Los restaurantes Lillas Pastia y Flor se fusionan bajo el mismo techo en Huesca

Ambos establecimientos, que gestiona la sociedad del chef Carmelo Bosque, se unirán a partir del 4 de enero en el Casino con propuestas gastronómicas y precios diferenciados en la misma carta. 

Cartel colocado hace unos días en la entrada del restaurante Flor de Huesca avisando del traslado.
Cartel colocado hace unos días en la entrada del restaurante Flor de Huesca avisando del traslado.
Rubén Darío Núñez

La hostelería de Huesca está a punto de afrontar uno de los cambios más importantes de los últimos lustros; la unión de los restaurantes Lillas Pastia (una estrella Michelin) y Flor en un único espacio. Los equipos de cocina y sala trabajarán juntos bajo el mismo techo a partir del próximo mes de enero. La plantilla sumará 35 empleados.

Hace unos meses que se conocía el traslado del Flor a las dependencias del Casino de Huesca, donde se ubica ahora el Lillas Pastia. Se especuló con la salida de este a un nuevo local, con menos mesas, alta gastronomía y un ambiente más exclusivo. De momento, no será así. Ambos restaurantes, gestionados por la sociedad empresarial (Restauración Osca S.L.) que lidera el chef Carmelo Bosque, compartirán instalaciones y también carta.

El prestigiosos cocinero ha explicado que se ofrecerá un ‘menú Flor’ y otro ‘Lillas’, diferenciados en el estilo y en el precio. El primero costará 25 euros de lunes a viernes y el segundo, 70. Los fines de semana el precio será 30 y 80 euros, respectivamente.

Hace varios días que en una de las cristaleras del Flor un cartel anuncia que el restaurante se traslada al Casino de Huesca y que a partir del 4 de enero estará abierto ‘con nuestra cocina’. También se resalta que el menú continuará con el mismo precio.

El actual Flor se abrió en los Porches de Galicia en las fiestas de San Lorenzo de 1993. El local es propiedad de la Diputación Provincia de Huesca. La institución cede su uso mediante concurso. La última adjudicación (10 años) finaliza este mes.

Fuentes de la DPH han indicado que la intención es que siga como restaurante, "pero con un concepto algo novedoso". Por ahora no se ha desvelado por dónde irá el futuro del nuevo negocio que se instalará en este espacio, donde desde el siglo XIX (estrenó el nombre actual en 1929) ha funcionado un servicio de hostelería.

Desde 1995

El Lillas Pastia también está ubicado en un edificio público. En este caso, el propietario es el Ayuntamiento de Huesca. Abrió sus puertas el 9 de agosto de 1995 (primer día de las fiestas laurentinas), el mismo año en el que se cumplía el 150 aniversario de la obra ‘Carmen’. Uno los escenarios de esta ópera es la taberna con dicho nombre.

Desde entonces está bajo la dirección de Carmelo Bosque, que estuvo al frente de la cocina del Flor e implantó el afamado menú que hoy se mantiene. A finales de 2012, el Ayuntamiento adjudicó el servicio a Restauración Osca S. L. por 20 años.

La concesión implicó un reforma de calado, la de la cocina del restaurante, que había quedado obsoleta y que, además, estaba fuera hacer reformas, sobre todo en la cocina, que se hallaba en el sótano del edificio y estaba separada del comedor por una escalera de caracol de 17 peldaños. «Desde 1995 hemos invertido en este espacio 1,7 millones de euros», ha indicado el chef, quien además ha apuntado que "la sociedad nunca se ha repartido dividendos por este restaurante".

La doble propuesta gastronómica que se ofrecerá en el mismo espacio (un emblemático edificio modernista catalogado BIC) no conlleva un cambio de nombre. "A quienes llamen al Flor para reservar mesa les seguirá atendiendo Manolo García", ha apuntad Carmelo Bosque.

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