Ansó y Fago buscan financiación para reabrir el campin de Zuriza
Devolver a la actividad el establecimiento tendría un coste para la Mancomunidad Forestal de unos 800.000 euros.
La Mancomunidad Forestal Ansó-Fago, formada por los dos ayuntamientos, busca financiación para reabrir el campin de Zuriza, una emblemática instalación turística en el corazón del Parque Natural de Los Valles Occidentales que en los últimos años ha sufrido numerosos avatares, incluido un desalojo de los anteriores adjudicatarios con auxilio de la Guardia Civil.
El pasado mes de diciembre, el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Isaac Claver, se reunió con la alcaldesa de Ansó, Blanca Alfonso, y con el representante de la Asociación Desarrollo Tecnológico Rural, Pedro García, para abordar la rehabilitación del campin, una actuación cuyo apoyo está valorando la corporación provincial.
En la reunión se puso de manifiesto el mal estado del campin, que lleva más de un año cerrado. La alcaldesa de Ansó planteó al presidente la posibilidad de lograr ayuda financiera para acometer las obras necesarias para su reapertura, que se calculan en unos 800.000 euros.
El campin tiene casi 40 años. Además de resolver el deterioro de las instalaciones, también debería abordarse la adaptación a la nueva normativa y al nuevo perfil de los clientes de este tipo de establecimientos.
Para la alcaldesa de Ansó, es "un motor económico" para el valle y un factor de ordenación de los flujos turísticos. "Siempre ha generado movimiento en verano. Tuvo 20 trabajadores, lo cual es mucho para un pueblo de 400 habitantes", señala Blanca Alfonso, precisando que también en invierno atraía a esquiadores de montaña. Para reabrirlo cuenta ya con una subvención del Ministerio de Transición Ecológica como proyecto innovador de lucha contra la despoblación, y están recabando apoyos de otras instituciones.
De momento, para evitar la caducidad de la licencia de actividad, se quiere adecuar un área de autocaravanas en una parte de los terrenos, y más adelante, en 2025, poder habilitarlo al completo como campin.
Permanece cerrado al público desde finales del 2022 tras ser desalojados sus últimos adjudicatarios. La Mancomunidad Forestal Ansó-Fago, propietaria del monte donde se ubica, instó el desahucio contra la empresa que lo explotaba ya que entendía que incumplía el contrato. Para recuperar la posesión se vio obligada incluso a solicitar el auxilio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
La entidad forestal tiene 24.587 hectáreas repartidas en cuatro montes de utilidad pública (MUP), parte de los cuales se encuentran dentro o en la zona de influencia de las figuras de protección del Parque Natural de Los Valles Occidentales y el Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biniés.
