El pueblo bonito de Huesca enclavado en uno de los valles más espectaculares del Pirineo
Situada cerca del límite con Navarra, en la Comarca de La Jacetania, esta típica villa pirenaica no es solo uno de los pueblos más bonitos de Aragón, sino también de España.
Los pueblos de Aragón brillan con luz propia todo el año, pero muchos de ellos lo hacen todavía más en las épocas de otoño e invierno. Si quieres hacer una escapada, no tienes que irte muy lejos para encontrar auténticas maravillas. Y es que la cantidad de rincones especiales que tenemos en Zaragoza, Huesca y Teruel parece no tener final. Tan encantadores como pintorescos, muchos municipios de la comunidad podrían estar sacados de un cuento perfectamente y, por suerte, podemos disfrutar de ellos y sus encantos a un tiro de piedra de las capitales provincianas.
Huesca es famosa, sobre todo, por los espectaculares paisajes de los Pirineos, pero lo cierto es que, además de bosques, montañas, gargantas y cascadas, esta zona también está salpicada de pueblos muy bonitos.
Qué ver en Ansó, una preciosa villa medieval en el Pirineo de Huesca
Esta localidad de la Comarca de La Jacetania es un pequeño pueblo medieval del Pirineo aragonés, casi en el límite occidental con Navarra, declarado Conjunto Histórico-Artístico que forma parte de la asociación ‘Los pueblos más bonitos de España’. Esta villa medieval cuenta con 418 habitantes, y su belleza reside en sus estrechas calles de piedra y conjunto histórico, enclavados en la naturaleza de la montaña.
El día del traje ansotano, una tradición muy arraigada que nos permite retroceder en el tiempo, convierte en un museo viviente el último domingo de agosto: recrean costumbres típicas y tareas cotidianas de antaño ataviados con los trajes tradicionales. Puedes disfrutar de esta tradición en el museo del Traje Típico Ansotano, ubicado en la ermita de Santa Bárbara.
Entre los intereses turísticos de Ansó encontramos el Torreón Medieval y la monumental iglesia de San Pedro, austero ejemplo del gótico de transición y orgullo de la localidad, señalizado por su bonito campanario y el retablo mayor barroco.
Asimismo, en su entorno se ubica la Selva de Oza, con el refugio Gabardito. Pero sus cercanías esconden todavía más encantos. Aquí puedes descubrir espectaculares parajes como el Valle de Zuriza y Linza, un destino ideal para los amantes de la naturaleza y de los deportes de montaña, y el Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biniés.
No te pierdas la Ermita de la Virgen de la Puyeta, Patrona del Valle de Ansó, donde el 8 de septiembre de cada año se celebra la Romería en su honor, un acto que reúne a todos los vecinos del Valle de Hecho y Ansó.
Y si te has quedado con ganas de más, no te pierdas el Monasterio de Siresa, ubicado en el vecino Valle de Hecho, que es una auténtica joya románica de la arquitectura religiosa.
Dónde comer en Ansó
Una buena opción para comer en Ansó es el Restaurante Maiberal, en la calle Arraigo, 1, cuyo teléfono es 974 37 01 74, y destaca por su estofado, tagliatelle con jabalí, pinchos...
Pero, además de los bares y restaurantes, esta zona ofrece la alternativa de las bordas, casas de comida alejadas de los núcleos urbanos que ofrecen cocina típica con precios asequibles y calidad garantizada.
En la Carretera Zuriza Km 2,5, Ansó nos encontramos con Borda Nadal; en el Km 7 se ubica la Borda Arracona, que destaca por sus carnes; y en la misma carretera, en el Km 9 se encuentra la Borda Chiquín, famosa por sus migas de pastor. Mientras que en la Carretera Gabardito, Km 2, Hecho, se ubica la Borda Bisaltico, también conocida por sus carnes.
Cómo llegar a Ansó, en Huesca
Para llegar a Ansó desde Huesca, tenemos que tomar la A-23 y la A-176 en un trayecto de una hora y 45 minutos en coche, aproximadamente. Mientras que llegar desde Zaragoza cuesta dos horas y 20 minutos en coche, y hay que tomar la A-23.
