Sobrevive a una caída de 150 metros en la 'trampa' del Aspe: "Ya le dábamos por muerto"

Un montañero vasco relata el reciente accidente de un compañero en este pico que ya se ha cobrado este año dos vidas. Él se salvó gracias al casco y la mochila.

Momento en que una médico del 061 y socorristas del Greim atienden al montañero vasco accidentado en el Aspe.
Momento en que una médico del 061 y socorristas del Greim atienden al montañero vasco accidentado en el Aspe.
I. J.

"Vimos la caída entera desde arriba y ya le dábamos por muerto". Son las desgarradoras palabras de Íñigo Jiménez, un montañero vasco que el 28 de enero fue testigo del accidente de un compañero en el mismo punto negro del pico Aspe que se ha cobrado ya dos vidas este año. Por suerte, su amigo lo puede contar gracias al casco y la mochila, "que le salvaron la vida, según nos dijo la Guardia Civil".

Ambos pertenecen a un club de montaña de Bilbao y habían viajado ese fin de semana al Pirineo para hacer por primera vez la vía norte clásica con un compañero y una compañera más. Los cuatro iban ascendiendo equipados con crampones, casco y piolet cuando el que iba en cabeza le advirtió al accidentado, que iba a continuación, que tuviera cuidado porque había bastante hielo. "Quizá se puso medio nervioso pero un segundo después se resbaló y se fue para abajo", relata Íñigo Jiménez.

Mientras observaba la caída de unos 150 meros, que duró entre 10 o 12 segundos, ya sacó su móvil para pedir ayuda al Greim de la Guardia Civil "aunque yo era consciente de que él iba a morir y solo iba pensando a ver dónde teníamos que ir a recoger su cuerpo porque no nos dio tiempo a reaccionar ni a él ni a nosotros". Unos instantes muy angustiosos para la víctima. "Nos ha contado que mientras iba cayendo, él solo pensaba que estaba viendo sus últimos segundos de vida", afirma.

El accidentado salvó la vida gracias al casco y a la mochila.

Se fue golpeando "con todas las piedras posibles". Pero contra todo pronóstico, cuando el cuerpo se detuvo finalmente "vimos que movía un brazo y salimos corriendo para abajo a socorrerle". Llegaron primero otros tres montañeros que estaban en la misma zona del Aspe y luego ellos. Su amigo estaba consciente y se quejaba de un fuerte dolor en un brazo.

Momento de la atención al montañero lesionado en el Aspe y a la derecha, su casco roto tras la caída.
Momento de la atención al montañero lesionado en el Aspe y a la derecha, su casco roto tras la caída.
I. J.

Una hora después llegó el helicóptero de la Guardia Civil. Bajaron dos especialistas del Greim y una médico del 061, que tras un primer chequeo lo evacuaron al hospital de Jaca. El parte final fueron solo dos costillas rotas. Al día siguiente recibió el alta y volvió con sus compañeros a Bilbao.

Íñigo Jiménez admite que "igual no éramos del todo conscientes de que fuese tan peligrosa". La suerte de su compañero es que no se golpeó la cara con las piedras, sino con la parte trasera del casco, que se partió, y la mochila. "No dábamos un duro por que estuviese vivo, pero al final todo salió bien", dice aliviado.

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