pueyo de Jaca, Escarrilla, Tramacastilla y Sandiniés. La de Benasque está en fase de pruebas. Y en el Sobrarbe, Boltaña y Aínsa se adjudicaron y se encuentran a la espera de iniciar las obras.
Donde más retraso se arrastra es en el valle del Aragón y en el del Ara. Todavía no hay ninguna funcionando. En construcción están Canfranc Estación y Candanchú, se ha adjudicado Villanúa y para este año está previsto licitar Castiello de Jaca, Astún y Canfranc Pueblo.
En una respuesta a una solicitud de información del PSOE, el consejero de Medio Ambiente, Manuel Blasco, detalla el calendario: el proyecto de Castiello se aprobará este mes y se licitará en mayo por 3,2 millones de euros; el de Astún se está modificando para ajustar la capacidad y sus nuevos costes y se prevé sacar las obras a concurso en otoño por 3,4 millones; y en Canfranc Pueblo será también este año, en junio.
"Vemos la luz al final del túnel", afirma el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, uno de los más combativos en la lucha de los ayuntamientos por depurar sus aguas, que les costó incluso expedientes sancionadores de la CHE por los vertidos, cuando no eran los causantes de la situación sino las víctimas del retraso de las obras. "Somos los primeros interesados en cuidar nuestro entorno y en algunas épocas del año hay mucha presión turística", afirma. Canfranc posee decantadoras que reducen la contaminación, "pero no se realiza un tratamiento idóneo".
En el valle del Ara se terminó en verano la de Torla y no se ha inaugurado por problemas con la conexión a la red eléctrica, aunque la solución es solo cuestión de días, según la administración. "A las puertas del Parque de Ordesa estamos haciendo vertidos directos al río", lamenta el alcalde, Jesús Lardies.
Quedan por construir Broto y Fiscal. El primer proyecto sufrió una modificación por un informe de la CHE sobre inundabilidad de la ubicación propuesta y el cambio de sitio ha implicado un modificado. La previsión es licitarla en julio. También hay correcciones en la de Fiscal porque algunos tramos de colectores pasaban por zonas inundables, pero se licitará por el procedimiento anticipado en el otoño de 2024, con un importe aproximado de 3,1 millones.
De las de más de 1.000 habitantes quedan Bielsa, en el Cinca, cuyas obras saldrán a concurso en mayo por 2,8 millones; y Piedrafita de Jaca, en el valle de Tena. En esta se estudia una nueva solución para conectar el pueblo de Saqués, con la idea de licitarla por 1,1 millones a finales de 2024.
