Las intensas nevadas en el Pirineo oscense dejan espesores de hasta dos metros y riesgo de aludes
La carretera de acceso al Balneario de Panticosa y la N-330 en Candanchú siguen cortadas por riesgo de aludes y acumulación de nieve.
Las intensas nevadas del fin de semana en el Pirineo oscense han dejado espesores de hasta dos metros y persiste el riesgo de aludes. De hecho, debido al riesgo de avalanchas se mantiene cortada la carretera de acceso al Balneario de Panticosa, donde permanecen aislados 59 trabajadores y 51 clientes que habían acudido este fin de semana a celebrar una boda en el complejo hotelero.
Asimismo, está cortada al tráfico la N-330 en Candanchú y la circulación es difícil en otras vías como la A-139 en Benasque o en la A-136 en Formigal. Además, este domingo se ha cerrado el Portalet en el lado francés por una colada de nieve.
Hay riesgo de aludes 4 sobre 5 en todo el Pirineo y desde el centro A Lurte recomiendan "precaución" pese a la "probabilidad de que las avalanchas vayan a ir bajando progresivamente", según ha indicado el nivólogo Iván González.
También este domingo, ha quedado cortado durante unas horas el acceso a Astún debido a un alud, lo que ha obligado a que una máquina de la estación acudiera de inmediato hasta el lugar y retirara la nieve para dejar vía libre a los vehículos. "Hasta que no remita el temporal el peligro de aludes es generalizado en todos los valles", ha insistido González.
Durante los próximos días, desde el centro estudiarán la evolución de las placas de nieve con lo que habrá que estar atento a los boletines de riesgo de aludes.
No obstante, pese a la gran acumulación de nieve, no han sido buenos días para la práctica del esquí, debido a las intensas precipitaciones, al viento y a la mala visibilidad, aunque esta previsto que este 5 de marzo mejoren las condiciones y sea una buena jornada para los aficionados a este deporte.
