aragón es extraordinario

Por el embalse de Mediano, cara a cara con la historia

La empresa T-T Aventura, radicada en Aínsa, exhibe entre su variopinta oferta los paseos en lancha rápida por esta lámina de agua,

A ver, hijos de los 80: todos visteis ‘Corrupción en Miami’ y habéis imaginado muchas veces cómo sería surcar la gran lámina de agua de South Beach con una de esas lanchas veloces. Por muy caricaturescos que resulten ahora los peinados y atuendos de Sonny y Tubbs, en su día fueron la quintaesencia de la tele y el mundo en el que cazaban a los malos, una especie de Walhalla del lujo y la opulencia macarra ya descrito en el ‘Scarface’ de Pacino. Pues no, el embalse de Mediano no es Miami, afortunadamente, y no hay rastro de trajes blancos o greñas con ‘mullet’ o ‘soul glo’ en muchos kilómetros a la redonda. Esa gran superficie acuática está rodeada por belleza, naturaleza y lugares de ensueño.

David Mozota es de Aínsa y lleva cuatro años ofreciendo el servicio de paseos turísticos en el embalse de Mediano con su empresa T-T Aventura. “La verdad es que a la gente le encanta, por eso seguimos, incluso en momentos tan complicados como el actual y con todas las previsiones necesarias. Esto funciona después de que se hayan superado ciertas reticencias; la historia del embalse es dura y mucha gente no quería saber de nada que pudiera darle una imagen positiva. Varios pueblos inundados y desalojados a la fuerza, otros aislados... es un bagaje muy negro; por eso no había una cultura del aprovechamiento de este recurso, solamente algo de canoa y kayak. Sin embargo, pienso que dada la situación no es una mala idea hacerlos visitable a más gente, incluyendo aquellos que tienen muy complicado pasear de otro modo por cualquier tipo de problema físico. Esto es para todo el mundo, independientemente de sus capacidades. Esto es muy bonito y el agua está siempre limpia, turquesa; por la tarde se levanta un poco de aire, pero las olas no son nunca grandes, por las mañanas es un espejo”.

La idea le surgió a David en la búsqueda de un complemento para las otras actividades de la empresa. “Soy profesor de esquí en invierno, y en verano llevo con mi familia la compañía de turismo de aventura. Soy guía de barrancos, de rafting, de montaña, trabajo con BTT en el tema enduro que es muy popular en Aínsa gracias a la Zona Zero... esto era una afición primero, ganas de tener el barquito para uso particular en esquí náutico y ‘wakeboard’ con los amigos, pero enseguida entendí que podía sacarle este otro rendimiento. Me titulé para hacer estas actividades y ahora somos pioneros en este sector aquí. Creo que tiene futuro, aunque no es tan fácil; tenemos al lado el embalse de El Grado, que casi siempre está un poquito más alto que éste; de pronto baja mucho el nivel de agua, y la orilla se hace más grande y fangosa. El embarcadero tiene su rejuego, amarro el barco en el interior del agua y paleo hasta él. Eso sí, con una tronada fuerte, sube muy rápido el nivel gracias a los aportes del Cinca y el Ara, hasta un metro en 24 horas”.

El Tozal de Monclús, escenario de una tragedia hace 700 años que atrae a los visitantes judíos.

En barca por Mediano, un hermoso paseo para anegar la tristeza

David explica que en el curso de sus viajes por el embalse se ha encontrado con viajeros de todo tipo. “Un día llevé a un grupo de ciudadanos judíos que no querían oír nada del embalse, ni de las maravillas naturales; querían llegar al Tozal de Monclús, a mitad del recorrido. Para ellos marca un sitio de peregrinación, muy importante, con el recuerdo de una experiencia muy dura y sangrienta vivida allá”.

Efectivamente, el año pasado se conmemoró el 700 aniversario de la tragedia de Monclús, acaecida en el actual término municipal de La Fueva. Monclús era un punto estratégico en los viajes por la zona, ya que era vado del Cinca. Su aljama, pionera en la península, acabó siendo muy relevante en la Corona de Aragón hasta 1357, año en el que desaparece. Ahí vivía un buen núcleo de familias judías con la protección real para la creación de sinagogas-escuelas, gestión propia del cobro de impuestos y la administración de justicia. Como el resto de aljamas de la Corona de Aragón, tributaba directamente al rey. Hoy en día está sumergida en el embalse.

¿Qué ocurrió en 1320? En la localidad de Languedoc surgió un movimiento de cristianos radicales, los pastorelli, que se propusieron degollar a los judíos que no aceptaran el bautismo; entraron en Aragón, sumaron nuevos adeptos locales y el 2 de julio de aquél infausto año acamparon en Planpalacios para sitiar al día siguiente Monclús, enclave que atacaron al día siguiente. Mataron a 337 judíos y convirtieron a unos cuantos, niños y adultos. Los supervivientes se dispersaron por otros localidades. Eso sí, cuando el rey Jaime II tuvo noticia de esa matanza, ordenó que cualquiera que agrediera a un judío o moro fuera ahorcado, e inició una ofensiva que derrotó a la banda de cruzados el 13 de julio.

El libro ‘Las comunidades judías de Sobrarbe’, del profesor Francisco Andrés Lascorz, se publicó en 2016 y es una guía perfecta para entender los hechos, su contexto y toda la huella del pueblo judío en la zona.

Una hora de paseo con paradas de todo tipo

El viaje en lancha de T-T Aventura sale de Morillo de Tou; concretamente, del embarcadero del Camping. “Se hace un recorrido tipo de unos 10 ó 12 kilómetros en una hora –explica David Mozota– y primero se pasa por Planpalacios, que quedó inundado; solamente se ve la iglesia, que quedó al borde del agua; lo mismo ocurre en Mediano, aunque aquí está todo sumergido y lo que se ve es la punta de la iglesia sobre el agua, es una imagen triste y muy bonita al mismo tiempo, que a la gente le deja muy impresionada”.

El recorrido entra después en el Cañón de la Usía. “Es un ramal muy bonito, con paredes verticales; cuando el nivel de agua está adecuado para ello, surge una playita natural con su cueva. Ahí se puede disfrutar de rincones increíbles, pozas y toboganes; de hecho, funciona como un barranco de iniciación, haciendo una combinada con canoa”.

El paseo inicia el regreso por la orilla de la Fueva y se ve Arasanz, que no se inundó pero sí quedó incomunicado por el embalse. A lo lejos se aprecia el castillo y fortaleza de Muro de Roda, y acto seguido se puede llegar cerca del pueblo de Gerbe, una verdadera postal. “Al fondo tenéis todo el Pirineo de este lado, con Monte Perdido, y a la Peña Montañesa delante, emblema de la zona. Mires a donde mires, todo es bonito y emocionante. Muchos hijos de Mediano o Planpalacios se han animado a subirse a la barca y se pegaban sus lloreras al acercarse al pueblo”.

El aforo de la barca es de cuatro pasajeros, y el viaje cuesta 100 euros, a dividir entre el número de navegantes. Si quieres ir solo, pagas 100; si se llena el bote, 25 por cabeza. “Cada cual se ajusta a sus posibilidades, claro; el otro día llevé a un belga que prefería pagar 100 euros e ir solo, pero lo normal es llenar la barca”.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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