crónica política

El primer San Jorge de Azcón

El presidente autonómico enarbolará este martes el discurso de la igualdad entre territorios y el de Aragón como tierra de oportunidades.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, en un acto celebrado este jueves en el Pignatelli.
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, en un acto celebrado en el Pignatelli.
Francisco Jiménez

Las primeras veces, por eso de lo nuevo, siempre suscitan más atención. Eso ocurrió el 23 de abril de 2016, cuando el entonces presidente Javier Lambán tomó la palabra en el acto institucional del palacio de la Aljafería. Financiación y autogobierno fue su mensaje aquel día, en un contexto en el que Aragón corría el riesgo de ser tratada de menos en una España dominada por las tensiones territoriales y los problemas de estabilidad política. Su sucesor, Jorge Azcón, es consciente hoy de que muchas de esas amenazas, lejos de mitigarse, se han multiplicado.

El presidente llega a su primera celebración de San Jorge con nueve meses cumplidos en el cargo y con el propósito de templar su relato, muy marcado de inicio por la convulsa política nacional y que en las últimas semanas empieza a buscar más los asuntos de casa. Su mensaje será el de un Aragón "en pie de igualdad en España", un concepto que quiebra la ley de amnistía, tótem de un agravio que se completa con la exigencia del independentismo catalán de un modelo de financiación singular, al modo del cupo vasco. Para Azcón, si Pedro Sánchez cede ante Cataluña solo será a costa de los recursos de Aragón y del resto de autonomías.

El segundo gran eje con el que quiere construir su argumento es el de Aragón como "tierra de oportunidades", un concepto que han explotado también sus antecesores. Ya advirtió el pasado jueves en el pleno que este año se cerrarán inversiones empresariales por más 10.000 millones, entre las que figuran algunas ya confirmadas, como las de los centros de datos de Microsoft (4.000 millones), la inversión del grupo Costa (500) o el centro de Inditex a Malpica (600 millones). Y falta la gigafactoría de Stellantis, con más de 2.000 millones y 3.000 empleos. Con el aderezo de la estabilidad política, seguridad jurídica y paz social, la tecnología y la inteligencia artificial, el sector biosanitario y la energía se perfilan junto a la automoción y la logística como palancas de un Aragón que atraiga innovación y talento.

Hasta aquí lo previsible. Azcón llega a su primer San Jorge con un sistema sanitario al que ya no se le tensan las costuras porque hace tiempo que se le rompieron. Las listas de espera están por las nubes y la Atención Primaria en situación crítica por la falta de sanitarios. El proceso de selección de las plazas mir evidencia el problema, a la espera de que el plan de fidelización y la apuesta por las enseñanzas biosanitarias surtan efecto a largo plazo.

No es el único problema. En un contexto de enfrentamiento entre el PSOE y el PP, el Estado sigue sin resolver reivindicaciones como la travesía central, el corredor cantábrico mediterráneo y la reapertura del Canfranc, mientras que el tramo Lanave-Sabiñánigo de la A-23 se atasca en el ritmo lento y se demora el desdoblamiento de la N-232 hasta Navarra.

Y sobre todos los debates encendidos, el agua, con la serpiente del trasvase asomando la cabeza entre las diferencias internas de los barones del PP. "Está solo en su partido", le dice la izquierda a Azcón, que a su vez reclama un frente en defensa del Ebro. El presidente saca la bandera del Pacto del Agua, con el recrecimiento de Yesa como principal cuenta pendiente 24 años después de la primera piedra y el reclamo de Biscarrués, que se estampó en los tribunales y en la contestación social. Habrá que ver cómo aborda la lucha contra la despoblación, el impulso al desarrollo de Teruel, la falta de mano de obra en sectores estratégicos, las ayudas al agro, el plan Pirineos y el impulso al sector de la nieve para que compita con las estaciones catalanas y Sierra Nevada.

Azcón tendrá que conciliar su pálpito autonomista con las pulsiones centralistas de su socio de gobierno, Vox, que lleva meses tensando la cuerda con el PP con un discurso antiinmigración que entorpece el relato político del presidente. Los dos partidos dan garantías de estabilidad, pero el ruido incomoda a Azcón. Y todo en un clima de crispación política, de la que no es ajena la vida en las Cortes.

Su presidenta, la voxista Marta Fernández, tendrá parte del foco. En su primer discurso del Día de Aragón, está por ver si deja atrás la polémica que ha acompañado su gestión. En los días previos a este día de San Jorge, Fernández ha rehuido controversias y ha lanzado un mensaje frente a la crispación que acompaña la política nacional y que contamina el debate público, también el de la Cámara autonómica.

Azcón entregará el martes la Medalla de Aragón a su antecesor, Javier Lambán, trazando una línea de continuidad con el discurso de la igualdad, la defensa del Estatuto, la financiación y la reivindicación del Estado autonómico, conceptos que han guiado tradicionalmente los discursos presidenciales del día de San Jorge. Eso es al menos lo que se espera.

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