aghricultura

Aragón ya es líder nacional en el sector de la cereza 

Se han superado los 48.600 toneladas y las 13.253 que se obtuvieron en 2022, y están por delante de los datos obtenidos en el valle del Jerte (Extremadura) y en Lérida  

Feria de la cereza celebrada en Ricla la primera semana de junio, con más de 5.000 personas que asistieron.
Feria de la cereza celebrada en Ricla la primera semana de junio de este año, con más de 5.000 personas que asistieron.
Heraldo

Aragón ya es el primer productor de cereza de España, por encima de los agricultores extremeños del valle del Jerte y los catalanes de la vecina Lérida. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura sobre la superficie destinada a cultivar esta fruta en 2022, en la comunidad autónoma de Aragón ya se han alcanzado las 13.253 hectáreas (entre las 4.115 de secano y 9.138 de regadío), por delante de Extremadura, con 9.702 hectáreas (8.007 de secano y 1.696 de regadío), y de Cataluña con 2.982 (1.345 de secano y 1.638 de regadío).

Fuentes de la UAGA (Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón) destacaron que el año pasado en Aragón se cosecharon 48.600 toneladas de esta fruta, si bien los agricultores consultados por HERALDO en zonas como Ricla, Calatayud y Bolea, este año va a salir "mucho mejor que la de 2022 y 2021", porque en esos dos años que estuvieron condicionados por unas fortísimas heladas en primavera que redujeron la cosecha.

En esta temporada, la cereza de Ricla, una zona donde la fruta llegó al mercado a mediados de mayo, va a superar los 7.000.000 de kilos a través de las 30 sociedades dedicadas a esta producción y entre el 50% y 60% se lleva a la exportación o al gourmet

Aunque puede llegarse a comercializar otros años potencialmente entre 8.000.000 y 10.000.000 kilos, destacan que la campaña de este año han llegado a ofrecer cerezas de 30 milímetros como perímetro y se han quedado más cantidades en España que otros años, cuando se ha exportado más a la Unión Europea.

Los compradores llenaron la feria de Ricla y acudieron unas 5.000 personas durante el fin de semana.
Los compradores llenaron la feria de Ricla y acudieron unas 5.000 personas durante el fin de semana.
Heraldo

Se han vendido kilos por 8 euros 

El concejal Pedro Cabañero, teniente alcalde de agricultura del Ayuntamiento de Ricla (donde ha repetido el PSOE), destaca que este año han llegado a vender los kilos cerezas hasta un precio de 7 y 8 euros el kilo, sin necesidad de salir de España porque se han comercializado en Madrid y en la costa mediterránea, entre Alicante y Valencia.

A la hora de llegar hasta ese elevado precio, el edil precisa que el mercado aragonés ha superado esta primavera al del valle del Jerte, en Extremadura, porque allí han sufrido los efectos de las altas temperaturas de estos meses y los agricultores extremeños suelen presentar la mayor competencia para Aragón (zonas de Caspe, Ricla o Calatayud, que son más fuertes).

El precio conseguido en mayo fue alto porque se vendió a 3,5 euros cada kilo por los productores, y en junio se ha mantenido hasta 3 euros, algo inusual porque suele valer 2 euros. En el valle del Jerte se han vivido los problemas de las cerezas rajadas y las picotas son más pequeñas”, detalla Pedro Cabañero.

El concejal de Ricla señala que desde el pasado 3 de junio han vivido los efectos de las lluvias y en las dos últimas semanas las consecuencias de las “cerezas rajadas”. Precisa que en la zona más alta de la localidad la producción de esta fruta continúa hasta mediados de julio.

De la Unión Europea a Asia 

La empresa SAT Vidrio, que es la más fuerte de Ricla y además dispone de tierras en La Almunia de Doña Godina, Mequinenza y Aranda del Moncayo, se plantea entrar en el mercado asiático de Tailandia, después de conocer el de China. Aun así, el destino habitual de las primeras cerezas de Aragón se suele quedar en países europeos como Alemania, Gran Bretaña, Bélgica y Polonia (antes de la guerra de Ucrania también se llevaba a Rusia).

La población de Ricla ha sido una de las pocas de Aragón que ha  crecido en los últimos años, desde 2018, por la inmigración de los rumanos, que casi suponen el 30% de los habitantes y se dedican a la agricultura para la treintena de empresas. Alrededor de 400 inmigrantes procedentes del país europeo residen todo el año en esta localidad y tienen trabajo durante diez meses.

Las primeras cerezas de Ricla llegan en mayo y han alcalzado un precio de ocho euros por kilo.
Las primeras cerezas de Ricla llegan en mayo y han alcalzado un precio de ocho euros por kilo.
Heraldo

En la última feria de la cereza celebrada el fin de semana del 3 y 4 de junio llegaron a recibir a 5.000 personas, un récord de visitantes. Esta cifra es similar a los trabajadores que se contrataron en los días de la recogida de la fruta, de los cuales un 60% o 70% son de Rumanía, los demás son magrebíes (de Argelia, Marruecos o subsaharianos) o vienen de Bulgaria.

“Nosotros trabajamos en un mercado global y con marcas propias”, recalca Pedro Cabañero, “ya que hay empresas y no hay cooperativismo”. Aun así, como líderes de la producción de las cerezas en Aragón reconocen que hay otras zonas como la de Calatayud que también se han desarrollado con una producción que alcanza los 5.000.000 de frutas.

Feria de la Cereza en El Frasno.
Feria de la Cereza en El Frasno.
JMACIPE

El precio de la cereza de Calatayud tras el granizo 

La futura Indicación Geográfica Protegida (IGP) para la cereza de Calatayud y el Aranda vive una campaña marcada por el agua: por su escasez durante gran parte de la primavera y sus efectos perjudiciales en las últimas dos semanas. "En algunas zonas está haciendo más daño que en otras. Las tormentas están siendo muy caprichosas y en 300 metros cambia la situación. Además, depende de si luego se pueden airear, qué variedades son…", remarca Alberto Pérez, portavoz de esta entidad. Así, algunas variedades tardías, como lapin y sweet heart, "se adaptan mejor al agua que las tempranas, que lo están sufriendo más".

Como consecuencia de estas precipitaciones en el momento crucial de la maduración, muchas se están rajando y ablandando. En el caso de Munébrega y El Frasno, la tormenta de la madrugada del domingo al lunes ha dejado graves afecciones, especialmente en las faldas de la sierra Vicor, cerca de la localidad. "Han caído 30 litros de agua, con mucho granizo y mucha agua", señalaba Julián Vicén, alcalde de la localidad.

Feria de la Cereza en El Frasno.
Feria de la Cereza en El Frasno.
JMACIPE

Con todo ello, el balance es agridulce: "Los precios están bien, no para tirar cohetes, pero se puede pasar. Es sobre todo porque hay menos oferta", se lamenta. Respecto a esta situación, Pérez señala que "es el producto que más barato sale, teniendo en cuenta todo lo que cuesta producirlo". 

"Por un cubata o un cóctel, que se consumen en poco rato, se paga un dineral. Sin embargo, un kilo de fruta no te lo comes de una sentada y una sola persona, y muchas veces no se tiene en cuenta todo lo que vale producirlo", señala Pérez. En este sentido, recuerda que "los combustibles han subido muchísimo, los abonos, los fitosanitarios…", a la vez que señala que "hay problemas para encontrar trabajadores".

Respecto al camino para que la IGP sea una realidad, Pérez recuerda que, tras la firma de los estatutos provisionales del consejo regulador hace un mes, tienen previsto dar forma a las bases que la regirán. Para ello, apunta, demandan apoyo: "Necesitamos ayuda con la financiación y que las instituciones nos respalden", concreta.

Feria de la cereza de Bolea 11 6 23 Foto Javier Navarro_2[[[FOTOGRAFOS]]]
Feria de la cereza de Bolea, en lc cooperativa Cocebo 
Javier Navarro

Los agricutores de Bolea son artesanos de la cereza 

Mientras se menciona a las empresas y los inmigrantes que desarrollan la producción de las hectáreas de zonas como Ricla o Calatayud, apenas una decena de agricultores mantienen en Bolea la costumbre de cultivar una cereza artesana y llegar a producir unos 50.000 kilos cada año, que son muy demandados en Huesca, su destino más habitual.

Tanto los reclaman que esta localidad altoaragonesa llevaba tres años sin haber producido esta fruta por la consecuencia de la pandemia o problemas meteorológicos (2020-2021) y una fuerte helada (2022). La alcaldesa de Bolea, Maribel Bailo, destaca que el primer día de la feria (el 10 de junio) se agotaron los 9.000 kilos de cereza a las 12.30 y llegaron a multiplicar su población de 500 habitantes con unos 9.000 visitantes, que llegaron en unos 2.000 vehículos.

Feria de la cereza de Bolea 11 6 23 Foto Javier Navarro[[[FOTOGRAFOS]]]
Feria de la cereza de Bolea 
Javier Navarro

Además de llenar la localidad, que lleva 25 años desde que creó esta celebración (los tres últimos no se han podido cumplir), Bailo reconoce que sus visitantes de ese fin de semana llenaron los restaurantes de Bolea hasta los de Ayerbe, o los de Cobertizo y el Sotón.

“La cereza es muy buena este año y eso se ha notado en la visita de la gente, aunque tienen que saber que los vecinos no viven de esa fruta”, incide la edil.

En ese sentido, Santiago Pisa, uno de los siete vecinos de la cooperativa Cocebo que se mantiene en la protección de esta fruta, relata que apenas se trata de recoger unos 50.000 kilos de esta fruta en Bolea y depende de sus familias, no hay inmigrantes y se reciben a pocos trabajadores. “Tenemos mucho trabajo para los productores y valen entre 4 y 5 euros por cada kilo”, señala.

Feria de la cereza de Bolea 11 6 23 Foto Javier Navarro[[[FOTOGRAFOS]]]
Feria de la cereza de Bolea
Javier Navarro

El miembro de la cooperativa tiene claro que para los boleanos, esta fruta que les ha marcado es parte de su esencia y los que quedan para recogerla son “artesanos” y “casi los últimos” porque los jóvenes han ido desapareciendo en esas fincas, aunque llegaron a ser un centenar de socios de la cooperativa.

“Apenas se riegan nuestras tierras porque son de secano. Mantenemos que sea lo más natural posible y hasta algunas de ellas son ecológicas”, describe Santiago Pisa el tipo de fincas agrícolas en la localidad del Alto Aragón situada cerca de Huesca. “Se vende muy bien porque este producto tiene mucha calidad. Somos artesanos de la cereza”.

El tamaño de la fruta que han recibido este año ronda los 28 a los 30 milímetros. A la hora de valorar los beneficios que obtienen, multiplican un precio mínimo de tres euros por los 45.000 kilos aproximados y superar las ganancias medias, como este año, no es lo habitual.

Apúntate a la newsletter de economía y tendrás cada semana las últimas noticias del sector, claves y recomendaciones de expertos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión