aragón es extraordinario

¿Gente tranquila? ¿Bravía? Eseraventura mejora tu día

Con bases en Campo (aguas revueltas y veloces) y La Puebla de Castro (lámina calma dedicada a Joaquín Costa), la firma oferta una amplia variedad de actividades 

Se llama Eseraventura, tiene dos polos básicos de actividad y aunque comenzó con las aguas bravas, pronto extendió su actividad a las tranquilas. Tiene sede en el embarcadero de La Puebla de Castro, junto al Camping; hay playita, chiringuito y un grupo de profesionales bien engrasado para que todo el mundo salga feliz de allá.

Josero Martínez Ochoa de Zabalegui es de Graus, aunque vive en Campo, lugar señero de los deportes de río y aventura en Huesca. Eseraventura tiene oficinas en Benasque (atención al cliente), base en Campo (aguas bravas) y la mentada de La Puebla de Castro en el pantano de Joaquín Costa (Barasona). “La empresa viene de mi padre Jesús, un deportista extraordinario; es de esas personas que se le dan bien, y además disfruta mucho. Jugó en el Binéfar a fútbol, iba a entrenar en bici para ahorrar las dietas… en ciclismo estuvo a punto de dar el salto a profesionales, ha sido varias veces campeón de España de piragüismo… me atrevería a decir que entre el año 65 y el 96 fue una figura básica en el deporte de esta zona; también era entrenador de natación, fue preparador de cross atlético, u encima se involucraba en todas las fiestas de los pueblos, bailaba los dances… llegaba a todo”.

Viajero empedernido, observador y analista de otras apuestas relacionadas con este sector, Jesús Martínez decidió que era una buena idea lanzarse a la aventura acuática. “Enseguida vio el potencial. En 1989 comenzó con la firma, homenajeando al río y al espíritu aventurero desde el nombre; fue pionero en la zona dentro del sector, junto con Aguas Blancas de Aínsa. Antes ya habíamos trabajado en una compañía que se llamaba Pirineos Sin Fronteras”.

Poco a poco fue creciendo la carga de trabajo en Eseraventura. En 1996, Jesús se jubiló. “Entré yo en la empresa a gestionarla, y aquí sigo. En los meses pico –explica Josero– somos 22 personas en actividades de agua, y contamos con colaboradores como Milorcha, Barrabés o Tritón en Benasque, así como otras firmas y colectivos en Aínsa y Guara”.

La empresa diversifica su actividad para dar opción a todo tipo de públicos. “Empezamos con piraguas y rafting, ‘hidrospeed’ y ‘open kayak’ allá en Campo, y ya fuimos incorporando en aguas tranquilas los pedalos, esquí acuático, planeadoras, la banana… ahí seguimos, hasta que el cuerpo aguante”. El camping contiguo gestiona el chiringuito del embarcadero de La Puebla, donde los usuarios de Eseraventura pueden disfrutar antes y después de su esfuerzo en un ambiente relajado.

Video del pantano de Joaquín Costa en 'Aragón es extraordinario'

Josero es modesto, por cierto; habla de los logros deportivos de su padre, pero no revela que él fue campeón de España de slalom en aguas bravas en 1990 y 1991, y que compitió con el equipo español de esta disciplina en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Si se acercan por La Puebla, puede ser que un olímpico les guíe en su paseo lúdico sobre el pantano.

Las planeadoras, todo un reto a los sentidos

Lo que triunfa sobre todas las cosas en Eseraventura es el rafting en Campo. “Es sencillo, con gente de una amplia franja de edad capaz de disfrutarlo; vale para un pequeño o para gente grande, regulando simplemente la intensidad del recorrido a cada grupo”, explica Josero. “Con el tema de aguas tranquilas, los kayaks tienen mucha salida para los amantes de la naturaleza y el paleo; los hidropedales son más de parejas o familias, como podría ocurrir en la playa, y la banana loca es muy divertida; siempre acaba en un chapuzón consensuado”. Ante la lente de HERALDO, Josero guía a una familia guipuzcoana que se lo pasa ‘pirata’ en el viaje, y acepta el final a volatín en el agua con una sonrisa.

La oferta en el embarcadero de La Puebla es amplia. Se pide la vez en un pequeño espacio habilitado por la empresa y ahí se pueden abordar patines, un ‘hidrobeetle’ (como el vehículo conocido por escarabajo), un pato gigante, un dino, el típico drakkar vikingo... también hay ‘paddle surf’, y para todas las actividades se equipa minuciosamente a los usuarios, además de darles consejos prácticos para disfrutar más de la experiencia.

La planeadora o hinchable circular no se conoce tanto en estos entornos, y hay toda una familia de ejemplares. “Aquí tenemos tres distintas, que comparten el rasgo de hacer una especie de péndulo tras lancha, saltando la ola central, ‘volando’ levemente. El sillón triunfa mucho con familias y grupos de amigos; es muy seguro, tiene agarres extra, dos posiciones, se pueden poner boca abajo… hay otra más pequeña que lleva alas y se llama ‘scrambled egg’, revuelto de huevos, solo admite cuatro personas y se mueve aún más. Por último está el tornado, circular y plano, no tiene respaldo y con la fuerza centrífuga tienes muchos números para irte al agua; es un subidón”.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es Extraordinario'

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