Rutas y escapadas
Maravillas de Aragón que debes ver, por lo menos, una vez en la vida
Puede que hayas oído hablar de ellas o puede que todavía desconozcas alguno de los tesoros que la Comunidad de Aragón puede mostrarte: maravillas naturales, joyas arquitectónicas y enclaves históricos conforman esta ruta con 10 paradas que debes disfrutar, al menos, una vez antes de morir.
Aragón es una tierra con historia, una orografía complicada y una gran extensión. Estos tres componentes han ido configurando un carácter especial en su gente y una increíble riqueza de arquitectura, espacios naturales y rincones históricos. ¿Sabías que en Zaragoza existe un palacio construido por una historia de amor? ¿Y que Quinto tiene un museo de momias? ¿Conoces el increíble paisaje de los tozales y torrellones de Jubierre, en la comarca de los Monegros, que parece salido de una película de ciencia ficción? ¿Has disfrutado de la bella del Parque Natural de Ordesa?
Si te pica la curiosidad, apunta estas diez sugerencias de rincones aragoneses que debes visitar, al menos, una vez en la vida, y empieza a tachar este verano.
1. Aguas Tuertas
Empezamos la lista en un entorno natural único. Como quien algo quiere, algo le cuesta, en esta ocasión tocará darle a las piernas y hacer un pequeño ascenso. Sin miedo, se trata de una ruta muy accesible que puede hacerse en familia. Para llegar, lo primero es pasar el camping Selva de Oza, de ahí puedes seguir adelante con el coche por una pista de tierra hasta el valle de Guarrinza. Ahí sí que debe dejarse el vehículo en uno de los puntos de aparcamiento para los visitantes y comenzar la aventura a pie.
El camino en sí supone un aliciente por sus increíbles vistas del río haciendo eses (aguas torcidas, de ahí el nombre) que, junto con el verdor del valle le otorga un toque casi irreal. Además, los más pequeños pueden ir buscando la Caseta del Duende, un dolmen al que se consideraba el guardián del valle y que recibe igualmente el nombre de Achar Aguas Tuertas
2. Palacio de Larrinaga
Pero tal y como hemos reseñado al inicio de la noticia, en Aragón no solo destacan los espacios naturales. Su historia y su arquitectura merece una mención de honor y cuando ambas se juntan... dejan para la eternidad espacios tan especiales como el Palacio de Larrinaga. Ubicado en el número 123 de la calle de Miguel Servet de Zaragoza, esta construcción fue encargada por el naviero bilbaíno Miguel Larrinaga al arquitecto zaragozano Félix Navarro en 1901, Larrinaga quería demostrar a su esposa todo lo que la quería y lo que le agradecía todos los años que habían estado juntos. Aunque la historia no tiene un final feliz, (el palacio nunca llegó a ser habitado ya que la mujer enfermó y murió antes), nos ha dejado esta preciosa joya arquitectónica donde, en la actualidad, otras parejas inician sus particulares historias de amor con un 'sí, quiero' muy especial.
3. Castillo de Loarre
En el castillo de Loarre se respira historia. Se trata del castillo románico mejor conservado de Europa y, aunque sus accesos no son los más sencillos- si te mareas en el coche es mejor que lleves una bolsa a mano- bien merece una visita. Esta fortaleza, que formaba parte de la línea defensiva de la Corona de Aragón, es una joya patrimonial construida por Sancho III el Mayor.
El objetivo de su construcción era atacar a las poblaciones de Bolea y Ayerbe, que en aquella época se encontraban bajo dominio musulmán, pero nunca llegó a usarse para la batalla, por suerte, ya que eso ha permitido que se converse en tan buen estado.
4. Ruta de las iglesias del Serrablo
Son pequeñas y están custodiadas por una torre-campanario. Cuentan con una sola nave en el interior y resultan realmente austeras en el exterior. Fechadas entre los siglos X y XI, las conocidas como iglesias del Serrablo forman un conjunto de construcciones religiosas que se distribuyen por el valle de Tena, salpicando la comarca del Alto Gállego con su encanto y los misterios que envuelven su origen. Pueden visitarse libremente o, si se reserva previamente, con una visita guiada que ayudará a comprender mejor la peculiaridad y riqueza de estos templos. Una ruta que, sin duda, merece la pena hacer.
5. Ansó
La localidad de Ansó está situada situado en la cabecera del valle del mismo nombre, en la comarca de La Jacetania, en Huesca. Es un municipio que merece una visita por sí solo, por sus calles, rincones y encanto pero, además, es reconocido por el traje ansotano que cuenta con su propio museo (de obligada visita cuando se llega a la localidad) y, además, el último domingo de agosto se organiza una fiesta en torno a esta vestimenta.
6. Tozales y torrellones de Jubierre
Para visitar este enclave de la comarca de los Monegros es necesario ir preparado con cámara de fotos y una mente abierta. Se trata de un paisaje al que no estamos acostumbrados y donde podremos disfrutar de los tozales y torrellones de Jubierre, unas impresionantes torres nacidas de la erosión y el derrumbe de sus suelos blandos. En un entorno desértico, estas elevaciones llaman la atención de todos los visitantes e inmediatamente llevan nuestra imagianación hacia paisajes que bien podrían pertenecer a otros planetas. Para disfrutar de sus colores y formaciones lo mejor es seguir la ruta al Tozal de la Cobeta.
7. Escalinata de Teruel
Un rincón que en los últimos años se ha convertido en el escenario ideal para los selfies de todos aquellos visitantes que recalan en Teruel. Esta escalinata es una construcción neomudéjar levantada por el ingeniero de caminos José Torán en el periodo comprendido entre los años 1920 y 1921. Su principal función es salvar el gran desnivel que separa la estación de ferrocarril del Paseo del Óvalo aunque, actualmente, haya más gente haciéndose fotos en ella que subiendo y bajando sus escaleras.
8. Ciudadela de Jaca
Icónica, tanto por su forma (perfecta para la defensa) como por su estado de conservación que permite pasear por sus murallas y miradores a todos los visitantes. La ciudadela, además de contar con el atractivo de estar ubicada en pleno dentro neurálgico de Jaca, por lo que se resulta muy cómo salir a tomar algo después de la visita; dispone en su interior de diversas exposiciones (temporales y fijas) entre las que cabe destacar la de miniaturas militares que hará las delicias de mayores y pequeños.
9. Museo de las Momias de Quinto
El Museo de las Momias de Quinto es el único de estas características en España. Hacia 2011 aparecieron en unas obras de la localidad enterramientos momificados bajo el suelo. No se trata de un grupo muy numeroso, pero se pudieron rescatar 15 momias en perfecto estado de conservación, con sus ropajes incluidos y la decisión de construir un museo para albergarlas y que la gente pudiera conocerlas, aunque no fue sencilla de llevar a cabo, ha supuesto que esta localidad de la provincia de Zaragoza cuente ahora con un atractivo impensable.
10. Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es el segundo parque nacional más antiguo de España, solo este detalle ya lo convierte en un enclave único de la Comunidad que es necesario conocer. Este espectacular paisaje de los Pirineos cuenta con increíbles valles, ríos, cascadas y praderas que pueden visitarse en diferentes rutas. Pero que este increíble paisaje no nos ciegue, también es un lujo poder acudir a este parque natural con los prismáticos en la mano para descubrir los buitres leonados, los quebrantahuesos, los sarrios y las águilas reales que habitan en él.
