Minipueblos más bonitos de Aragón para visitar este otoño
En nuestra comunidad contamos con infinidad de lugares preciosos (y algunos muy pequeños). Estos son algunos de los más encantadores en las tres provincias.
En Aragón podemos disfrutar de gran cantidad de pueblos con mucho encanto que son ideales para visitar en cualquier época del año. En las tres provincias encontramos rincones perfectos para hacer una escapada, que son de postal, sobre todo, en otoño, cuando se tiñen de colores marrones, amarillos y naranjas y tonos rojizos. Albarracín, Valderrobres, Alquézar, Beceite... son algunos de los más conocidos y su belleza es indudable. Pero hay muchos más que también son preciosos, pero pasan desapercibidos por su tamaño, así que desde HERALDO hemos querido hacer un mini recopilatorio de estos pequeños y bonitos lugares escondidos en nuestra comunidad.
Estos son algunos de los 'minipueblos' más coquetos de Aragón que no pueden faltar en tu itinerario de viaje estos meses de noviembre y diciembre que puedes visitar en las tres provincias.
Qué ver en Lanuza, en Huesca
Paseando por sus calles nos encontramos con la bonita iglesia de El Salvador, construida en el siglo XIX sobre un templo románico, con la característica construcción de piedra y pizarra que tanto representa al pueblo de Lanuza. Está situado en el corazón del valle de Tena, en la orilla izquierda del pantano al que da nombre, donde se embalsan las aguas del río Gállego.
La localidad pirenaica de Montañana, en Huesca
En la Comarca de La Ribagorza se ubica este pueblo pirenaico presidido por la monumental iglesia románica de Nuestra Señora de Baldós. En Montañana se conservan dos iglesias románicas más, los restos de dos castillos y un puente de doble arcada que se ha convertido en el protagonista de la villa, ya que al cruzarlo nos adentramos en uno de los pueblos más bonitos de Huesca y que mejor conserva la esencia medieval. Por sus alrededores se puede emprender una ruta senderista que llega hasta un precioso mirador natural.
El pequeño pueblo de Fago, en Huesca
En la parte más occidental de Aragón, lindando con Navarra y en la proximidades de Ansó, se encuentra Fago, un conjunto ideal de arquitectura y urbanismo del Pirineo con calles empedradas, tejados empinados, chimeneas y balconadas que desprenden el encanto de la piedra, la madera y la teja roja. Se ubica en el Parque Natural de los Valles Occidentales, y entre sus enclaves turísticos más destacados se encuentran el cementerio; la Iglesia de San Andrés, del siglo XVI; la ermita de San Cristóbal, el lavadero, la fuente, la antigua tejería y sus casas.
Qué ver en Biel, en Zaragoza
El pequeño pueblo de Biel, en la provincia de Zaragoza, destaca por el imponente conjunto de su iglesia de San Martín y su castillo, que dominan paisajísticamente sobre el casco urbano y forman el clásico binomio medieval. Pertenece a la Comarca de las Cinco Villas y en sus alrededores destacan el Sendero Histórico por Aragón (GR-1) o la Sierra de Santo Domingo. Esta última domina este territorio de transición entre el Prepirineo y el valle del Ebro desde sus 1.524 m de altura, un relieve abrupto que ofrece refugio a numerosas aves rapaces.
El bonito pueblo de Anento, en Zaragoza
Su carácter medieval, con un castillo del siglo XIV y el retablo mayor de estilo gótico del siglo XV, uno de los más grandes y mejor conservados de la antigua Corona de Aragón, así como el entorno natural único que lo rodea, con el manantial Aguallueve, convierten al pueblo de Anento, con unos 100 habitantes censados, en uno de los más bonitos de España. Se encuentra en un valle coronado por piedra caliza asentada sobre margas arcillosas, adornadas por diferentes colores según la época del año; aunque sus rincones y caminos permanecen floridos durante casi todo el año.
Qué ver en Purujosa, Zaragoza
Ubicado en la cara oculta del Moncayo, este pueblo se hizo famoso por tener un semáforo en mitad de la cuesta que lo atraviesa, para resolver la disputa por el paso entre dos vecinos. Durante el año está casi desierto, pero en verano cobra vida y las actividades senderistas le convierten en un buen lugar de paso, con muchas rutas magníficas disponibles. Además, en una de sus cuevas vive un ermitaño reconocido por el obispado de Tarazona, que recibe visitas de toda España buscando buenos consejos.
La aldea de Bádenas, en Teruel
Perteneciente a la Comarca del Jiloca, este pueblo de 18 habitantes presume de una moderna iglesia parroquial de la Asunción, compuesta por una imponente torre que sobresale en la comarca, desde donde Bádenas sobrevive al paso del tiempo junto al Sistema Ibérico y al río Cámaras, en el noroeste de la provincia de Teruel. Este pueblo es un atractivo enclave para los amantes del turismo rural, que además pueden disfrutar de localidades próximas como Nogueras y su Santa Cruz, Loscos y su mezquita y Bea.
El pequeño pueblo de Valacloche, en Teruel
Con 24 habitantes, Valacloche es un lugar ideal para desconectar y perderse en la inmensidad de las montañas gracias a las rutas en su entorno, en el que se erigía un castillo medieval de orígenes árabes, del que hoy solo quedan los restos de su pasado en una escarpada montaña sobre el Camarena. En su casco urbano destaca la iglesia parroquial de la Virgen de Loreto, que data del siglo XVIII, y el interesante sendero del cerro de San Pablo, con una infinidad de manantiales.
Veguillas de la Sierra, en Teruel
Situado al sur de la Sierra de Javalón, en el límite con el Rincón de Ademuz y con Cuenca, se ubica el pequeño pueblo de Veguillas de la Sierra, con 21 habitantes. Se encuentra, además, en el fondo de una depresión erosiva recorrida por el barranco del Torcanejo, afluente del río Ebrón. Destacan la iglesia parroquial de la Santísima Trinidad, del siglo XVIII, decorada con pinturas neoclásicas en arcos y pilares, y una torre cuadrada; la ermita de San Marcos, también conocida como “iglesia vieja”, del siglo XVII; la fuente nueva y el lavadero público (obras de la II República).
