El pueblo más bonito de España para visitar en octubre a menos de tres horas de Zaragoza
La prestigiosa revista National Geographic ha elegido esta localidad navarra como la ideal para visitar durante este mes por su espectacular ubicación, ya que está rodeada de bosques y montañas.
La geografía aragonesa esconde verdaderas joyas de la naturaleza que podemos visitar en cualquier estación del año, pero que, sin duda, aumentan su belleza en la época de las hojas caídas y los colores amarillos, naranjas y marrones. No obstante, si lo que queremos es salir de Aragón, muy cerca de la comunidad encontramos pueblos con mucho encanto que merece la pena conocer tanto por su historia como por su ubicación, ya que están rodeados de bosques y montañas, ideales para los amantes del más puro aire fresco.
En la vecina Navarra se ubican lugares preciosos en los que perderse unos días y disfrutar de la calma y la tranquilidad entre casas de piedra, bonitos ríos y abundantes y frondosos bosques. El otoño es una época perfecta para hacer turismo y como la bajada de temperaturas se resiste, octubre es la oportunidad clave para huir a pequeños y bellos pueblos.
Ochagavía, destino perfecto para conocer en octubre
Esta joya del Pirineo de Navarra es un pequeño pueblo de casas de piedra con rincones muy variopintos atravesado por el río Anduña, que está ubicado a apenas 85 kilómetros de Pamplona. La prestigiosa revista National Geographic lo ha elegido como el pueblo más bonito para visitar en octubre, entre otras cosas, por su ideal ubicación: en el precioso valle de Salazar y como una de las puertas de entrada a la espectacular Selva de Irati. Además, es un lugar ideal para hacer actividades al aire libre, como el senderismo y el ciclismo.
Nada más llegar al pueblo nos encontramos uno de sus principales atractivos turísticos: el hermoso puente de piedra medieval erigido sobre el río, que constituye una de las postales más representativas de la villa. Desde ahí podemos comenzar a recorrer las calles empedradas del pueblo para descubrir todos sus rincones.
Cuenta con la Iglesia de San Juan Evangelista, cuya antigua torre destaca sobre los tejados de las casas. Este edificio del siglo XVI alberga varios retablos renacentistas y barrocos. Los palacios medievales de Urrutia, Iriarte y Donamaría, así como los caseríos blasonados son otros de los lugares clave de Ochagavía. Los tonos grises y blancos dominan la villa, en los que resaltan las flores que decoran los balcones de las casas y los eguzkilore, un símbolo de protección el hogar de la mitología vasca, colgados en las puertas.
La maravillosa Selva de Irati, muy cerca de Ochagavía
La villa está dividida en cuatro barrios: Urrutia, que significa “el lejano”, está ubicado al otro lado del río; Irigoyen, que se traduce como “encima de la ciudad” y está en la parte superior del pueblo; Iribarren, que quiere decir “dentro de la ciudad” y es el barrio de la zona inferior; y Labaria, cuyo nombre se refiere “al lado del horno” y hace referencia al lugar en el que se encontraban los antiguos hornos de Ochagavía. Una curiosidad del pueblo es que sus calles no tienen nombre, por lo que para localizar las casas hay que hacerlo por el nombre y el barrio en el que se encuentran.
Pero, sin duda, uno de los principales intereses turísticos de este pueblo es su cercanía a la Selva de Irati, a tan solo 10 kilómetros. Se trata del segundo hayedo más importante de Europa, un lugar mágico que alberga el monte Ori, cuyo pico es una de las cumbres más altas del Pirineo navarro, ya que está situado a 2021 metros de altura.
Cómo llegar a Ochagavía en Navarra
Para llegar a Ochagavía desde Zaragoza hay que tomar la AP-68 y la AP-15, un trayecto de unas dos horas y 40 minutos en coche. Mientras que desde Huesca son dos horas y media en coche aproximadamente por la A-132.
