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Las familias piden participar en el grupo de trabajo de la licitación de los comedores escolares de Zaragoza

La plataforma Come Pública, que aglutina más de 60 ampas, se ha vuelto a concentrar a las puertas del servicio provincial de Educación. 

Protesta de la plataforma Come Pública y el colegio María Moliner por la mejora de los comedores escolares.
Protesta de la plataforma Come Pública y el colegio María Moliner por la mejora de los comedores escolares.
Francisco Jiménez

La lucha por la mejora de la calidad de los comedores escolares ha continuado este miércoles en la calle con una nueva protesta, organizada por la plataforma Come Pública, que agrupa a más de 60 ampas de Aragón. En ella han reclamado al Departamento de Educación que les incluya en el grupo de trabajo que está abordando la nueva licitación del servicio en la provincia de Zaragoza. "Queremos formar parte para avanzar hacia un acuerdo marco, mejorar los mecanismos de control y los de penalización", han subrayado. 

La consejera de Educación, Claudia Pérez Forniés, explicó en el pleno de las Cortes de Aragón de la semana pasada que esta licitación pasará de 50 a unos 55 millones de euros. "Con esos cinco millones más se podría acabar con el problema de los colegios sin cocina en una legislatura y subsanaría el problema de salud y desigualdad de un plumazo", ha apuntado el portavoz de Come Pública, Genaro Delgado, en una nota de prensa. 

Aunque ha reconocido que se han adoptado mejoras en las licitaciones como la eliminación de las bandejas de plástico o la creación de comisiones de seguimiento desde los consejos escolares, estas se llevan a cabo de "forma tímida y con falta de calado". Desde su punto de vista, lo más fundamental es la elaboración de plan director para la construcción de cocinas, "donde se identifiquen las necesidades, se priorice el orden y se sienten las bases de una agenda". "Esta mejora es tan importante y costosa como necesaria y eficiente", ha recalcado. 

En la protesta llevada a cabo este miércoles ante el servicio provincial de Zaragoza han acompañado a familias y docentes del colegio María Moliner, ubicado en la capital aragonesa. En el curso 2017-2018 este centro recibió el visto bueno por parte de la unidad técnica de construcción para la implantación de una cocina propia. Seis años después, el proyecto continúa sin materializarse. 

"Tener una cocina propia es un apasionante proyecto para el centro y un atractivo sin duda para las nuevas matriculaciones de las familias del barrio", han subrayado, al tiempo que han recordado lo fundamental que es "adquirir unos hábitos alimenticios saludables". Para muchos de sus alumnos, han explicado, la del colegio es la "única comida saludable que reciben en el día" . "¿Por qué negarles el derecho a recibir dicha comida?", se han preguntado. 

En este sentido, han explicado que el centro forma parte de la Red Aragonesa de Escuelas Promotoras de Salud y del plan de consumo de fruto y verdura en las escuelas. Su objetivo es que el estudiantado disfrute a diario de una comida saludable y de calidad, con alimentos de proximidad, evitando así la actual línea fría que "carece de equilibrio nutricional". 

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