50 horas incomunicados en el balneario de Panticosa: "Nos dieron la opción de salir pero quisimos quedarnos"

La carretera de acceso se pudo reabrir este lunes tras desencadenar aludes controlados. Había cola para subir cuando a las seis de la tarde un operario abrió con lleva la barrera.

Reapertura de la carretera del balneario de Panticosa
Reapertura de la carretera del balneario de Panticosa
Veronica Lacasa 

El Gobierno de Aragón reabrió ayer la A-2606, la carretera de acceso al balneario de Panticosa, donde desde el sábado permanecían incomunicados 51 clientes y 59 trabajadores. "Contentos y agradecidos" por el buen trato recibido salían los turistas. Estuvieron incomunicados 50 horas, hasta que las máquinas la dejaron completamente limpia de nieve. No fue fácil, porque en las zonas más cercanas al balneario se había acumulado un metro, más los aludes provocados.

El sábado había 400 clientes, a los que se avisó de que se iba a cortar la carretera. La mayoría decidió irse. No fue el caso de Alfonso Ferrero, de Madrid. "Sabíamos que iba a nevar e iba a estar difícil la cosa, y nos avisaron de que iban a cortar la carretera, dándonos la opción de poder salir, pero teníamos previsto irnos el lunes y decidimos quedarnos. Nos han tratado muy bien, hemos estado a gusto y muy tranquilos, ya que había poca gente".

Los clientes han podido salir este lunes con sus vehículos tras permanecer atrapados desde este domingo por las nevadas.
Los clientes han podido salir este lunes con sus vehículos tras permanecer atrapados desde este domingo por las nevadas.

"Es un lugar precioso y más con nieve", decía Amaya Gómez, también de Madrid. "Nunca nos había pasado esto de quedarnos aislados, pero hemos estado genial e informados en todo momento de lo referente a la carretera", añadía. Tenían previsto salir el domingo, "y así hemos aprovechado un día más".

Mientras unos se preparaban para salir en el balneario, otros esperaban pacientes abajo la apertura de la carretera para poder acceder al complejo donde tenían una reserva. En algunos momentos, en la zona de la barrera, se acumularon más de seis vehículos. Incluso autobuses con menores, ya que esta semana hay varios grupos alojados. A uno de ellos, de Palencia, se le reubicó inicialmente en Formigal. Finalmente, minutos antes de las 18.00, un operario de Carreteras procedió con una llave a abrir la barrera.

Reapertura de la carretera del balneario de Panticosa
Un operario de Carreteras procede a abrir con llave la barrera de la carretera
Veronica Lacasa 

Alan Moreno tenía reserva para el domingo pero le avisaron con un correo electrónico de que no se podía acceder. Es de Castellón y este lune inició el viaje a las 8.45 confiando en poder llegar a comer. Es la tercera vez que acude al balneario, y nunca antes con nieve. Por su parte, Andrea Juan, directora de explotación del balneario, aseguró que los clientes "han estado contentos". "Hay muchísima nieve, todo esta preciosos y la gente, encantada", concluía.

Para poder abrir, el personal de la Dirección General de Carreteras de la DGA utilizó la técnica conocida como ‘Daisy bell’, mediante la cual un helicóptero sobrevuela la zona con una cápsula metálica con forma de cono que transporta explosivos compuestos por oxígeno e hidrógeno. La mezcla se lanza y produce una detonación que desencadenado un alud. 

Vista desde el helicótero de la zona donde se ha trabajado en la generación de aludes provocados
Vista desde el helicótero de la zona donde se ha trabajado en la generación de aludes provocados
DGA

De esta forma, se descargan las laderas donde hay riesgo de caída de nieve a la carretera. En total se realizaron 10 disparos, cuatro de los cuales causaron algún deslizamiento. Posteriormente se procedió a quitar la nieve con una pala cargadora y con palas manuales, dada la gran cantidad existente.

En este tramo hay tres viseras paraavalanchas para que los aludes pasen por encima, aunque en ocasiones la nieve se cuela por los laterales. Este año se va a licitar la ampliación de dos donde suele repetirse este problema. El balneario todavía no había cerrado este invierno por peligro de avalanchas, aunque los cortes se repiten todos los años. En enero de 2023 duró seis días. El sábado estaba casi al cien por cien de ocupación, con 220 habitaciones llenas.

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